Falta poco más de un mes y medio para cumplirse un año de la desaparición de Loan Danilo Peña, el niño de cinco años oriundo de Corrientes. Otro caso resonante de los últimos meses es el de Lian Gael Flores Soraire, de tres años, nacido Córdoba. Pero a la par de estos casos sumamente mediáticos, hay muchas otras búsquedas activas no tan conocidas y cientos de denuncias.
La reconocida organización Missing Children Argentina, en voz de su titular Ana Rosa Llobet, dio cuenta de un informe que detalla la constante cantidad de denuncias por día relacionadas a extravío de niños, niñas y adolescentes en el país.

“Es alarmante, y hay que pensar que recibimos parte reducida de las denuncias que se producen en el país, porque no todas las denuncias nos llegan. Hay mucho más de seis denuncias por día. Es un promedio, todos los días varía”, reveló Llobet.
Según detalló la titular de la ONG, en el país hay 42 búsquedas activas, es decir esa cifra de niños que hasta la fecha continúan desaparecidos y que las investigaciones aún no han dado con un resultado determinante. “Uno puede suponer que hubo detrás algún delito de trata, pero siempre estamos en el terreno de las hipótesis”, remarcó Llobet, siendo esto también comparable con las posibilidades que se barajan en casos conocidos como Loan y Lian.
La importancia de “la hora de oro” cuando desaparece un niño
La titular de Missing Children Argentina remarcó lo que se plantea como “la hora de oro”, un tiempo clave desde el momento en que desaparece el niño y que se debe actuar para hacer de su búsqueda lo más efectiva posible: “En la primera hora que se pierde un niño, puede ser encontrado en su contexto habitual”, explicó en diálogo con radio Mitre. En ese sentido, también se remarca la importancia de denunciar lo antes posible la desaparición del niño.

Actualmente la ONG lleva adelante tareas de búsqueda en diferentes partes del país, en una labor en muchos casos articulada con organismos judiciales o directamente con las familias de los niños desaparecidos: “Nosotros nos ocupamos de la búsqueda de los chicos, y nuestra tarea termina cuando los chicos son encontrados”, explicó Llobet, para luego detallar: “Muchas veces no sabemos qué les pasó, porque las familias a veces no cuentan y no tenemos derecho a exigir ningún tipo de explicación”.
La metodología de trabajo de Missing Children actualmente está articulado principalmente con las redes sociales, al entender que la mayoría de las personas tienen algún tipo de acceso a ellas y pueden aportar información más allá de lo geográfico, de donde se encuentren: “Nos manejamos a través de redes, Twitter, Instagram y Facebook, que tenemos el teléfono oficial de Missing Children, a donde la gente se puede comunicar para pedir asesoramiento, ayuda, y sobre todo para pedir datos”.
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