Se hizo famosa algunos años atrás, cuando entró al Récord Guinness por su reducido tamaño. Su historia se remonta a 1950, cuando una acaudalada familia compró un terreno en una diminuta isla para tener su propia playa privada.
La casa, conocida como “Just Enough Room Island” (Isla del Espacio suficiente) se encuentra sobre el río St. Lawrence, límite entre Nueva York y Ontario, Canadá, sobre la frontera entre los dos países, y se trata de la isla más pequeña del archipiélago de las Thousand Islands (Mil Islas).
En la década del '50 la familia Sizelands compró ese pedazo de tierra abandonada, de 310 metros cuadrados, ubicada frente a la bahía de Alexandria, con la idea de construir allí su casa de veraneo.
Por entonces el lugar era conocido como Hub Island, que se traduce como “isla central”, debido a su privilegiada ubicación junto a las otras 1.863 que componen el archipiélago.
Para poder hacer realidad su proyecto utilizaron cada centímetro cuadrado de tierra seca. Tal como se ve en las imágenes, la arena que rodea la propiedad forma una diminuta playa, con una vista incomparable ajena a los ojos de los vecinos.
Sin embargo, no permaneció tan solitaria como los nuevos propietarios imaginaban. Su singularidad atrajo la atención de miles de turistas curiosos que navegaban en bote por los alrededores y se maravillaban con la construcción flotante.
En algunas estaciones del año la arena desaparece por completo y la casa parece flotar en el agua cristalina.
Parece una casita de sueños, con clásicas tejas terracota. La fachada parece salida de la película Up, de Pixar. La familia nunca mostró cómo es por dentro.
Según informó The Washington Post, para ingresar en la clasificación de las Mil Islas, el terreno debe permanecer sobre el agua durante todo el año y soportar al menos un árbol; de otra forma se los considera “simples puntos arenosos”. Conscientes de eso, los dueños plantaron un frondoso árbol en la entrada de su casa y, para su suerte, la propiedad se mantiene sin inundaciones incluso cuando la marea está alta.
Una vez que pudieron bautizarla como “isla”, todas las miradas se posaron en el hogar de vacaciones de la familia Sizelands. Incluso el reconocido diario estadounidense visitó el lugar en 2010 para escribir una crónica, y una vez que conoció la casa, la periodista Andrea Sachs resumió la experiencia en una frase: “Un paso en falso y estás nadando”.
¿Cómo logró el reconocimiento del Libro Guinness? Le quitaron el título al Bishop Rock , un solitario faro ubicado frente a las islas inglesas de Scilly, como la “isla habitada más pequeña del mundo” cuando su último guardián partió en 1982 y quedó deshabitada.