Luego del asesinato de Lucas González (17), orquestado por un grupo de policías de la Ciudad de Buenos Aires, en noviembre de 2021, la vida de Cintia López entró en pausa y se sumergió en una profunda depresión, que la llevó a intentar quitarse la vida en cuatro oportunidades.
No obstante, este martes, la madre se hizo presente en el juicio de su hijo para prestar declaración. Cintia llegó un rato antes de las 9, acompañada por su marido y padre de Lucas, Héctor “Peca” González, más de una decena de familiares y los tres jóvenes que presenciaron el crimen, Julián Salas, Joaquín Zúñiga y Niven Huanca, que también debían declarar. Durante la jornada, la mujer señaló que ya no es la misma, que los días para ella simplemente transcurren, que solo sonríe cuando ve un colibrí o una mariposa y siente que es su hijo.
Respecto a su declaración en los Tribunales Federales de Comodoro Py, la mamá caminó hacia la sala Auditorium escoltada por una asistente terapéutica y Zúñiga, quienes la sostenían de ambos brazos.
El desgarrador testimonio de la mamá de Lucas González
“En el hospital, mi hijo siempre estuvo como si fuese un delincuente. Nunca dejó de tener custodia, ni dentro de la sala ni fuera. Había cinco policías que lo custodiaban. Siempre que quería verlo tenía que ser frente a un policía”, recordó en el inicio de su testimonio, de aquel momento en el que Lucas peleaba por su vida en el Hospital Penna, en Parque Patricios, donde había sido trasladado con un balazo en la cabeza.
Y agregó: “Cuando llegué al Hospital no me dejaban verlo. Un policía de la Ciudad nos dijo que no sabía nada. ´Viste que los chicos de ahora, no le dicen nada a los padres y andan en cosas raras´, nos dijo otro policía. Pero yo sabía que mi hijo era incapaz. Siempre le decía que, si le querían robar, que acudiera a la Policía”.
Al borde del llanto, Cintia recordó aquella conversación con el agente: “Me dijo que mi hijo estaba detenido acusado supuestamente de robo”. Frente al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 25, la mujer continuó con su relató: “Fue lo peor que me pasó en la vida: tener que destapar a mi hijo para reconocerlo. Tuve que verle los tatuajes porque estaba irreconocible”.
“Le ‘volaron el frasco’, como me dijeron los policías. Me dolió en el alma que hayan dicho eso porque era la cabeza de mi hijo. No era ningún frasco”, señaló con la voz quebrada, ante los jueces Daniel Navarro y Marcelo Bartumeu Romero y Ana Dieta de Herrero.
El estado anímico de Cintia, la mamá de Lucas González
Respecto a su estado anímico, la mamá de Lucas González expresó: “Estoy tomando medicamentos porque tuve cuatro intentos de suicido. A mi hijo lo espero todos los días. Miro la ventana y pienso que es él. No sé cómo se sigue, quedamos muertos en vida. Quiero dormir y tratar de soñarlo”.
Al referirse a los policías acusados por el crimen, se preguntó: “Me pregunto por qué le dispararon, por qué hicieron lo que hicieron. Lucas no tenía armas, solo usaba sus botines”.
