Felicitas Alvite, quien se hizo conocida mediáticamente por su apodo “La Toretto”, después de atropellar y matar al motociclista Rubén Armand, podría quedar en libertad en las próximas horas.
Esto se debe a que la joven no presentaría un peligro de fuga, ni estaría dispuesta a entorpecer la causa, según analizan desde la Justicia.
Sin embargo, lo que más preocupa a los fiscales es la gran diferencia que hubo en los testimonios de La Toretto y uno de sus acompañantes, quienes habrían dado explicaciones muy distintas sobre cómo ocurrió el accidente.
Una de las cuales sería que, al estar borracha, la joven miró su teléfono móvil y al distraerse con sus amigos terminó por chocar a Rubén. Pero esta excusa no sería suficiente para los investigadores y de descubrirse que fue un falso testimonio podría estar entorpeciendo la causa, llevando su pena a una mucho peor.
En su declaración Felicitas Alvite aseguró: “Siento que me subo al pasto, a la vereda y que el auto vuelve a bajar. Esto lo veo después cuando vuelvo a bajar. Porque en ese momento yo estaba muy shockeada y cuando me doy cuenta que tengo que frenar, freno y pongo balizas, y me quedé dura porque me di cuenta que tenía que frenar y apreté el freno”.
“Y cuando frené, mi amigo se baja corriendo y yo estaba como en estado de shock, que no entendía qué estaba pasando, me sacó el cinturón y bajo. Me puse frente al auto y vi liquido que pensé que era sangre”, continuó relatando sobre esa madrugada trágica.
A su vez, la joven también advierte en su declaración que existieron otras personas que puedan corroborar su versión.
“Y como pensé que era sangre no quería ir a ver lo que había pasado y ahí viene Tomás mi mejor amigo y ya tenía él el celular en el oído. Estaba llamando al 911. Y yo empecé a caminar para donde estaba el hombre y lo vi, había mucha gente alrededor y me dijeron que no lo toque. Ellos me comentaron que también habían llamado a la ambulancia también”, indicó.
“Lo vi ahí tirado y como que gritaba, yo no lo podía creer. Llamo a mi amiga Valentina por teléfono y desesperada le dije que había chocado que viniera rápido. Me preguntó dónde estaba y le dije que no sabía. Ella vuelve por donde venía y ahí me encuentra”, argumentó la imputada.