Con lágrimas en los ojos y una sonrisa en el rostro, el ex motociclista español Isidre Esteve anunció a mediados de 2016 su regreso al Dakar, la prueba más emblemática del mundo del rally. Desde entonces Esteve no ha faltado a ninguna edición de la dura carrera, que decidió enfrentar sobre un auto, y siempre con una silla de ruedas como compañera inseparable.
Esteve sufrió un accidente en 2007 que le provocó una lesión medular que le dejó sin movilidad en las piernas. Durante años pensó que su vínculo con el mundo de la competición había llegado a su fin, pero en 2009 tuvo la oportunidad de volver al Dakar en un coche y no dudó en aceptarla.
Aunque logró terminar, fue una carrera muy difícil, y debido a las largas etapas y problemas técnicos, padeció dos úlceras por presión en los isquiones lo que lo mantuvo boca abajo durante un año y medio.
Pero Esteve no se rindió, y gracias a su determinación, volvió a competir cuatro años después y para evitar los problemas físicos de su condición, desarrolló un cojín inteligente que va anexado a su butaca y que hoy pueden utilizar otras personas en su misma condición.
Con autos adaptados para que pueda controlar con sus manos se ha destacado en torneos de su país y ahora lucha para volver a ser protagonista en el Dakar como cuando corría en motos (fue cuarto en 2001 y 2005).
“El Dakar ha sido mi vida. Hice el Dakar diez años en moto y recuerdo aquella época como algo maravilloso. Cuando competía en dos ruedas sólo había un objetivo, que era ganar. Ahora las cosas han cambiado: tuve el accidente y voy en silla de ruedas, pero puedo volver a una vida a la que creo que pertenezco, naturalmente no en moto, pero sí en coche, y esto es lo que me motiva”, dice..
Amantes de los desafíos, Esteve decidió correr la 45ª edición del rally Dakar, que se disputa hasta este domingo en Arabia Saudita, con una Toyota Hilux de la clase T1+, la de mayor relevancia, y utilizando un combustible sostenible desarrollado por Repsol.
“El Dakar tiene un componente de aventura, de superación, de reto personal que no tienen otras competiciones. Todavía digo: 'bien, otro año en el Dakar' Es verdad que si cada vez que vas tienes un proyecto mejor, es motivador ir al Dakar. Lo difícil sería ir hacia atrás. En este 2023 me motiva ir con un coche increíble de última generación, pensando en que aceleraremos donde los mejores y no frenaremos donde ellos aceleran”, apunta Esteve, el mejor ejemplo de que nada es imposible, ni siquiera en el rally Dakar.