Consultamos a cuatro profesionales de diferentes rubros, especialistas en Economía y Finanzas, para que analicen y evalúen las consecuencias del aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Según Daniela Aruj, consultora especializada en Imagen y Comunicación Política, "Argentina estaba económicamente golpeada antes de la pandemia, por lo que esto resulta devastador. Pero sería incompleto pensar de esta manera sin tener en cuenta a países y economías que han resurgido luego de desastres, guerras y pandemias; eso nos da la pauta de que es posible salir adelante. Deberemos entre todos entender y encontrar los mejores caminos posibles para la reconstrucción de nuestra economía y –por qué no– producir cambios en las conductas que nos lleven a lugares más prósperos. Por otro lado, los políticos deberán entender que gestionan los destinos de seres humanos. Es parcial y poco efectivo elaborar políticas públicas que no consideren al ciudadano como un ser bio-psico-social. Para ello es necesario que se formen y lo entiendan en este sentido, y conformen sus gabinetes con esta mirada. La conversación es lo que hoy se demanda de los gobernantes, la escucha empática para comprender y responder en consecuencia".
Para el doctor Martín Su, abogado especialista en finanzas y licenciado en Comercio Internacional, socio de Instituto Midas, "como suele ocurrir, la crisis actual no tiene su raíz en el mercado financiero. Por lo tanto, ninguna de las medidas implementadas por los bancos centrales del mundo –baja de las tasas a cero e inyección de liquidez en montos nunca vistos– provocará una recuperación inmediata de las economías, como en otras oportunidades. Además, las actividades sólo se normalizarán cuando haya una vacuna efectiva para la población o una confirmación de que el coronavirus haya retrocedido totalmente. A nivel nacional, los pequeños comerciantes y las pymes –si bien no pueden reclamar una compensación al Gobierno por la irrupción de esta crisis sanitaria y su consecuente cuarentena– sí pueden solicitar asistencia dentro del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción creado recientemente para paliar la dificilísima situación que atraviesan. En otro orden, respecto de sus vínculos contractuales preexistentes, cabe señalar que, en caso de imposible incumplimiento, es atinado recurrir a la aplicación de fuerza mayor (Art 1730 Código Civil y Comercial) y la teoría de imprevisión (Art 1091 CCyC).
Diego Giacomini, economista especializado en moneda, asesor de empresas y bancos, director de E&R, profesor de grado y posgrado, titular en la UB y adjunto en la UBA considera que "el país se dirige hacia un contexto macroeconómico que muy
probablemente termine convirtiéndose en el más complicado de las últimas
décadas. No se sabe cuánto va a durar la cuarentena. Cuanto más extensa,
menos actividad, más caída de la recaudación, más déficit fiscal, más emisión monetaria, más desequilibrio cambiario y monetario, mayor suba del dólar, más empinada aceleración inflacionaria y peor nivel de actividad. Cuando se levante la cuarentena en forma completa la economía tardará, aproximadamente, entre cuarenta y cuarenta y cinco días en volver a estar en funcionamiento completo. A mayor longitud de cuarentena, mayores los desequilibrios que se crean, más grande la olla a presión y más y mayores los riesgos y costos macroeconómicos una vez reabierta la economía. En otras palabras, la cuarentena es caldo de cultivo para los desequilibrios cambiarios y monetarios a futuro; es decir, alimento para el déficit
fiscal, la emisión monetaria, la suba del dólar, la aceleración de la inflación y la caída del PBI".
La periodista especialista en economía Virginia Porcella, columnista de Telefe Noticias, dice que "la economía ya venía atravesando desde hace muchos meses un proceso recesivo, del que no lograba repuntar. El impacto de la pandemia viene a profundizar –y mucho– esa caída. El Gobierno, lamentablemente, no cuenta con recursos propios ni financiamiento, y parece estar reaccionando algo lento en la asistencia al sector productivo. Por su parte, los medios tienen el compromiso de informar de manera responsable, sin alarmar a la sociedad pero brindándole información certera. Sin
duda, el escenario económico por venir es desafiante y dependerá del rubro. Todos los emprendimientos basados en tecnología seguirán teniendo potencial aunque, claro, sufrirán las mismas dificultades comunes a todos los sectores: en la cadena de pagos, en el financiamiento y probablemente en una menor demanda. La gran oportunidad será para quienes tengan la posibilidad de ofrecer productos de muy buena calidad a un precio competitivo, ya que seguramente los consumidores optarán por consumir menos “marca”, pero sin resignar beneficios. Es obvio que suena más fácil decirlo que hacerlo.
Fotos: Gentileza de los entrevistados y AFP.