Marcela Acuña, la madre de César Sena y suegra de Cecilia Strzyzowski, la mujer que está desaparecida desde principios de junio en Chaco, escribió una carta en la que admitió haber encubierto a su hijo, el principal acusado en la causa. El texto fue escrito el pasado 14 de julio, dirigido a su esposo, Emerenciano Sena, quien también está detenido.
La carta la publicó Diario Norte, un medio de la provincia del Chaco. Esta es la novena epístola que escribe Acuña en los 40 días que lleva detenida, mas la primera dedicada a su esposo y padre de su hijo. "Te quiero mucho Emerenciano", empezó diciendo la mujer.
"Te pido que tengas la valentía de siempre, la que enseñaste y que hoy me mantiene firme en mis convicciones y en el amor. ¿Sabés? Me siento muy triste. Pienso en César, en todo lo que estará pasando y sufro mucho, pero dejo en manos de Dios y la Virgen que me lo cuiden hasta que pueda salir de aquí", continuó Marcela Acuña.
"Si salís antes, no lo abandones, está muy solo y tengo miedo que atente contra su vida", añadió Acuña. Luego, agregó: "Solo quiero decirte que todos los días tomalo como una victoria contra la muerte; sonreí, rezá, soñá, movete y alimentate. Tu pastilla tomala con la comida, con la cena, no antes ni después".
"Te quiero en libertad aunque yo no salga", le escribió Marcela Acuña a su marido
En el siguiente párrafo de la carta, la mujer confesó el encubrimiento. "Sos mi horizonte, te quiero en libertad aunque yo no salga. Vos sos mi líder, nunca te lo dije pero bueno, siempre fue así. Siento que te fallé por cubrir a César y no puedo vivir con eso, si no salís no sé que va a pasar conmigo. Mi fuerza sos vos y ayudás a mi hijo", admitió la madre de César Sena.
Por otra parte, escribió que sufre debido a que "nadie va a verlo a César", el principal detenido por el feminicidio. "Vos sabés lo que significa César para mí. Tenés la bendición de tus otros hijos que te visitan y te quieren mucho. Yo no tengo a nadie y mi hijo está preso, el único que tengo y amo", añadió.
"¿Sabés cómo duele? Hasta he llegado a pensar que si le pasa algo yo me voy con él, ya no me quedará nada. Ojalá pronto llegue tu libertad, la merecés. Yo no, yo lo cubrí a César, lo protegí, te oculté para no involucrarte y salió todo mal y mucha gente inocente está presa, empezando por vos. Esa carga también me mata", continuó Marcela Acuña.
Por último, en la carta dirigida a Emerenciano Sena, cerró diciendo: "Quizás Dios me escuche, y me bendiga o bien me haga ver la realidad, dejo en manos de él. Hoy la prioridad es tu libertad. Te amo mucho, mucho".
