A 4 años del asesinato de Fernando Pastorizzo, Nahir Galarza, presa a cadena perpetua por el crimen de su novio a fines de 2017, en Gualeguaychú, denunció formalmente a su padre, Marcelo Galarza, de haber sido el autor de los disparos.
Tras estas declaraciones que cambiarían rotundamente la causa se sumó un hecho aún peor. El Ministerio Público Fiscal habría ocultado información sobre los antecedentes penales por asesinato que posee Marcelo Galarza.
Según la información recaudada por los medios Entre Ríos24 y Minuto Paraná, el padre de Nahir Galarza no era tan solo un policia de esquina, sino que en la década del 90 se desenvolvió como un agente encubierto de la división antinarcóticos de la Policía de Entre Ríos.
El sábado 21 de septiembre de 1996, a las 16.40, en una vivienda de calle Sargento Cabral, entre San Luis y Sarmiento, moría Claudio Marcelo Cañete, de 32 años, tras recibir una perdigonada en el pecho, disparada por un efectivo policial de la ciudad de Gualeguaychú, que realizaba tareas como agente encubierto, identificado como Marcelo Galarza.
Esta información ya había sido anticipada en el libro del Manager de Medios y ex vocero de Nahir Galarza, Jorge Zonzini, en su libro “El Silencio de Nahir. Cronica de un linchamiento mediático”
En el alegato de la defensa se sostuvo, casi literariamente, que el policía seguía a Cañete en una investigación por drogas, estaciona el vehículo en que se trasladaba frente a la casa de calle Sargento Cabral, efectúa una compra apócrifa de narcóticos y se dirige al auto. Mientras esperaba que le trajeran la droga, ve irrumpir a Cañete que le hace señas para que se acercara, a la vez que le mostraba un diario y una fotografía que habrían tomado al efectivo policial durante un procedimiento, descubriendo de este modo su identidad: “botón, sos un botón”. Luego, Galarza le dio un tiro con una escopeta 12/70 en el pecho.
En ese juicio, la fiscalía consideró que las circunstancias en que se produjo la balacera que terminó con la vida de Cañete no ameritaban peligrosidad. El fiscal consideró que “la acción del policía conformó una reacción desmedida”, y requirió que se lo condenase a diez años de prisión por homicidio simple. Sin embargo, el tribunal integrado por conjueces decidió absolverlo, aunque el trámite abrió un prolongado paréntesis en la carrera policial de Galarza.
Marcelo Galarza tiene, además, antecedentes por “Apremios ilegales”, otra por “Apropiación de armas” y el sumario por “haber dejado el arma reglamentaria arriba de la heladera” con la que supuestamente Nahir asesinó a Fernando Pastorizo. El otro caso por el que también se lo investigó es por el robo de armas secuestradas a cazadores cuando Galarza prestaba servicios en la Dirección de Prevención de Delitos Rurales.