Y finalmente... ¡la diva regresó! Pese a que dijo que no volvería a hacer televisión, las súplicas de Gustavo Yankelevich rindieron sus frutos, y el 12 de mayo a las 21 debutó en su 24ª temporada, por la pantalla de Telefe, para acompañarnos todas las semanas de lunes a jueves. “Estoy acá porque me convencieron; no pude decir que no”, aseguró. La reina de los teléfonos fue lo más visto de su franja horaria, con 21.8 puntos de rating.
El programa comenzó con un musical a todo trapo en el que –para no dejar dudas sobre su estado sentimental– bromeó: “La noche ahora es toda para mí; la cama es sólo mía”, y recalcó que disfruta este momento en soledad. Para su living nada menos que Xuxa, aunque los planes iniciales apuntaban a Ricky Martin, que dijo que sí, pero grabado en Miami, y a Su no le convenció. Con la brasileña fue todo un revival de los 90’: cantó Ilari lari larie y Dulce miel, dos de sus clásicos que fueron acompañados por los aplausos de sus bajitos... hoy ya no tan bajitos. También contó algunas de sus intimidades familiares, como que le compró a su hija Sasha de 12 años un departamento que la chiquita misma decoró, porque su casa queda lejos del colegio y no llegaba a almorzar. Pese a que Susana también tiene una vida con muchas comodidades, ¡no lo podía creer!
Los hombres también tuvieron su lugar, como en toda conversación de mujeres. “Cuando alguien entra en tu vida, tenés que dar mucho. Me gustaría estar enamorada, pero no verlo todos los días”, reflexionó Xuxa. Y la diva coincidió, entre risas. A esta altura, las dos quieren hombres sólo cama afuera y no piensan en volver a casarse. Más tarde, Susana le dijo a la prensa: “Somos amigas y muy parecidas: pensamos lo mismo de los animales y de los hombres”.
¿Otros condimentos? Dady Brieva, que se disfrazó de Conde Drácula y le dio el toque de humor a la noche. Para el final hubo brindis de a tres, y Xuxa se animó a decir que piensa volver al país a hacer algunos shows probablemente durante las vacaciones de invierno.
Terminado el programa, el bombardeo de preguntas a la diva. “No estuve nerviosa hasta que faltaba media hora para empezar. Y aunque ya son veinticuatro años, en el primer programa sufrís por todo. Xuxa estaba volando de fiebre y se portó como una santa. Y Dady, ¡que andaba colgado del arnés!... Pero después ya está”, comentó relajada. Cuando se le consultó por Gasalla, expresó sus ganas de tenerlo de vuelta: “Antonio está en el teatro. Nunca podría haber venido al debut. Además, tiene gira y ahora se va a Rosario. Yo estoy tan acostumbrada a él... Era parte del programa. Igual, las esperanzas no están perdidas... Por ahí lo convencemos”. Sin embargo, al enterarse de los rumores de su participación en el Bailando... con Tinelli, nos dio vuelta la tortilla: “¿Firmó? ¡No te creo! Ay, ¡pero qué turro! –dijo riendo–. No importa, él tiene que elegir lo que quiere hacer. No es mi marido”.
También adelantó detalles de su temporada televisiva: “Voy a buscar al presidente de la Nación para el 2024. Voy a hablar de política con niñitos y a escuchar su opinión. Y por supuesto, vamos a tener un juego para ganar plata. Un millón de pesos cash habrá sobre la mesa, y pedí que sea guita de verdad. Nada de utilería. ¡Se lo van a llevar en el momento!”.
Acerca de los Martín Fierro continuó dando respuestas evasivas: “No sé si voy a ir”. Al parecer, no estaría de acuerdo con la terna donde está nominada como Mejor Conductora. “Es un sexteto. Pusieron a todas las conductoras de la televisión. Sólo faltaba la Hermana Bernarda”, dijo entre indignada y burlona.
La noche terminó –como es cábala–, en el paquete restaurante Rosa Negra de la calle Dardo Rocha al 1900, en Martínez, a dos cuadras del canal. Ahí fue a festejar el inicio del programa junto a su círculo íntimo: familiares, amigos y parte de su equipo de producción. Cerca de las 10:45 llegó acompañada por su hija Mercedes Sarrabayrouse y su marido, Eduardo Celasco, que pese a los incidentes y escándalos, sigue perteneciendo al clan. También asistieron sus amigas, como Teté Coustarot, que la vio desde el backstage durante todo el programa. Tomás Yankelevich, director de Programación del canal e hijo de Gustavo, acompañó a la diva junto a su mujer, Sofía Recca, y su hijo Inti, a quien paseó en brazos por todo el lugar. ¿El menú? Se pidieron varias entradas para compartir. De plato principal, Susana se tentó con la merluza negra con chips de mandiocas y aceite verde y con el vino tinto Château Vieux. A la hora del postre, también optaron por compartir: pidieron volcán de chocolate, crème brulée, platos de frutas y hojaldre de manzana. ¡Pero no los probó!
Pasada la una de la mañana llegó la hora de la retirada y salió escoltada por sus custodias, pero no sin antes sacarse fotos con los fanáticos que se acercaron al lugar. Sí, Susana es una diva total...
La diva inauguró el 12 de mayo su 24ª temporada en la pantalla. La brasileña puso en todo momento su mejor sonrisa, a pesar de que estaba con fiebre.
La entrada triunfal de Susana con sus “susanos”, con una canción con letra de Maju Lozano. También aprovechó ese momento para dejar en claro que está soltera y disfrutando del momento. Recibió cientos de regalos, charló con Xuxa, su invitada de lujo, y bromeó con Dady “Drácula” Brieva cuando llegó la hora de su número.
Después del programa, Susana fue a comer al restaurante Rosa Negra, en Martínez. No faltaron su hija Mecha, su amiga Teté Coustarot y su yerno, Eduardo Celasco.