A 20 años de Cromañón, la vida después de la tragedia: qué pasó con los sobrevivientes, cómo está el lugar, en qué quedó la causa y qué piden los familiares de las 194 víctimas – GENTE Online
 

A 20 años de Cromañón, la vida después de la tragedia: qué pasó con los sobrevivientes, cómo está el lugar, en qué quedó la causa y qué piden los familiares de las 194 víctimas

En un informe especial, GENTE habla con quienes lograron salir del lugar con vida, músicos, psiquiatras, abogados y hasta con un taxista que por una noche convirtió su auto en ambulancia.
Actualidad
Actualidad

A 20 años de la tragedia de Cromañón, aún se respira dolor alrededor del lugar. Hay intervenciones artísticas, zapatillas colgando y cuadros con las caras de las víctimas que conforman un santuario, El Pasaje de los Pibes, como lo llaman sobrevivientes y familiares. El Barrio de Once está habitado por murales que recuerdan el horror de aquella noche del 30 de diciembre de 2004 y que aún hoy cimienta la vida de quienes lograron escapar del fuego y de los seres queridos de quienes no.

Vallas y maderas bloquean la puerta del local, al que quieren convertir en un espacio para la memoria. En su fachada se leen los nombres de los muertos. Son 194.

Hace exactamente 20 años, Callejeros daba el último de sus tres recitales en Cromañón para cerrar el año. Pero una cadena de cuestionables circunstancias convirtió lo que iba a ser una fiesta para los fanáticos y los músicos en uno de los capítulos más tristes de la historia argentina.

Se estima que hubo entre 4500 y 6000 personas, aunque el lugar estaba habilitado para 1031. A esa irregularidad se le suman: salidas de emergencia insuficientes y varias trabadas con cadenas y candados; materiales inflamables en el techo, como la media sombra y los paneles acústicos; falta de matafuegos en condiciones; uso de pirotecnia y falta de control.

El juicio oral y público procesó a 26 personas y 21 de ellas recibieron una condena, aunque solo 18 pasaron por la cárcel. Omar Chabán, gerente de Cromañón, fue quien recibió la pena más alta, de 20 años de prisión. Murió el 17 de noviembre del 2014 mientras cumplía prisión domiciliaria. Los integrantes de Callejeros recibieron penas de entre 5 y 7 años de prisión por “responsabilidad indirecta”, mientras que Aníbal Ibarra, el entonces Jefe de Gobierno Porteño no recibió condena, pero fue destituido de su cargo mediante juicio político. Otros funcionarios de la Ciudad recibieron condenas de 2 a 8 años.

En una tapa especial, Revista GENTE dialogó con varias personas que de una u otra forma estuvieron involucradas con lo ocurrido ese día. Sobrevivientes y familiares de víctimas, los músicos que estuvieron esa noche y médicos y vecinos que asistieron en medio del caos son algunos de los testimonios que permiten entender mejor lo ocurrido hace 20 años, pero también conocer qué pasó luego, cómo siguieron con sus vidas, qué cambió con el paso del tiempo y qué cosas siguen igual.

La lista con los nombres de las víctimas es una de las imágenes más impactantes en la puerta de Cromañón.

"La única razón por la que salimos o no salimos de ahí fue la suerte", dice Diego Coccuza (sobreviviente y presidente de la asociación No Nos Cuenten Cromañón) Y suma. “Ese día yo fui a ver un recital a un lugar habilitado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que tenía un montón de irregularidades y que no las sabíamos”.

Cromañón: los imputados y los que quedaron afuera

Omar Chabán fue condenado y murió cumpliendo prisión domiciliaria en 2014.

El circuito de la música, el de los recitales y grandes eventos en vivo, y la vida de toda una generación no es la misma desde aquella noche. No solo hubo miles de personas que necesitaron ayuda psiquiátrica para recuperarse del trauma sino que se inició un largo proceso para encontrar a los responsables de la tragedia.

En 2008 se realizó el juicio oral y público por el cual fueron procesados Chabán y gente de su equipo, integrantes de Callejeros y funcionarios públicos. Aunque los miembros de la banda primero fueron absueltos y recién en 2012, algunos de ellos fueron condenados.

“Las condenas que se dictaron tienen relación con los delitos que se condenaron. Nunca una condena debe ser ejemplificadora porque eso supone que la misma tiene que ver con la impresión que uno quiere causar, y eso no termina coincidiendo con los hechos juzgados. En este caso fueron coincidentes a los hechos que se probaron. Yo estoy de acuerdo con las mismas, aunque no con el resultado total de los juicios. Hubieron muchas personas que quedaron afuera y deberían haber estado en la causa penal", detalla José Iglesias a Revista GENTE.

Si bien pasaron 20 años, el pedido de Justicia y de Memoria sigue vivo en familiares y sobrevivientes.

Iglesias es padre de Pedro, una de las víctimas, fue una de las voces destacadas que se alzó desde el primer día en la búsqueda de Justicia. Él tuvo la mente fría para unir a gran parte de los familiares y sobrevivientes para avanzar judicialmente en una estrategia única.

Sobre la figura de Aníbal Ibarra y la situación de su actividad política, opina: “Es algo deleznable, propio de nuestro sistema político que lo destituyó y no lo inhabilitó. Cuando se estaba tratando el juicio político, organizó con el dinero de la ciudad movilizaciones tremendas en nuestra contra. Un escenario con otros políticos en Plaza de Mayo. Esa rata hasta último momento hizo eso”.

Revista GENTE se comunicó con el ex Jefe de Gobierno pero eligió no hacer declaraciones.

“Íbamos a formar una familia, pero solo yo logré salir viva”

Fabiana Puebla, sobreviviente de Cromañón.

Fabiana Puebla tenía 27 años el 30 de diciembre de 2004 y un novio con el que tenía muchos proyectos y con quien convivía. Se llamaba José Cantale y gracias a él hoy cuenta la historia.

“Antes de Cromañón vivía con José, era ama de casa. Teníamos proyectos juntos, el proyecto principal era formar una familia… y estábamos construyendo una casa en el terreno de sus padres…”, dice y relata parte de lo que fue la noche más triste de su vida.

Esos proyectos quedaron truncos porque su pareja no logró salir con vida del lugar. "Cuando empieza el incendio, cuando la bolita de la candela pega en la media sombra, se abre de inmediato. José actuó rápido, se sacó la remera y me la puso en la cara”, describe.

Algo que fue vital para que lograra sobrevivir: la mayoría de las víctimas murió por inhalar gases tóxicos que los quemaron por dentro.

Fabiana Puebla junto a la imagen de su pareja, José Cantale, fallecido en Cromañón.

Hoy Fabiana vive en Capital, es madre de dos (Valentina, de 14, y Luca, de 6) y trabaja en asistencia para el acceso a viviendas.

"Aunque alguna vez fui a una marcha, yo no militaba. Ahora, desde el día en que salí de estar internada por Cromañón hasta la actualidad, estoy en la calle, estoy militando, estoy trabajando para mantener viva la memoria. Y que esto, lo que pasó con tantas muertes, no sea en vano y que pueda servir para algo”, expresa. 

Más allá del dolor, Puebla logró formar una familia con Eduardo Salinas, con quien tuvo a Luca. Él también es sobreviviente de la tragedia e integrante de la Asociación Movimiento Cromañón.

Un taxi convertido en ambulancia

Miguel Ángel Di Sábato, taxista.

La noche de Cromañón, sucedieron hechos inesperados y muchas personas se convirtieron en seres de vital importancia para ayudar a los pibes que estaban encerrados en el lugar.

El caso de Miguel Ángel Di Sábato es uno de ellos: un taxista que se convirtió en rescatista, bombero y hasta en conductor de una ambulancia improvisada. Cuentan que cuando llegaron los primeros móviles policiales al lugar no entendían lo que estaba sucediendo.

Lo primero que se dijo era que se trataba de una bailanta, los mismos bomberos primero pensaron que se había quemado un matafuegos y no dieron crédito a lo que pasaba adentro del lugar hasta que pasaron algunos minutos.

En ese contexto. aparece Di Sábato. En medio de la ronda nocturna, una mujer se sube a su auto y le dice: “Mi hija está en el boliche República de Cromañón, se está prendiendo fuego, vamos lo más rápido posible”.

Hoy, con 58 años, parado de espaldas a la puerta del boliche, recuerda esa noche a carne viva: “Cuando llegamos a Bartolomé Mitre, ya la calle estaba muy pesada. Veías chicos, gente que sacaban del boliche. Era todo caos. Cuando la pasajera se baja, un policía trae dos chicos, me los sube al auto y sube él conmigo. Y me dice: `Vamos para el Hospital Ramos Mejía”.

Imagen de la conmoción en la noche del incendio.
Imagen de la conmoción en la noche del incendio.

Y suma: "Cuando llegamos al hospital, en el playón de entrada, comenzaron a atender a los chicos que traían. Bajaron los dos que llevé y enseguida se suben médicos para volver a Cromañón con equipos que parecían tanques de oxígeno”.

Esa noche fueron varios viajes pero el trabajo de Miguel vinculado a Cromañón no terminó ahí. “Yo vivía en Balvanera, no tan lejos de donde ocurrió todo, y cuando salgo a trabajar el 31 de diciembre, el primer viaje fue a la morgue en calle Viamonte. Papás que salían, mamás, hermanos, amigos. Allí otro me pide que lo lleve al hospital Durán, ahí, otro, al Ramos Mejía. Era una seguidilla de viajes de padres averiguando si su hijo estaba en las listas de pacientes internados o fallecidos”, relata.

La asistencia en salud mental, otro de los desafíos post Cromañón

Daniel Mosca, médico psiquiatra.

Casi a la par de la asistencia del SAME y las fuerzas de seguridad a los heridos de Cromañón, se inició el trabajo de diferentes grupos de profesionales vinculados a la salud mental.

Daniel Mosca, médico psiquiatra (M.N. 87.151), es uno de ellos. Hoy coordina el equipo "Factores Humanos" del SAME y un servicio de "Estrés Traumático" en el Hospital Alvear.

Durante el primer año, el 2005, en el Alvear recibimos a más de mil personas entre sobrevivientes y familiares de los fallecidos. Es un número que cambió la forma de trabajo del hospital. Tal vez antes teníamos como principal patología la esquizofrenia y el trastorno de la personalidad. Ese año lo principal era trastorno por estrés postraumático, que está dentro del trastorno de ansiedad”, explica Daniel a Revista GENTE sobre el hito profesional que significó Cromañón.

Imágenes de la noche de la tragedia. Foto: Enrique Garciía Medina.

Al momento de describir los síntomas que padecían los sobrevivientes y los familiares de las víctimas, Mosca habla de tres grupos. “Uno tiene que ver con la ansiedad, el paciente vive una híper alerta constante, le cuesta dormir, todo el tiempo siente que está en peligro", describe.

Y suma: "Otro tiene que ver con la anestesia emocional, no sentir afecto por las cosas que sentía, con intención de protegerse de lo que padeció. Y un tercer grupo que tiene que ver con la reexperimentación de lo sucedido. Se le cruzan imágenes de lo que vivió, también pueden ser pesadillas. En estos casos no podían estar en lugares oscuros o con mucha gente porque los trasladaba directamente a esa noche”.

El Alvear, junto a otras tantas instituciones de salud de la Ciudad, fue un espacio donde durante estos 20 años, los sobrevivientes y familiares de las víctimas hicieron un largo recorrido para afrontar el después y encontrar una forma de seguir adelante luego de la tragedia.

Ojos Locos, la banda telonera de Callejeros

Martín Martines, cantante de Ojos Locos.

Callejeros cerraba el año con tres recitales consecutivos en el boliche República de Cromañón, los días 28, 29 y 30 de diciembre. Las primeras dos noches Los Pérez García y Los Garfios, respectivamente, fueron los teloneros. El día de la tragedia, el turno fue de Ojos Locos.

Martín Martines, cantante de la banda, intenta recrear de a pedacitos lo sucedido esa noche. Para él tocar en el recital de Callejeros era un sueño y una oportunidad. “Nos habían propuesto tocar en la tercera noche, y para nosotros fue como recibir, no sé… como que Messi te invite a un partido de la Selección. Era la banda del momento, que nos identificaba musicalmente. Íbamos a poder mostrar nuestra música delante de todo el público de Callejeros, era muy importante y habíamos invitado a nuestras familias a que nos vieran”, relata.

Y cuenta que después de tocar Patricio Fontanet lo invitó a tocar un tema con ellos. Lo primero que hizo fue ir corriendo a buscar a sus padres para contarles que iba a cantar un tema pero no los encontró. A los pocos minutos comenzó el show y el resto es historia. Apenas empieza el recital, alguien tira una bengala, se incendia el techo y comienza la faena por intentar salir vivo del lugar.

El relato de Martín combina algunas escenas, flashes que recuerda, sumado a lo que le contaron quienes finalmente lo rescataron, ya que perdió la conciencia dentro de Cromañón, pero un detalle le permitió mantenerse con vida: “Cuando se cortó la luz, se desmadró todo. Te chocabas con toda la gente. Me acordaba que había una puerta hacia un lado y la encontré porque entraba un hilito de luz por la cerradura. No pude abrirla, y para entonces ya sentía que las piernas se me aflojaban por el calor, así que me quedé ahí, arrodillado, tratando de respirar por la cerradura, aunque la puerta me quemaba la cara. Eso fue lo último que me acuerdo, no sé si pasaron segundos o minutos”.

La banda teleneó a Callejeros la noche de la tragedia. Los músicos son sobrevivientes y también perdieron a seres queridos.

Su siguiente recuerdo es despertarse en un hospital, la imagen de chicos tirados por todos lados y el rostro de su padre. Luego debió ser internado en terapia intensiva por varias semanas, ya que sus niveles de oxígeno en sangre eran sumamente bajos: “Es todo como pedacitos de una película. Era como que me conectaba y me desconectaba y recién a la semana de estar internado, que le pedí los diarios a mis amigos porque no me querían contar qué había pasado, yo creía que era el único internado, ahí empecé a armar el rompecabezas y entender”.

Al igual que Martín, los demás integrantes de la banda buscaron a sus familiares y amigos luego de tocar, pero no a todos los pudieron encontrar. Años más tarde, cuando retomaron sus actividades musicales, le dedicaron su disco “Guerra de nada” a los 11 familiares que murieron esa noche.

Para el cantante de Ojos Locos la noche del 30 de diciembre le dejó secuelas en su cuerpo que le afectan hasta el día de hoy: “Este invierno tuve una gripe fuerte, y cuando escupo moco, todavía largo filamento del humo. Todos los años tengo controles, placas, tomografías”.

Los 10 números que dejó Cromañón

Imágenes de las zapatillas rescatadas del lugar tras el incendio.
  • El boliche República de Cromañón estaba habilitado para máximo 1031 personas.
  • El 30 de diciembre de 2004, había entre 4500 y 6000 personas dentro del boliche (194 murieron).
  • 4500 es el número de sobrevivientes que se estima pudieron salir del lugar, aunque solo 1800 fueron reconocidos como tales por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
  • 124 sobrevivientes figuran como heridos en la causa penal.
  • 887 sobrevivientes fueron internados con diversos grados de lesiones y envenenamiento pulmonar.
  • Más de 1000 personas fueron asistidas durante el 2005 por ansiedad y estrés postraumático en los diferentes hospitales de la Ciudad a raíz de Cromañón.
Imágenes de Revista GENTE de la noche de la tragedia.
  • Hubo más de 2700 entradas que fueron vendidas anticipadamente, a las que se suman más de 500 en puerta. Empleados, músicos, familiares y amigos completan la lista.
  • El juicio oral y público procesó a 26 personas y 21 de ellas recibieron una condena, aunque solo 18 pasaron por la cárcel.
  • Hubo al menos 16 sobrevivientes de Cromañón que se suicidaron durante estos 20 años. La cifra varía porque hay familiares que prefirieron que no fuera público.
  • Existen al menos nueve asociaciones de sobrevivientes y/o familiares de víctimas de Cromañón formadas en estos 20 años: “El camino es cultural”, “Movimiento Cromañón”, “No nos cuenten Cromañón”, “Ni olvido ni perdón”, “Organización 30 de diciembre”, “Sin derechos no hay justicia”, “Plaza los pibes de Cromañon presentes”, “Familias por la vida” y “Que no se repita”.


Edición: Dolores Moreno
Cámara: Candela Petech, Martina Cretella y Miranda Lucena
Montaje: Candela Petech
Material de archivo: Gustavo Ramíre
Agradecemos a los sobrevivientes y las asociaciones que participaron de esta producción y sumaron su testimonio.

Más información en Gente

 

Más Revista Gente

 

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig