Un estudio publicado por The Lancet detalla que sobre 1.733 pacientes de coronavirus que fueron internados y dados de alta en el Hospital Jin Yin-tan de Wuhan (China), un alto porcentaje tuvo síntomas como fatiga o debilidad muscular, problemas renales o alteraciones en la función pulmonar. Pero también llamó la atención el alto porcentaje de pacientes recuperados que manifestaron síntomas de ansiedad o depresión.
"A los pacientes se les entrevistó con una serie de cuestionarios acerca de los síntomas y su calidad de vida. También se realizaron estudios físicos, un análisis de sangre y una prueba de marcha", detalla el estudio publicado en The Lancet el 8 de enero. Éste es uno más de múltiples análisis que se están llevando a cabo para definir las consecuencias que a mediano y largo plazo tiene el coronavirus. Entre las conclusiones se destaca que "seis meses después de la infección aguda, los supervivientes de COVID-19 tenían principalmente problemas de fatiga o de músculos, debilidad, dificultades para dormir y ansiedad o depresión".
Además, el mismo estudio detalla que los "pacientes que estuvieron más gravemente enfermos durante su estancia hospitalaria tenían capacidades de difusión pulmonar más gravemente deterioradas y manifestaciones anormales de imágenes de tórax".
El estudio, que forma parte de un análisis más grande, demostró que "el 76% de los pacientes informaron al menos un síntoma a los 6 meses después del inicio de los síntomas, y la proporción fue mayor en mujeres. Los síntomas más comunes fueron fatiga o debilidad muscular y dificultades para dormir", detalla el informe. "Además, el 23% de los pacientes informaron ansiedad o depresión en el seguimiento".
El estudio da cuenta de un aspecto que comenzó a preocupar a profesionales alrededor del mundo y tiene que ver con las secuelas de la enfermedad y de la pandemia en la salud mental. El distanciamiento y el aislamiento impuestos en múltiples países para prevenir la propagación del virus pueden ser el detonante de cuadros de estrés, angustia y ansiedad.
Esto había sido advertido por múltiples profesionales, pero también fue objeto de investigación en la Universidad de Oxford, que realizó un artículo al respecto luego de analizar más 62 mil casos de pacientes recuperados de coronavirus. "Los sobrevivientes de COVID-19 parecen tener un mayor riesgo de secuelas psiquiátricas", sentenciaba el informe y seguía: "Un diagnóstico psiquiátrico podría ser un factor de riesgo independiente para COVID-19".
De acuerdo a dicha investigación, 20% de los pacientes recuperados de coronavirus fue diagnosticado por algún trastorno psiquiátrico dentro de los tres meses posteriores al contagio. Asimismo, el estudio señala que las personas con enfermedades mentales preexistentes tienen un 65% más de probabilidades de contraer la enfermedad debido a un deterioro general de la salud.