Al momento de hablar del enduro, una de las disciplinas del motociclismo que más adeptos tienen en la Argentina, el apellido Benavides es extremadamente conocido gracias a Kevin y Luciano, dos hermanos que a base de grandes resultados en competencias internacionales se han ganado un merecido lugar entre las figuras destacadas de esta especialidad. Desde hace unos años los Benavides decidieron concentrar su campaña deportiva en el rally Dakar, la competencia más extrema y difícil del mundo.
En 2021, después de varios intentos, Kevin Benavides (33) logró ganar la competencia, todo un hito para el deporte sudamericano ya que ningún representante de esta parte del mundo había logrado tal resultado. El trofeo con forma de touareg que levantó hace dos años en Arabia Saudita, donde actualmente el Dakar realiza su 45ª edición, se sumó a los más de 300 copas de victoria que tiene en su casa en Salta.
Además, consiguió diez títulos regionales, fue cuatro veces campeón argentino, tres veces campeón sudamericano y logró cinco medallas de oro en el Six Days. Tras ganar el Dakar 2021 con Honda, ahora aspira a repetir el triunfo con KTM, algo que le permitiría ser el único piloto en la historia de la carrera en ganar con dos marcas distintas.
Luciano es siete años más joven que su hermano y también ha conseguido grandes éxitos en su carrera. Ha ganado dos títulos junior, dos en la categoría mayor y una medalla de oro en el Six Days. En su segunda participación en el rally Dakar salió octavo y al año siguiente se quedó con el sexto puesto. En los dos últimos años no logró buenos resultados, pero eso no lo desanima en la búsqueda de su primer podio y recompensar la confianza que depositó en él la marca Husqvarna.
Efectivamente, los hermanos Benavides son rivales, aunque como las dos empresas a las que representan pertenecen al mismo “holding” están en familia. Eso les permite, por ejemplo, compartir motorhome. “Este año a mi me tocó la cama grande”, bromea Luciano en el encuentro con Gente en suelo saudí.
Si bien por un una cuestión propia de la carrera es poco probable que puedan hacer una etapa juntos. Sí viajan en tándem cuando viajan al campamento después de terminar la especial. “Es bueno poder compartir esta carrera con mi hermano. Eso lo hace una experiencia única”, afirma Kevin.
Respecto a esta nueva aventura, el mayor de los Benavides sabe que la carrera no será sencilla. “El Dakar va a ser más largo y dicen que será más duro. La verdad es que así lo espero, porque el 2022 fue un Dakar muy rápido y casi sin navegación. Obviamente trataré de ir a pelear para estar en el Top. Ese es el objetivo siempre. Tengo que estar enfocado en hacer mi tarea día por día, hay que ir sumando, sobre todo en una carrera tan larga”, analiza.
“Me gusta mucho que se plantee un Dakar más duro, de más navegación. Ojalá que haya mucha variación de terrenos. ¿Objetivo? Mi sueño es estar en el podio y ganarlo, obviamente. Para eso trabajo todos los días, pero soy consciente de que todo lleva su tiempo, una maduración. Voy día a día, para alcanzar el resultado”, agrega Luciano.
Los hermanos Benavides son luchadores y sacrificados y siempre han estado obsesionados con mejorar y ganar. Su pasión por las motos es innegable y han demostrado ser campeones desde la cuna. Sin duda, prometen seguir sorprendiendo a toda velocidad en la carrera más difícil del mundo.
