-Te pido por favor que no hablemos más de Cristian. Ya dije todo lo que tenía que decir sobre él -dice Gabriela Bo, enfundada en una inquietante bikini en medio de la producción de fotos.
-¿Qué significa decir todo?
-Que no me callé nada. ¿Por qué? ¿Dudás?
-No, para nada. Y como respeto su pedido, le pido si me deja hacerle la última consulta sobre él.
-No, ya fue, ahora quiero mirar al futuro.
-Es que tiene que ver con su futuro artístico…
-A ver, dale…
-¿Qué le contesta a los que dicen que armó todo este escándalo para hacerse famosa y conseguir trabajo como actriz?
-Que yo no conté lo que ocurría en mi pareja buscando un rédito. Lo hice para que le pueda servir a otras mujeres que estén sufriendo algún tipo de violencia verbal o física. Yo era una de las que me callaba, pero…
-¿Pero qué?
-Y… llega un momento que no aguantás más, y aunque no sea fácil, igual hay que animarse. Te voy a contar algo muy íntimo que no sabe nadie: cuando vi a Andrea Del Boca relatar su historia trágica ante Jorge Rial, me dio fuerzas para decir mi verdad. No sé, la vi tan sola, pero tan valiente y luchadora, que me sentí reflejada.
-Lo que no puede negar es que desde que contó cómo la maltrataba Cristian Castro empezaron a lloverle ofertas de trabajo.
-Bueno, no es para tanto.
-Vamos Gabriela, ¿no se entrevistó con Sebastián Ortega en Ideas del Sur?
-Claro, pero yo no salí a hablar de mis tristezas sentimentales para empezar una carrera.
-Cuénteme qué le ofreció Ortega.
-Quiere que haga una prueba de cámara para incorporarme al unitario de terror que se filmará en Neuquén. Se llama Sangre Fría, y está encabezado por Mariano Martínez, Dolores Fonzi y Juanita Viale.
-¿Y usted qué le contestó?
-Que me parece una idea fantástica. Todo dependerá de mí y eso me gusta. Me dieron textos para que vaya practicando y después interpretarlos. La verdad es que me fui encantada por la manera en que me trataron. Tanto Sebastián como Pablo Culell -el productor general- me parecen personas muy serias y excelentes profesionales. Me hicieron sentir más que bien. La verdad es que se los agradezco.
-¿Es cierto que también la tentó Adrián Suar?
-Llamar, no me llamó. Sé que alguna persona vinculada a él pidió mi teléfono para ubicarme, pero nada más que eso.
-También se dijo que podía llegar a convertirse en modelo. ¿Lo pensó?
-No sé, yo preferiría hacer la carrera de actriz. Quiero estudiar y perfeccionarme. No voy a desaprovechar esta oportunidad.
-¿En serio no le molesta que digan que aprovechó el escándalo que provocaron sus declaraciones para abrirse camino?
-No, y te digo más: que digan lo que quieran. Insisto en que no voy a dejar pasar esta oportunidad. No me importa cómo me llegó. ¿Okey?
-Okey. ¿Es una mujer hiper apasionada?
-¿Quién te lo contó?
-No se lo puedo decir. ¿Me lo confirma?
-Sí. En el amor soy una descerebrada. Soy loca; cuando quiero, no pienso, ja,ja.
-¿No exagera?
-Un poquito, pero también soy muy tierna. Me definiría como una romántica empedernida.
-Algunos dicen que, si se lo propone, puede convertirse en una comehombres.
-Pero la verdad es que nunca me lo propuse. Soy una chica normal.
-¿Conforme con su cuerpo?
-Sí: 95-60-87 y 1,72 de estatura. Me gusta mi cuerpo, pero no me preguntes…
-¿Qué diría si le ofrecen integrarse al teatro de revistas como vedette?
-Sabía por dónde iba tu pregunta porque ya varios me lo dijeron. Pero no, sueño con ser actriz. Y estoy ansiosa por empezar a tomar clases con Nora Moseinco, la misma que ayudó a Juanita Viale, Daniela Herrero, Ingrid Grudke y Paula Robles, la esposa de Marcelo Tinelli.
-¿El sexo es muy importante en su vida?
-Uuuyyy, ¡qué preguntita! Mirá que esto lo van a leer mis padres, así que te voy a decir que soy normal (sonríe). ¿Te contesté?
-La verdad que no.
-Bueno, pero conformate con lo que te dije porque si no 'lo que diga puede ser usado en mi contra', como dicen los jueces.
-¿Su vocación por la actuación surgió de la noche a la mañana?
-No, ya de chiquita quería ser actriz. Lo que pasa es que mi familia es muy tradicional y yo pensé que debía estudiar una carrera. Empecé con marketing, publicidad, pero abandoné. No era lo mío.
-¿Sus padres la apoyaron cuando se separó?
-Siempre. Son lo que más quiero en el mundo. ¿Sabés?, yo digo que soy fifty-fifty, porque Eduardo, mi papá, es paraguayo, pero Cristina, mi mamá, es argentina. Por eso, quiero tanto a esta tierra. Amo al Paraguay, pero también a tu país.
-¿Salió fortalecida de la crisis?
-Pensé que me iba a sentir muy mal. Fue duro porque estaba muy enamorada, me había casado para toda la vida. Pero después me fui fortaleciendo. Aprendí a pensar, a analizar mi pasado.
-¿Con buenos resultados?
-Excelentes. Me sirvió para recapacitar. Antes pensaba en función de mis padres, después de acuerdo con lo que resolvíamos junto a mi marido. Ahora decido yo, y no me está yendo mal. Me siento más madura, más mujer.
En el amor soy una descerebrada. Soy loca; cuando quiero, no pienso, ja,ja".">
Gabriela se confiesa una mujer más que apasionada: "En el amor soy una descerebrada. Soy loca; cuando quiero, no pienso, ja,ja".
Antes pensaba en función de mis padres; después, de acuerdo con lo que resolvíamos junto a mi marido. Ahora decido yo y no me está yendo mal: me siento más madura, más mujer".">
"Antes pensaba en función de mis padres; después, de acuerdo con lo que resolvíamos junto a mi marido. Ahora decido yo y no me está yendo mal: me siento más madura, más mujer".