Corría la década del 70 y, como cada 6 de enero, Silvana Villalobos esperaba con ansias su regalo de Reyes. Sin embargo, al momento de abrirlo, se llevó una sorpresa: su hermano varón -que era tan solo un año y medio más grande- recibió una pelota mientras que a ella le dejaron una muñeca. En ese momento, su cabeza hizo un click. Aunque la posibilidad de jugar al fútbol siendo nena era una utopía, esa pequeña Silvana haría todo lo que estuviese a su alcance para conseguirlo.
En 2016, se convirtió en la primera mujer en dirigir a un equipo de hombres en competencias de AFA al encargarse del primer equipo masculino de Boca Bermejo de Mendoza, club al que llevó al Federal C. "Cuando acepté entrenar un equipo de hombres, varios dirigentes se fueron de la reunión diciendo que no iban a aceptar que una mujer esté a cargo de un plantel de varones. Al otro día me presentaron al plantel y también se fueron un par de jugadores", relata Silvana.
Lejos de sentirse derrotada, supo demostrarles que estaban equivocados. Después de 57 años de sequía, Silvana Villalobos logró que el equipo obtuviera un título y lo clasificó por primera vez en su historia a un Torneo Federal. "Mi trabajo, mis ganas, mi perseverancia y mis conocimientos me fueron afianzando. Para mí no hay nada imposible en la vida", recuerda.
Qué sintió Silvana Villalobos cuando derrotó los prejuicios del fútbol
–¿Qué sentiste cuando supiste que eras la primera mujer que dirigía hombres en el país?
-En un primer momento me sentí orgullosa de ser la única mujer que dirigía varones en Argentina, lo viví como un halago. Hoy pienso que no quiero ser más la única. Quiero trabajar para el crecimiento de la mujer: quiero que sigan habiendo chicas, que el fútbol femenino tenga al menos un 80% de mujeres dirigiendo. Hay que seguir peleando, hay muchas mujeres capacitadas para ocupar esos puestos.
-¿Cómo se sienten los hombres cuando los dirige una mujer? ¿Qué percibiste la primera vez?
-Todo depende de cómo lo vea alguien desde afuera. Varios de ellos me conocían porque los había dirigido en reserva y claramente estaban contentos de que fuera su nueva entrenadora, de que los dirija en una primera división. También estaba ese boca a boca entre ellos, de decir "che, mirá que esta mina sabe" o "mirá, es capaz de lograrlo".
-¿Qué diferencias encontraste dirigiendo fútbol masculino y fútbol femenino?
-La diferencia que encontré está en el físico: las mujeres hemos arrancado tarde. Ahora hay escuelitas de fútbol femenino y las nenas se están animando y formando desde los ocho años. Antes no había. Las próximas camadas van a estar mucho más preparadas que nosotras. Los chicos arrancan desde temprana edad porque los padres apuestan que el nene los va a llevar a la fama. Por la nena no se apuesta, de hecho, las familias lo ven como un capricho. A veces algunas familias me dicen: "Voy a ver qué quiere, voy a ver si le gusta, capaz se equivoca".
"Por suerte, cada vez me cruzo con más papás que entienden que jugar al fútbol siendo mujer no es un capricho, es una elección", dice Silvana Villalobos.
-¿En tu casa aceptaron que te dedicaras al fútbol desde el primer momento?
-No, todo lo contrario. Mi vieja al principio no estaba de acuerdo con que jugara a la pelota. Después entendió que el fútbol era mi vida y compartió conmigo todos los campos de juego donde me tocó jugar y dirigir hasta que la pandemia se la llevó. Cada vez que entraba al banco me daba un beso en la frente. En un primer momento creían que "se me iba a pasar". Tengo 50 años y todavía no se me pasó. El fútbol es una enfermedad que no tiene cura. A mi la pelota me eligió.
La carrera de Silvana Villalobos como DT de fútbol femenino
Aunque asumió ser entrenadora del masculino -y desde 2021 dirige el equipo Rodeo del Medio- nunca abandonó el fútbol femenino, espacio donde dio sus primeros pasos como futbolista y entrenadora. Desde 2006 dirige a Las Pumas, el equipo del que surgieron -entre otras- Estefanía Banini, la 10 de la Selección Argentina. "Yo me crié jugando a la pelota con varones y era vista como una extraterrestre. En ese momento se decía que el fútbol femenino no existía, pero en realidad se tapaba. Nunca se visibilizó porque no vendía. Era visto como algo malo", rememora la entrenadora.
"Silvana es una entrenadora que tiene mucha llegada hacia los jugadores. Genera motivación porque tiene una personalidad que arrasa: hace que una haga cosas para las que creía no estar preparada. Me enseñó a ser técnica adentro de la cancha, a manejar los momentos anímicos de un partido y a tomar decisiones en base a la lectura del contexto", explica María Victoria Pintos, capitana de Las Pumas.
Sobre la pelea contra los estereotipos que enfrenta su directora técnica, Pintos agrega: "Hay que tener personalidad para abrirse camino en este ambiente. Tuve la posibilidad de ser la preparadora física de la primera de varones y trabajar en equipo con ella. Esa experiencia se la voy a agradecer toda la vida. Silvana es fútbol, inspiración y lucha constante para las mujeres. Es una bandera, me genera mucho orgullo".
El sueño profesional de Silvana Villalobos: llegar a la selección argentina
Silvana Villalobos tiene un local de bebidas que atiende de 8 a 15, momento en el que es reemplazada por su cuñada para poder dedicarse íntegramente al fútbol. Hasta las 18 entrena con el equipo de masculino y, luego, con el femenino. "Tengo el día bastante agitado, pero es lo que me gusta y lo que deseo. Vivir del fútbol todavía es imposible", reconoce.
–¿Qué sueños te quedan pendientes? ¿Cómo te gustaría que te recuerden?
-Mi sueño es dirigir a la Selección Argentina de Fútbol Femenino. Me gustaría que me recuerden como una luchadora de la vida: he pasado por un montón de situaciones difíciles, hasta de salud. Una vez me operaron, estuve en terapia dos días y al tercero volví a dirigir. También me encantaría que recuerden que levanté la bandera del fútbol femenino y de la inclusión de las mujeres como dirigentes en el fútbol masculino.