Tras las acusaciones de tres mujeres por acoso sexual contra el actor Chris Noth, interprete de Mr. Big en la famosa serie 'Sex and the City', la cual se encuentra en plena gira y 'spot público' por el reciente estreno de su secuela: 'And Just Like That', a Noth le reflotó una controversial denuncia que data de 1995.
Es que, su ex novia, la famosa modelo estadounidense, Beverly Johnson volvió a ser tema en estos días para recordar las denuncias y los dramáticos episodios que pasó con el actor de 'Sexo en la Ciudad' mientras fueron pareja. La modelo mantuvo una relación con Chris por cinco años, de 1990 a 1995.
Johnson ahora de 69 años, había presentado una orden de restricción temporal en contra de Noth ante la Corte Superior de Los Ángeles. En ese momento, Johnson solicitó que el actor se mantuviera alejado a 500 yardas de ella, su hija Anansa Sims y su perro, alegando que el interprete del famoso 'Mr. Big' en 'Sex and the City' las había amenazado.
“Chris Noth me golpeó en el pecho y las costillas, lastimándome las costillas y dificultándome la respiración, golpeando y moreteando mi cara y cuerpo en lo que tuve que tener atención médica”, denunció la modelo nativa de Nueva York en registros policiales que se filtraron este martes 21 de diciembre.
Y agregó: “El 27 de julio de 1995, hizo repetidas amenazas contra mi vida haciendo hasta 25 llamadas por día en las que amenazaba con matarme [y] desfigurarme la cara. [Él] amenazó hasta con matar al perro".
En ese sentido, Johnson le había solicitado a la corte que hiciera cumplir que Noth “no haga llamadas a otras personas con amenazas en mi contra y abstenerse de difamar mi persona y buen nombre".
Finalmente, en octubre de 1995, dos meses después de las denuncias, un juez aprobó la solicitud temporal. El abogado de Noth confirmó al portal web 'Us Weekly' este martes que la pareja acordó "órdenes de restricción mutuas", y el representante de Johnson aclaró que el acuerdo "duró hasta 2017".
Detalles del acuerdo entre ambos protagonistas
Tanto Noth como su ex novia acordaron los términos de la orden, comprometiéndose a permanecer al menos a 500 yardas el uno del otro y cualquier miembro de la familia, así como de la residencia de la otra parte y su lugar de trabajo. Además, ambos acordaron evitar hacer declaraciones despectivas el uno del otro.
“Ninguna de las partes hará declaraciones despectivas sobre la otra de cualquier naturaleza o descripción a otra persona o entidad, no alentará ni participará en que ninguna de las partes haga comentarios despectivos sobre la otra a ninguna tercera persona o entidad”, declaró el juez en ese entonces.