Padre e hijo, al límite: la historia detrás de la participación de los Pérez Companc en el Dakar Classic – GENTE Online
 

Padre e hijo, al límite: la historia detrás de la participación de los Pérez Companc en el Dakar Classic

Jorge Pérez Companc
Jorge y Cristóbal Pérez Companc decidieron compartir juntos la edición 2025 de la competencia que se disputa en Arabia Saudita.
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La arena tiembla bajo las ruedas de una vieja Toyota Land Cruiser HDJ 80, impulsada no solo por diésel, sino por el peso de un legado familiar que brilla como el oro. En la edición 2025 del Dakar Classic, que se realiza en medio de la mítica carrera que ya se puso en marcha en Arabia Saudita, Jorge y Cristóbal Pérez Companc no solo compiten; hacen eco como un tributo al legado de GregorioGoyo” Pérez Companc, el patriarca del clan, fallecido en 2024.

Jorge Pérez Companc
Pérez Companc, antes del Dakar. Foto: Gentileza DC.

Pero aquí, en el reino saudí, no hay autos en vitrinas, no hay exposiciones en museos polvorientos: hay acción, sudor y un lazo entre generaciones que se forja con cada kilómetro recorrido.

Goyo Pérez Companc no solo fue un exitoso empresario, sino también un avezado coleccionista de autos. Su obsesión por los clásicos americanos y europeos llenó galpones diseñados con más estilo que la mayoría de los museos. Pero Goyo no corrió. Su territorio eran los eventos de regularidad, donde sus joyas brillaban entre aplausos.

Jorge, el mayor de sus hijos, decidió no limitarse a la colección. Su relación con el automovilismo no es nueva. De hecho, en 2000 corrió junto a su hermano Luis la edición del Dakar que terminó en El Cairo y no solo eso: se convirtieron en los primeros argentinos en llegar a la meta.

Después con el tiempo, Jorge siguió vinculado a la carrera. Fue copiloto de Federico Villagra y pisó el podio en camiones en 2016. Pero el Dakar Classic 2025 marca un giro importante: junto a su hijo Cristóbal, vuelve a llevar el apellido Pérez Companc a las arenas más hostiles del planeta.

Jorge Pérez Companc
Padre e hijo: los Pérez Companc en el Rally Dakar. Foto: Gentileza DC.

Su presencia es el eslabón más joven de una cadena de pasión que Goyo comenzó con autos clásicos y que Jorge decidió transformar en adrenalina pura. Este cambio de paradigma es un gesto audaz, casi irreverente, hacia la tradición de exhibir vehículos impecables para ser más admirados que acelerados.

La Toyota Land Cruiser HDJ 80 que Jorge lleva al Dakar no es solo un vehículo; es un testimonio de su historia familiar. Fue preparada por Mad Panda Motorsport, el equipo de su hijo Ezequiel, y representa un equilibrio perfecto entre nostalgia y tecnología. En la categoría H3, los Pérez Companc no buscan solo competir, sino demostrar que el apellido no está atado al lujo, sino a la resistencia y el ingenio.

Cristóbal, con apenas 25 años, está dando sus primeros pasos en el rally. Sin embargo, su rendimiento como navegante en el RallyClassics Africa 2024 muestra promesa. Su dominio de la tecnología y su conexión emocional con su padre hacen de esta experiencia algo más que una competencia: es una declaración de que la pasión por los autos es un idioma que trasciende generaciones.

En las polvorientas rutas del Dakar, donde la tradición se mezcla con el peligro y la gloria, Jorge y Cristóbal no solo corren para ellos mismos. Con cada acelerada en busca de la meta reinventan su legado. No como guardianes de un museo cerrado, sino como gladiadores en una arena infinita.

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