La noticia de la muerte del Papa Francisco generó conmoción en todo el mundo. Rápidamente se empezó a especular si el deceso tuvo que ver con los problemas de salud que venía atravesando los últimos meses. Ante esto, el diario italiano Corriere della Sera reveló de qué habría muerto el Sumo Pontíficie.
A pocas horas de conocerse la noticia del fallecimiento del Santo Padre, en TN compartieron algunos detalles de lo que está ocurriendo en Roma. En este contexto, el periodista Gonzalo Bañez reveló la información que está circulando sobre la posible causa de muerte del Papa Francisco.

El editor de Internacionales afirmó: "La primera información que está circulando en los medios italianos, más precisamente en Corriere della Sera, uno de los principales medios de aquel país, y lo manejamos con total cautela esta información, pero están dando cuenta de que podría haber muerto de un derrame cerebral".
"En la noche de hoy de Italia, en algunas horas aquí en Argentina, ya que hay 5 horas de diferencia, el Vaticano estaría publicando un comunicado oficial con las causas de la muerte del Papa Francisco. Más allá de esta neumonía bilateral que lo aquejaba y que lo tuvo 38 días internado, según Corriere della sera y los medios italianos, esta sería la causa de la muerte del Papa Francisco, un derrame cerebral", detalló Bañez.

Los problemas de salud que atravesó el Papa Francisco los últimos meses
El Papa Francisco venía atravesando diferentes problemas de salud, que generaban mucha preocupación. Es que el 14 de febrero fue internado en el Hospital Gemelli de Roma por problemas respiratorios y se confirmó que estaba transitando una bronquitis por infección polimicrobiológica, sumado a una neumonía bilateral.
Finalmente, el domingo 23 de marzo, recibió el alta médica, luego de estar internado durante 38 días. Antes de salir del hospital, el Sumo Pontífice realizó su primera aparición pública: salió en silla de ruedas al balcón del segundo piso del centro de salud, para saludar a la multitud de fieles y bendecir a todos los presentes que esperaban su aparición.

El Papa, de 88 años, levantó el pulgar, en señal de que estaba bien, saludó a la multitud y bendijo levantando sus manos de su regazo. A pesar de que se creía que no hablaría, debido a sus dificultades respiratorias por el prolongado uso de oxígeno durante su hospitalización, en un momento le pidió a un colaborador que le acercara un micrófono.
"Gracias a todos", dijo con voz débil, casi difícil de comprender. Ante la dificultades de respirar del Papa, decidieron retirarlo velozmente del balcón, en medio de los aplausos y gritos de la multitud. Unos minutos más tarde se lo pudo ver abandonar el hospital, con cánulas nasales de oxigenación puestas, sonriente, pero con aspecto cansado.