Recientemente, la Sociedad Española de Neumonología y Cirugía Torácica (SEPAR) alertó que fumar en las terrazas de bares o restaurantes las convierte “en lugares inseguros” tanto para los clientes como para los trabajadores.
Es que, los expertos señalan que los fumadores pasivos tienen un riesgo de contagio de COVID-19 y otras enfermedades asociadas al tabaco. Al contagiarse a través de la vía aérea, explicaron que en los espacios libres el virus puede unirse al humo del tabaco y “alcanzar distancias de 8 metros”.
Además, la sociedad científica advirtió al Ministerio de Sanidad español varias medidas irrenunciables que deberían incluirse en la reforma de la Ley Antitabaco, como que las terrazas queden libres del humo de tabaco y de los tóxicos liberados por los dispositivos electrónicos utilizados para vapear.
La explicación tiene que ver con que los agentes químicos “se mantienen en el tiempo, se adhieren a la ropa, objetos u otras instalaciones de las terrazas”. En ese sentido, remarcaron que se “mantienen de forma residual en la exhalación del fumador durante al menos 10 minutos tras finalizar su último cigarrillo”.
En tanto, entienden que fumar al aire libre conduce a una mayor transmisión de las partículas virulentas porque tanto fumadores como no fumadores quedan en las terrazas durante más tiempo desprovistas del barbijo, aumentando el riesgo de contagio.
En ese marco, recomiendan que las terrazas sean libres del humo del tabaco y de tóxicos liberados por los dispositivos electrónicos, para evitar contagios de COVID-19. A su vez, solicitaron que esta medida sea mantenida en el tiempo para evitar infecciones no solo del SARS CoV2, sino también otras infecciones respiratorias.
Medidas irrenunciables que presentó la SEPAR
- Defender a los no fumadores de los agentes tóxicos del tabaco y de los dispositivos electrónicos.
- Evitar la transmisión de las partículas del virus SARS CoV2 a través del humo del tabaco tanto en fumadores como en no fumadores previniendo contagios.
- Proteger a los empleados de la hostelería ante las consecuencias de la exposición al humo del tabaco y a la de los tóxicos liberados por los dispositivos electrónicos.
- Promover intentos de abandono en los fumadores, lo que aumentaría la posibilidad en estos de dejar de fumar evitando complicaciones asociadas al tabaco como la mayor gravedad de COVID-19