Si alguna vez el rally necesitó un héroe en ciernes, no hay duda de que Kalle Rovanperä llegó para encarnar ese papel. Este joven finlandés no es el típico prodigio que surge de la nada; su historia está tejida con hilos de audacia, herencia y una conexión casi mística con los autos de competición.
A sus 23 años, Rovanperä ha acumulado 14 triunfos en el Campeonato Mundial de Rally y ha conquistado dos títulos (2022 y 2023), elevándose con la facilidad de un fantasma en el asfalto, tal como lo hiciera su padre Harri en los días de gloria de la década del 2000.
Pero, como toda buena leyenda, el viaje de Rovanperä comenzó con un toque de surrealismo. A los 8 años, cuando la mayoría de los niños están ocupados con juegos propios de su edad, Kalle ya se estaba convirtiendo en una sensación viral.
Su padre, Harri, grabó al pequeño maniobrando un viejo Toyota Starlet, en medio de los bosques de Jyvaskyla. A pesar de que el niño apenas alcanzaba los pedales y sólo podía ver a través de una rendija del parabrisas, sus derrapes con el viejo coche se convirtieron en un fenómeno en YouTube. El video fue un testimonio precoz del talento innato de Kalle, un talento que desafiaba la lógica y la física.
“No recuerdo mucho de aquel tiempo”, dice Rovanperä con una humildad que desarma. “Era muy pequeño. La verdad es que no sé cómo tenía esa conexión con el auto. Cuando era niño pilotaba toda clase de vehículos, quads, motos, pero no me puse al volante de un auto hasta que tuve siete años. No sé por qué me fue tan fácil, simplemente lo hice. No tengo ninguna explicación, desde el principio me sentí a gusto con el auto. Después de conducir un modelo de rally por primera vez, no he vuelto a tocar otros vehículos de competición.”
El rally no era territorio desconocido para la familia Rovanperä. Harri, el padre, había dejado su marca en el Mundial con Ford, SEAT, Peugeot y Skoda. La única victoria que logro en el WRC fue el Rally de Suecia de 2001, justo antes de la llegada de Kalle al mundo. Pero el legado estaba en marcha, y el joven Kalle estaba decidido a continuar la tradición con un toque revolucionario.
A los 13 años, el niño prodigio decidió que era el momento de dejar atrás las travesuras con los autos de su padre y comenzar a competir de verdad. La falta de edad legal para competir en su Finlandia natal lo llevó a Letonia, donde la edad mínima para los rallys no era un obstáculo. “Fue difícil convencer a la gente de que podía correr y de que era suficientemente bueno. No sé qué pensaban de mí al principio, pero luego vieron que más o menos me defendía”, recuerda con una mezcla de nostalgia y desafío.
En Letonia, Rovanperä hizo su debut en el escenario de rally, compitiendo en los tramos especiales con Risto Pietilainen, el viejo copiloto de su padre. No sólo logró competir, sino que también ganó el campeonato de tracción simple.
En 2015, con sólo 14 años, subió al Skoda Fabia R5 y continuó su racha de victorias. Ganó cinco de las ocho carreras y se coronó campeón, superando a rivales mucho mayores que él. “Letonia fue realmente importante para mí. Antes tenía más o menos el control del auto, pero todo lo demás, cómo funciona un rally, lo aprendí allí”, explica con una sabiduría que va más allá de sus años.
El paso a la categoría mundial parecía inevitable. A mediados de 2017, el equipo Toyota, bajo la dirección de su compatriota Tommi Makinen, le permitió probar uno de los Toyota Yaris WRC. Su debut en WRC2, una categoría promocional dentro del Mundial, en 2017 lo llevó a la cima en 2019, y el salto a la categoría principal del Rally Mundial fue el siguiente paso lógico. En 2022, a los 22 años, se convirtió en el campeón más joven de la historia del WRC, y en 2023 reafirmó su dominio, demostrando que su éxito no era casualidad.
En este 2024, Rovanperä ha optado por una temporada más tranquila, alternando su participación en el WRC con otras especialidades en pista. Su objetivo es convertirse en un piloto completo, una meta que, dada su trayectoria hasta ahora, parece más una formalidad que un desafío.
Kalle Rovanperä no es sólo un prodigio del rally; es una manifestación de talento crudo y pura determinación. Su viaje desde un niño que apenas alcanzaba los pedales hasta convertirse en un fenómeno del rally mundial es una prueba de que la habilidad y el coraje pueden desafiar todas las expectativas.
Y mientras continúa su carrera, no cabe duda de que el mundo del automovilismo estará observando, ansioso por ver qué nuevos límites está dispuesto a romper este joven finlandés.
