Martín Murano, el hijo de Yiya Murano, participó del ciclo de entrevistas conducido por Migue Granados, La Cruda, en el que contó parte de su historia, los crímenes que cometió su madre y reveló varios secretos de su familia. Además de incomodar a Migue en varios momentos con su forma de esquivar preguntas y de querer promocionar su nuevo libro.
Aunque su verdadero nombre era María Bernardina de las Mercedes Bolla Aponte de Murano, mediáticamente se la conoció como Yiya o como "La Envenenadora de Monserrat", y conformó un importante capítulo en la historia criminal argentina al haber asesinado a varias personas en el marco de una estafa que elaboraba como prestamista.
Durante esta charla, Martín habló de su difícil infancia junto a Yiya y recordó el día en que ella lo quiso envenenar: "Primero, no se sabe si fue un ensayo pero al primero que quiso envenenar y matar fue a mí, cuando yo tenía 10 años. Y bueno, fue con un pedazo de torta y al momento en que yo estaba a punto de comerla, me la sacó de la mano y la tiró por lo que en esa época era el incinerador. ¿Se arrepintió? ¿No se animó? Nunca lo sabremos".
"La torta estaba envenenada y muchos años después... entre líneas me lo confesó. Te estoy hablando muchos años después", contó Martín, dando cuenta el difícil vínculo que tenía con Yiya, quien a pesar de ser su madre biológica, él remarca que el vínculo de madre lo tuvo con otra mujer que lo cuidaba, no con Yiya.
En la charla con Granados, Martín también reveló que quien le dio el apellido Murano no era biológicamente su padre, sino que fue fruto de una infidelidad de Yiya: "Mi viejo no es biológicamente mi viejo. Yo me enteré a los 18 años, si bien lo sospechaba... vos fijate qué paradoja. Yiya biológicamente lo es... es el vector que me trajo al mundo, y para mí no es mi madre. Y Antonio Murano biológicamente no es mi padre y yo llevo con orgullo el apellido Murano, porque es el apellido del hombre más noble que conocí en mi vida".
Para la cultura popular, la historia de Yiya no solo se hizo sumamente conocida por sus crímenes, sino también por varias presencias en canales de televisión, donde luego de cumplir su condena de 13 años, aseguraba que era inocente y hasta bromeaba al respecto.
Además de su recordado paso por el programa de Mirtha Legrand en el año 2008, en el que se dio el momento en el que Yiya le ofrece a la conductora unas masitas, con la broma presente de que podrían estar envenenadas, la criminal también tuvo su capítulo de la tira argentina Mujeres asesinas (eltrece) en el año 2006, en el que Nacha Guevara se puso en la piel de Yiya para contar su historia.