Este miércoles 5 de julio el fiscal Julio Rivero señaló que no hay elementos para acusar al único imputado de instigar el crimen, Marcelo Macarrón quien estuvo acompañado de sus hijos, Facundo y Valentina.
En ese sentido, a 16 años del homicidio, el caso de Nora Dalmasso queda cerrado e impune tras varios meses de testimonios. Dos horas antes de comenzar su alegato, Rivero confirmó que no puede llevar adelante la acusación contra el viudo y pidió su absolución.
Sin acusación, los ocho ciudadanos que integran el jurado popular y los tres jueces técnicos que dirigen el debate no pueden dictar una sentencia condenatoria.
Cabe recordar que, el viudo era la última pieza del caso: no hay asesino identificado, y si hoy diera la cara y confesara, la Justicia no podría acusarlo, porque la causa por el expediente ya prescribió.
Qué dijo el fiscal
“No puedo sostener que la mató un sicario, no porque no haya prueba, sino porque hay prueba de que hubo un acto sexual consentido. El acto sexual consentido echa por tierra un acuerdo criminal”, remarcó Julio Rivero.
Y agregó: “Como soy un fiscal íntegro, y no dañino, voy a pedir la absolución. Sería irresponsable, oportunista y cobarde si acusara".
Al escuchar esas palabras, Macarrón estalló en llanto. Saldrá de los tribunales de Río Cuarto como un hombre totalmente libre de culpa y cargo.
A lo largo de su alegato, que se extendió tres horas, Rivero criticó la investigación de los fiscales que lo precedieron, de la Policía, de los médicos y de los peritos forenses. “La acusación de (Luis) Pizarro (NR: el que elevó la causa a juicio nadie la controló”, dijo y planteó que está llena “de hechos neutros que no me dicen nada”.
“Sería un acto de irresponsable acusar a Macarrón de homicidio por promesa o pago remuneratorio”, sintentizó. “No puedo torcer la voluntad de la prueba, soy el abogado de la sociedad y siento orgullo, pero eso no me autoriza a acusar por acusar -concluyó-. La prueba me dejó solo”.
