Luego de que Máximo Thomsen, uno de los ocho condenados por el asesinato de Fernando Báez Sosa, rompió el silencio, otro de los rugbiers -en este caso Matías Benicelli, admitió que está realizando un cambio de estrategia parecido al de Máximo Thomsen.
En realidad fue Carlos Attías, uno de los nuevos abogados en la causa, quien pasó por Crónica TV y dialogó con Chiche Gelblung sobre la entrevista que brindó Thomsen, las indicaciones del primer abogado de que “no hablaran” y el pedido que hará a la Justicia para Benicelli.
Concretamente, el representante legal de Benicelli solicitó a la Cámara de Casación que se revise la sentencia, planteando “una nueva mirada sobre los mismos hechos, sobre la prueba ya rendida”. “A mi criterio ha sido un homicidio doloso, con intención de matar, pero por 3 o 4 coautores y no por los 8 como fueron condenados”, remarcó el abogado.
Además, aseguró que “en las pericias hechas en las zapatillas de Matías no hay ni siquiera vestigios de ADN de Fernando Báez Sosa. Esto creo que modifica un poco el escenario con respecto a su participación en el crimen”. De esta forma, busca posicionar a Benicelli como alguien que estuvo presente en el lugar del crimen, pero no como autor o coautor, pudiendo bajársele significativamente la condena.
Incluso llegó a afirmar que “las manchas de sangre que aparecen en la camisa de Matías Benicelli aparecen en la parte posterior, obviamente por una contaminación ulterior”, es decir, no producto de una acción directa realizada por su defendido.
El 18 de enero de 2020 Fernando Báez Sosa fue asesinado a la salida de un boliche en Villa Gesell tras la fuerte golpiza que le propinaron los ocho rugbiers que luego fueron condenados por el hecho.
Máximo Thomsen, junto a Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Luciano Pertossi y Matías Benicelli recibieron la condena a prisión perpetua por el delito de homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado de dos o más personas. Mientras que, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi, recibieron la pena de 15 años de cárcel al ser considerados partícipes secundarios del homicidio.
La palabra de Máximo Thomsen tras cuatro años del crimen
"Desde tipo tres (de la tarde) habíamos llegado y recuerdo que a las siete decidimos cortar ahí porque teníamos que comprar las entradas", así confirmó Máximo Thomsen que el día del asesinato de Fernando estaban bajo los efectos de alcohol desde muy temprano y confirmó que cuando llegaron al VIP del boliche ya estaban borrachos.
Al ser consultado sobre el encuentro con Báez Sosa en el boliche, dijo: "Lo que me acuerdo es. que estaba de espalda a la pista y siento que alguien había caído encima y cuando me doy cuenta era Matías, y cuando le pregunté qué te pasó, me dice: 'me pegaron'. Ahí lo agarra uno de seguridad, lo toma del cuello y le dije que lo suelte porque lo iba a matar", y acusó a Fernando de haberle pegado a su amigo.
Además insistió: "Yo no me pelee dentro del boliche... Nunca tuve ni contacto visual con Fernando." Y siguió: "A mí cuando me sacan, me estaban asfixiando los de seguridad y en ese momento surge otra pelea de mis amigos con otro grupo".
Aunque no negó que era primera vez que se peleaba, trató de justificarse diciendo: "Me he peleado sí, no es algo que estoy orgulloso, es más es algo que traté con el psicólogo. Y en ese momento uno piensa, o aprendés o te van a pasar por arriba", sostuvo.
El condenado recordó cómo se enteró que habían matado a Fernando: "Me enteré al otro día, cuando nos hicieron el allanamiento, que nos empezaron a tirar al piso y nos decían ‘¿ustedes saben por qué estamos haciendo esto?’ y le decíamos ‘no, no, ni idea, ni idea’ y ahí es donde nos dicen. En mi cabeza empecé a tomar conciencia cuando me dormí en la comisaría esa noche, porque yo sentía que estaba viviendo una pesadilla".
