Ciro Pertossi, acusado como coautor del crimen de Fernando Báez Sosa, rompió el silencio en esta nueva jornada del juicio que se está desarrollando en Dolores. Además de reconocerse en la escena de violencia, dio su testimonio sobre los hechos: "Cuando veo al chico en el piso, frené mi patada".
"Y otra cosa que quiero aclarar es que del audio que yo digo: 'De esto no se entera nadie' fue porque cuando yo estaba viendo el teléfono, mis amigos decían que había gente de Zárate en Villa Gesell que ya se había enterado de la pelea. No quería que mis papás se enteraran", señaló sobre los mensajes que se mandaron entre ellos durante la madrugada.
Al mismo tiempo, se negó a contestar preguntas tanto de las partes como de la fiscalía. No es el primero de los rugbiers en hablar: Luciano Pertossi, hermano de Ciro, fue el primero en romper el pacto de silencio. Ayer por la tarde, Máximo Thomsen, el principal acusado, contó su versión ante el tribunal.
Qué dijeron los otros rugbiers ante el tribunal
Luciano Pertossi, el hermano de Ciro, fue quien habló por primera vez desde su detención, y aseguró no haber estado en el video que se mostró como prueba, donde se ve al grupo de amigos mientras golpeaban a la víctima.
Todo marchaba según lo previsto hasta que vio un video como prueba, y decidió romper el pacto de silencio: "Quiero aclarar algo. Yo no estaba ahí". Cuando el fiscal Juan Manuel Dávila le consultó dónde estaba en ese momento, la respuesta fue contundente: "No se esfuercen en hacer más preguntas", dijo desde el banquillo de los acusados, fiel a la estrategia que lleva adelante con sus amigos.
Según señalaron los periodistas que se encontraban en la audiencia, el joven se mostró desesperado por hablar. Su reacción causó sorpresa hasta al resto de los acusados.
En el caso de Máximo Thomsen, decidió hablar después de escuchar el relato de su mamá en el marco del juicio. Pidió disculpas entre lágrimas porque "jamás en la vida" se le hubiera ocurrido matar a alguien: “Escuché varias cosas sobre mí varios años. No reconocía porque generaban tanto odio hacia mi persona, yo jamás en la vida tendría esa intención”, dijo.
El joven manifestó que recién al día siguiente del crimen se enteró cómo había terminado esa pelea: “Cuando estábamos todos en el piso, un policía nos pregunta si sabíamos por qué estábamos así. ‘Ustedes mataron un pibe’. Ahí me empezó a dar vueltas todo en la cabeza y me puse a vomitar, pero yo hasta el día siguiente no lo creía, mi cabeza no lo podía procesar porque yo no lo entendía”.
Y agregó: "Cuando entré a la ronda recibí el golpe y pegué una o dos patadas, no sabría a quién ni cómo. No recuerdo a quien le pegué ni cómo. En el momento estaba como en shock con todo lo que había pasado antes y entré en esa situación". Ambos acusados se negaron a responder preguntas.