Cuarenta días después de abandonar el hospital tras el accidente que sufrió en un escenario, el cantante se dejó ver, aún convaleciente.
El 12 de febrero, día de su cumpleaños, Joaquin Sabina fue internado tras sufrir una grave caída durante el último concierto que ofreció en Madrid junto a Joan Manuel Serrat. Era la última parada prevista de su más reciente gira a dúo con Serrat, bajo el título No hay dos sin tres. Se preparaba para cantar Lo niego todo, su último exitazo que dio también nombre a su más reciente disco. Ante 15.000 personas, Sabina trastabilló y se precipitó al suelo desde una altura de casi dos metros
El golpe le provocó un traumatismo en el hombro izquierdo y en el tórax, además de un pequeño coágulo craneoencefálico del que fue operado con éxito. Finalmente el pasado 23 de febrero el artista abandonó el Hospital Ruber Internacional.
Pero fue hasta este domingo cuando se volvió a ver al cantante. Sabina salió a las ocho de la tarde a uno de los balcones de su casa situada en la madrileña plaza de Tirso de Molina para aplaudir como miles de españoles a los profesionales de la salud que estos días luchan en los hospitales contra el coronavirus. Con el brazo con un sstén y la parte de arriba del pijama, aplaudió como pudo. Junto a él estaba su pareja, Jimena Coronado.