A tres años del brutal crimen de Fernando Báez Sosa en la localidad costera de Villa Gesell, este martes se dio inició a la segunda audiencia del juicio contra los 8 rugbiers acusados de asesinar a golpes al muchacho de en aquel entonces 18 años de edad.
En esta oportunidad quienes asistieron a brindar declaración frente a los jueces fueron el padre de Julieta Rossi, novia de Fernando, Oscar Rossi, y los amigos de Fernando quienes recordaron como sucedió el caso aquella noche de enero.
“Sonaba mi celular. Era mi hija que me llamaba: ‘Papá, por favor, venite a Gesell que Fernando está en el hospital y yo en la comisaría’, me dijo. ‘En el hospital, ¿cómo?, le dije y enseguida sentí que un chico le decía: ‘Estamos en una fiscalía y Fernando en el hospital”, recordó el hombre sobre la secuencia en la que su hija le solicitó ayuda.
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Además brindó algunos de los detalles del cuerpo de Fernando después de la autopsia, ya que como adulto responsable presente en la localidad fue el primero que debió verlo, incluso antes que sus propios padres. “No le deseo a nadie ver lo que yo vi en el cuerpo de Fer. Ni al peor animal en el medio del campo. A ningún papá le deseo ver a Fernando acostado y esperando que lo ingresen a un cajón”, dijo acongojado por la secuencia que jamás quiso haber tenido que presenciar.
Julieta no pudo estar presente para brindar declaración ya que como explicó su padre no se encontraba en condiciones para afrontar este duro momento, teniendo en cuenta que está bajo tratamiento psicológico debido a un síndrome de estrés post traumático. “El primer año lo pasó recluida en la habitación. Con el apoyo psicológico, pudo empezar a hacer lo que habitualmente hacía”, explicó Rossi.

Pasadas las 10 horas del mediodía llegó el turno de Lucas Filardi, amigo de Báez Sosa, quien recordó ante el estrado del Tribunal Nº1 la personalidad de su amigo. "Era muy honesto y se esforzaba mucho por todo. Por que también, yo qué sé... Nosotros tuvimos mucha suerte de que el viaje a Gesell nos lo pagaron nuestros padres, pero él se lo quiso pagara él y trabajó para hacerlo”, exclamó entre lagrimas el muchacho.
El joven que se encontraba fuera del boliche Le Brique con Fernando, al momento que comenzaron a atacarlo, con un puntero señaló en la pizarra de la sala su ubicación exacta al momento del crímen y pudo reconocer a uno de los acusados. “Por nombre lo tengo asociado a la cara. Creería que Luciano Pertossi”, respondió sin titubear, mientras que desde el estrado de los rugbiers, el padre de Lucas Pertossi y tío de Luciano, presente en la sala, se tomaba la cabeza al oír el testimonio.