Febrero de 2025 será un mes ardiente en el mundo de las subastas de autos clásicos, porque un pedazo de historia pura está a punto de cambiar de manos. Y no es un Ferrari común o un Porsche mítico. Se trata de un Mercedes-Benz W196 R utilizado por la marca alemana en los primeros años de la Fórmula 1.
Este coche de carreras, nada menos que uno de los vehículos más codiciados de la historia, será subastado el 1 de febrero del año entrante por RM Sotheby’s. La pieza en cuestión, que ha estado en manos del museo del Indianápolis Motor Speedway desde 1965, saldrá a la venta con un precio estimado 52,6 millones de dólares, lo que podría situarlo como uno de los autos de carreras más caros jamás vendidos en una subasta.
Este W196 R es una rareza, una obra maestra de ingeniería fabricada en 1954, y uno de los cuatro ejemplares que fue producido con la exclusiva carrocería Streamliner, diseñada para cortar el viento como una cuchilla y alcanzar velocidades vertiginosas.
Pero este no es un coche de carrera cualquiera. Fue manejado nada menos que por Juan Manuel Fangio, aunque en la versión de ruedas descubiertas. Pero eso no le resta valor a esta joya con la que el Chueco de Balcarce ganó el Gran Premio de Argentina en 1955, logrando un resultado importante para lograr el segundo de sus cinco títulos mundiales. Este mismo coche también estuvo en manos de Stirling Moss, quien en Monza, en el mismo año, consiguió la vuelta más rápida de la carrera, consolidando aún más la reputación de este monstruo de la velocidad.
Para los que entienden de carreras, el Mercedes-Benz W196 R no es solo un auto: es un símbolo de lo que fue la era dorada de la Fórmula 1 en la década de 1950, un vehículo que consiguió 11 victorias en 14 presentaciones.
Con un motor de 2.5 litros y 8 cilindros en línea, capaz de superar los 300 km/h, este coche representó lo más avanzado en cuanto a potencia y aerodinámica de su época. De haber existido el Campeonato Mundial de Constructores, Mercedes-Benz habría arrasado en la clasificación con un porcentaje de victorias descomunal del 78%.
Ahora bien, lo que eleva aún más la exclusividad de este modelo es que es uno de los únicos cuatro construidos con esa carrocería de Streamliner, un diseño con guardabarros cerrados que lo hace único no solo en su rendimiento, sino también en su apariencia, dándole un aire de futurismo que aún hoy se siente fuera de este tiempo.
Además, el coche será presentado exactamente como cuando Moss cruzó la línea de meta en Monza en 1955, dándole a los coleccionistas una pieza de autenticidad pura, respaldada por una documentación exhaustiva proporcionada por Mercedes-Benz Classic, que certifica su originalidad y estado impecable.
Aunque este ejemplar podría lograr el estatus del F.1 más caro de la historia, sacandole el trono a otra Flecha de Plata que usó Fangio y por la que se pagó 29 millones de dólares, aún está lejos de convertirse en el vehículo de mayor valor en el mundo. Desde 2022 ese honor está en manos de un bellísimo Mercedes-Benz 300 SLR Uhlenhaut Coupé que se vendió por 142 millones de dólares, lo mismo que hoy puede ganar un equipo de F.1 para hacer toda una temporada...