La española Laia Sanz es una de las grandes referencias femeninas del mundo del off road y del rally Dakar en particular. La piloto de 37 años, que debutó en la mítica prueba en 2011 sobre una moto, ha logrado acabar todas las ediciones en las que ha participado, convirtiéndose en la única mujer de su país en lograrlo.
Sanz se ha llevado la victoria femenina en sus 11 presencias en motos y en 2015 logró un espectacular 9º puesto en la competitiva general. En 2022 dio el salto a las cuatro ruedas y participó en su primer Dakar en coche. A pesar de enfrentarse a vehículos más competitivos, Sanz logró acabar en la 23ª posición con el italiano Maurizio Gerini como copiloto.
En la 45ª edición del Dakar, que termina el próximo 15 de enero y que tiene a Arabia Saudita como escenario, Sanz compite con un buggy del equipo Astara y ya demostró que está dispuesta a seguir con su racha llegadora.
Es que durante una de las primeras etapas de la carrera sufrió un vuelco espectacular y cuando parecía que sumaría su primer abandono conoció la solidaridad dakariana: varios competidores se acercaron a ayudarles a reparar el vehículo y así ella y Gerini pudieron seguir en carrera.
Desde que Laia Sanz comenzó a correr el Dakar y tener protagonismo en la difícil prueba muchas mujeres se animaron a esta difícil carrera. Tal es así que este año hay cerca de un centenar entre pilotos, navegantes, ingenieras y mecánicas. “Las mujeres ya no somos un bicho raro en esta carrera”, dice con razón.
“He sufrido comentarios machistas, pero me han hecho fuerte y por eso estoy donde estoy. Ahora las chicas que vienen lo tienen un poco más fácil de lo que yo lo tuve y espero que no vivan estas cosas desagradables que he tenido que vivir”, admite Laia, múltiple campeona española y mundial de trial, la especialidad con la que alcanzó su fama.
Con un lugar bien ganado en la carrera más dura del mundo a base de talento, perseverancia, profesionalismo y una tremenda voluntad para sobreponerse a todo y todos, Laia Sanz es digna discípula de la alemana Jutta Kleinschmidt, que ganó en 2001 y desde entonces es la única mujer que ha vencido en la extenuante carrera. Para ese trofeo con forma de touareg sólo necesita una cosa: tiempo.
