Fue el viernes 30 de octubre, cuando Diego Armando Maradona festejaba sus 60 años: el astro argentino hizo su última aparición pública en el Bosque, durante un partido de Gimnasia y Esgrima La Plata, cuando recibió una plaqueta de parte de las autoridades del fútbol argentino. El Diez debió retirarse a su casa antes de que finalizara el encuentro para cuidar de su salud, que ya por entonces se sabía comprometida.
Diego había pasado los días previos a su cumpleaños aislado por un contacto estrecho con un caso sospechoso de coronavirus, pero ese mismo día su médico Leopoldo Luque había informado que la persona en cuestión había dado negativo, por lo cual el DT finalmente se hizo presente en el partido entre Gimnasia y Patronato, en la reanudación del fútbol argentino con el inicio de la Copa de la Liga Profesional.
A pocos minutos del inicio del encuentro, Diego, entrenador del Lobo, llegó al estadio en una camioneta, para ser agasajado por autoridades del club platense, de la Liga Profesional y de la Asociación del Fútbol Argentino. Marcelo Tinelli y Claudio "Chiqui" Tapia fueron los encargados de recibirlo.
Maradona saltó al campo de juego, donde fue homenajeado con una plaqueta, se sacó fotos y recibió todo tipo de regalos, tras lo cual se sentó en su silla personalizada para ver el encuentro. Sin embargo, cuando transcurría el primer cuarto de hora del partido, El Diez abandonó el Bosque y se retiró a su casa para seguir el match desde allí, algo que su abogado, Matías Morla, había adelantado que sucedería. “Lo que yo opino es que Diego es de alto riesgo. La pandemia es muy grave, se está muriendo un montón de gente. Aunque su allegado no tenga covid-19, yo entiendo que es de riesgo. Sería bueno que vaya, salude y regrese pronto", declaró en diálogo con Intrusos.