Bélgica ha registrado su récord de hospitalizaciones diarias por Covid-19 en 2021, con 353 nuevos ingresos el pasado martes, mientras que la incidencia acumulada se sitúa en 1.591 nuevos casos y arroja un 54 % de incremento semanal.
Los decesos se sitúan en torno a 30 muertes diarias, con un avance semanal del 37 %, muy lejos de los casi 300 fallecidos al día que se registraron en el pico inicial de la pandemia.
La tasa de vacunación con pauta completa es del 75 % del total de la población, cifra que se encuentra casi estancada y esconde importantes diferencias regionales (80 % en Flandes, 70 % en Valonia y 57 % en Bruselas).
Hace sólo una semana que el Gobierno federal y las regiones acordaron imponer el teletrabajo cuatro días por semana, reforzar el uso de la mascarilla, limitar algunos aforos y fomentar el uso del certificado de vacunación. Pero resurge el debate sobre la conveniencia de imponer restricciones adicionales.
Por su parte, el primer ministro, Alexander de Croo, ha obtenido un resultado negativo en PCR y ha podido abandonar la cuarentena preventiva en la que estaba tras haberse reunido el lunes con su homólogo francés, Jean Castex, que más tarde dio positivo.
Alemania y su estrategia de "molestar a los no vacunados" para que se vacunen
El Gobierno de la capital alemana reforzó este martes las restricciones para el acceso a los espacios públicos de los no vacunados, en un intento de frenar el aumento descontrolado de los contagios de Covid-19, mientras otras regiones del país limitan los contactos de quienes no están inmunizados.
El senado de la ciudad-estado de Berlín, donde la incidencia acumulada en siete días ascendió a 349 infecciones por cada 100.000 habitantes, decidió reforzar la normativa 2G (vacunados, sanados, por sus siglas en alemán) ya en vigor.
Así, sólo las personas que estén inmunizadas podrán acceder al comercio minorista, con la excepción de los establecimientos donde se venden productos de primera necesidad, que seguirán abiertos a los no vacunados.
Además, incluso las personas inmunizadas deberán presentar un test negativo para acceder a actividades recreativas y espacios de ocio donde no sea posible el uso de mascarilla.
No cerrarán sin embargo los tradicionales mercados de Navidad, que funcionarán también bajo las consabidas reglas 2G, ni se prohibirán los grandes eventos como partidos de fútbol o conciertos, aunque sí que se introducirán límites de aforo.
"El objetivo no es molestar a los no vacunados" explicó el secretario de estado berlinés para la sanidad, Martin Gatz, al anunciar las medidas en rueda de prensa, en la que incidió en la necesidad de proteger a la población y garantizar el funcionamiento de los hospitales.
"El 72% de los ingresados en noviembre no están vacunados, aunque solo representan el 20 % de la población adulta", señaló Gatz, quien advirtió que las medidas anunciadas el 25 de noviembre no tendrán un impacto inmediato, sino que habrá que esperar al menos tres semanas para ver un resultado.
Muchos hospitales de Berlín, donde se registraron 3.262 nuevas infecciones y cinco muertes en las últimas 24 horas, están aplazando ya todas las operaciones de carácter no urgente.
El director de la unidad de intensivos del hospital berlinés St. Gertraudekrankenhaus, Jörg Weimann, alertó por su parte este martes pasado de que en las UCIS (Camas de cuidados intensivos) de la capital solo quedan 85 plazas libres, por lo que no se puede descartar que en un futuro próximo haya que hacer uso del triaje.