Lo dice Eduardo Puppo, a cargo de las pruebas y la investigación periodística que recorre Vilas: Serás lo que debas ser o no serás nada, la película de Netflix que se estrena el martes 27 de octubre sobre la vida del ídolo argentino del tenis.
“Pegaba en la pared de mi casa cartulinas para visualizar mejor y ver desde mi escritorio cada situación matemática rara que iba encontrando. Algo parecido al plano que arman los policías cuando estudian un caso. Ahí sumábamos números, los restábamos, y se fue armando todo”, ilustra a GENTE el periodista Eduardo Puppo (63 recién cumplidos) los pormenores de una investigación que finalmente llega como documental con el título de Vilas: Serás lo que debas ser o no serás nada, y recorre la trayectoria del mejor tenista argentino de la historia. Y claro, fue justamente Puppo quien hace más de una década emprendió una cruzada para demostrar que Guillermo (68), injustamente, nunca fue oficializado como Nº1 del tenis mundial.
–¿Por dónde empezaste y cómo fuiste avanzando?
–El paso uno consistió en conseguir todos los resultados entre agosto de 1973 (cuando se inauguró el ranking de la Asociación de Tenistas Profesionales) y diciembre de 1978, el período factible en el que Vilas podía haber accedido al número uno. Le pedí a la ATP su base de datos y me la cedió con toda gentileza, pero la información no llegaba ni al cincuenta por ciento de lo que había sucedido en el circuito profesional.
–¿Entonces?
–La tarea consistía en completar los 542 torneos oficiales que se disputaron en esas 280 semanas, jugador por jugador. Fueron 1.117 tenistas que sumaron puntaje. Recién ahí comenzamos el conteo. Me ayudaron mi esposa, María Luz Marín –que es obsesiva con los temas de investigación–, el matemático y programador rumano Marian Ciulpan y el abogado argentino Adrián Sautu de la Riestra, quien supo llevar el caso adelante en los últimos cinco años. Entran en cuestionamiento cinco semanas de 1975, a partir del 22 de septiembre, y las dos primeras de 1976.
–¿Qué te dijo Vilas cuando decidiste comenzar esta aventura?
–De entrada no pudo decirme nada, porque yo me puse con el tema en 2007, cuando la WTA (Asociación Femenina de Tenis), treinta y un años después de ocurrido, acreditó que la australiana Evonne Goolagong había sido Nº1 y no se la había reconocido. Recién le informé a Guillermo seis años después, cuando encontramos los faltantes y errores de época y comprobamos que los números le daban...
–¿Podés recrear la escena?
–Me acerqué a su casa y, como se ve en la película, el momento contó con una gran carga emocional. Guillermo siempre fue un apasionado por los rankings y su búsqueda del número uno. Que Vilas no haya sido considerado Nº1 del mundo en tenis es una de las mayores injusticias en la historia del deporte mundial. Él jugó y ganó esos partidos. No es que lo merece, como escuché varias veces: le corresponde, por lo que hizo dentro de una cancha de tenis
–¿A qué puede deberse tamaño desliz?
–No acusamos a nadie. En los Setenta hubo más errores operativos que humanos. Era la etapa casi previa a la computación. Eso, sumado a la tardanza con que la ATP recibía los resultados para cargarlos, colaboró para que esto sucediera. Las confusiones partían de ahí. No existía el "live score" como ahora.
–Si mañana el estadounidense Jimmy Connors se levantara y reconociera que Vilas fue número uno en esas semanas que le corresponderían (en las que Jimbo figuró primero), ¿se resolvería el tema?
–Es una pregunta lógica. Ojalá, pero no tiene esa facultad oficial, más allá de que podría considerarse algo simbólico: sería el reconocimiento de un adversario. No buscamos eso ¡aunque admito que pensé en hablar con él! Sin embargo, debe ser algo concreto. Para eso existen las casi 1.200 pruebas que presentamos y lo demuestran. Sólo la ATP, como organismo que conduce el tenis mundial, podría reparar el error. Nunca refutó nada de esta investigación. Incluso estuvo de acuerdo –¡tres veces!– en homologarlo durante el proceso, pero por cuestiones que desconocemos se desdijo y la cuestión quedó en terreno indefinido. Por ello ahora transitamos el camino legal.
–¿Qué significaría para Guillermo que finalmente lo declararan número uno por una o más semanas?
–En su mente y su corazón es algo concreto. Hablo con él una vez por semana desde que se radicó con su familia en Montecarlo, a fines de 2016, y sé que así lo siente. Aportó un montón para esta investigación.
–¿Cómo está de salud (Nota de la Redacción: se comenta que sufre un deterioro cognitivo)?
–La salud es un tema familiar privado, en el que no tengo derecho a meterme. Tampoco puedo informar como periodista sin su pedido. Sí, te confirmo que cuando fuimos a rodar allá a fines de 2019 colaboró muchísimo.
–¿Qué promesa harías si, a partir del documental, finalmente se reivindica a Vilas como número uno?
–Que después de tantos años de trabajo e incertidumbre se sepa a nivel masivo y mundial que nuestra búsqueda por la verdad existe, ya es un buen incentivo. En cuanto a la promesa, si Guillermo llega a sostener la copa de número uno en sus manos, le pediré disculpas a mi familia (María Luz y sus hijos, Melisa y los mellizos Francisco y Ramiro) por el tiempo que le quité... Calculo que, sabiendo que colaboré con este acto de justicia, podrán perdonarme.
Edición de video: Cristian Calvani.
Fotos: Cortesía Netflix.
Agradecemos a Pilar Planells.