Pasaron más de 20 años desde que Belén Couso adquirió su primera moto. Desde aquel momento hasta ahora nunca paró. La motociclista es reconocida por ser pionera en el mundo rider, ya que desde su lugar fue rompiendo los distintos prejuicios y paradigmas acercar de la movilidad en dos ruedas, logrando demostrar que el vehículo no tiene género. Hoy cuenta con la comunidad más grande de Latinoamérica de mujeres motociclistas, más conocida como “Mujeres al Mando”.
En una charla con GENTE, la motociclista relató su travesía por los Pirineos en España y Francia, cómo fue que decidió viajar a ese destino y cómo día a día sigue buscando motivar a las mujeres para que se animen a emprender viajes solas y en motocicleta.
¿Qué te motivó a hacer este viaje?
Seguir mostrando el inmenso camino que se puede explorar con una moto, y que una mujer puede hacerlo perfectamente. Me encanta llamar a la mujer a la acción y a través de lo que mostramos en “Mujeres al Mando” ayudarlas a que puedan cumplir su sueño, que vayan, hagan, realicen y muevan.
Además, articular todo el público que nos sigue desde la comunidad latinoamericana a que pueda explorar las increíbles rutas de Europa, así mismo como hace tiempo le muestro muchas rutas de Argentina. Hoy “Mujeres al Mando” es una comunidad con base de 80.000 motociclistas de todo LATAM.
¿Cuánto tiempo te fuiste a Europa y qué actividades desarrollaste?
Me fui casi 4 meses, estuve trabajando con marcas europeas, mostrando como es el motociclismo en Europa, traje proyectos documentales que vengo trabajando hace tiempo, visité la exposición más grande de motos en Milán, y mostré todo el cruce de la cadena montañosa que comunica el Sur de Francia con el norte de España, los Pirineos en moto, sola. Mostrar un viaje sola en moto hace que prenda la mecha a muchas mujeres que no se animan a viajar.
¿Cómo es una aventura en moto de este tipo?
Es increíble el nivel de conexión que se tiene con un mismo, casi un viaje meditativo entre la moto y vos, convirtiéndose en una sola. Además, todas las cosas que puedan llegar a ocurrir son parte de la aventura, como que se quede la moto, parar en medio de la nada, perderse, tener frío, aventurándose a lo inesperado.
En este viaje me nevó en Can Franc, que es un pueblo que tiene la estación de tren más antigua que comunica Francia y España. Ahí tuve que parar y quedarme esperando, porque casi me agarra una hipotermia, y en la moto cada desafío se vive como una prueba que vas superando y te deja muchos aprendizajes.
Me ayudó la gente del hotel más lujoso de ahí, y terminé pasando un día espectacular, finalmente, en un lugar soñado. La moto siempre es un puente hacia cosas inesperadas, abre puertas, conoces gente, todo el mundo se solidariza con un motoviajero, y te felicitan por estar desafiándote y experimentando el mundo de esa forma.
Siempre digo que el motociclismo no tiene ni edad ni género, todos podemos, es el vehículo más sensorial que hay, te deja no solo sentir el viento, la temperatura, los olores, sino que tu cuerpo se fusiona con la moto y se hace muy entretenido el andar, lo considero hasta un deporte.
Es estos viajes debes tener disciplina, buen descanso, buen equipamiento, conexión para reportarte, el cuerpo liviano, y por sobre todo ganas de conocer e ir por más aventurándote a lo desconocido. Una vez que te bajas de la moto después de un desafío semejante, no sos la misma.
Poder mostrarle esto a todas las mujeres del mundo, es un gran regalo que me hago a mí misma y a ellas. Muchas me llaman y me contactan para que les dé consejos, para aprender a manejar, para decirme que les encantaría, pero no se animan… y desde ahí usamos la estructura de “Mujeres al Mando”, donde tenemos escuela de manejo desde el 2019.
Ya enseñamos a 5000 mujeres a manejar, mostramos viajes, diferentes disciplinas en moto, como moto de montaña que se llama off road, motociclismo de velocidad en un autódromo. También educamos y apoyamos a empresas de servicios logísticos a integrar mujeres y enseñar un mejor servicio, diseñamos rutas, damos beneficios y muchas cosas más. Eventos, viajes, equipamiento y mucho más se muestra en nuestra página.
¿Se viene un próximo evento?
Estamos produciendo un rally de montaña estilo mini Dakar, para amateurs y es en abril en Córdoba. Ya se realiza hace varios años y nos sumamos a integrar a la mujer en esta disciplina. La mirada femenina en eventos deportivos hace que podamos sumar aspectos que piensan en esa integración. También se viene un viaje a Europa para mujeres, para todas aquellas que quieran vivir la misma experiencia en grupo.
¿Cómo es la vida de una mujer que vive viajando en moto?
Ya estoy acostumbrada a viajar liviana, tener una vida con facilidad adaptabilidad, soy una persona sociable que me encanta conocer gente de diferentes culturas, hacer amigos por todo el mundo, me gusta tener la posibilidad de viajar con lo puesto y no necesitar mucho más. Ojo, dé vez en cuando vuelvo con muchas valijas(risas).
Cuando viajas en moto en este tipo de viajes sin mucho confort, tenés que saber que hay que relajar en cierto tipo de cosas, no hay tanta moda ni beauty, pero se siente tan bien no llevar peso y adaptarse a lo natural. Este estilo también forjó mi personalidad, no me hago drama por muchas cosas y tampoco siento mucho el peligro que sienten otros, ya que la adrenalina constante que se vive en un viaje así te hace minimizar otros miedos y riesgos.
¿Qué te motivó a tener este estilo de vida?
Siempre fui una mujer muy libre, armé todos mis trabajos de forma que pudiera viajar y vivir una vida en movimiento. “Mujeres al Mando” es un proyecto que me llena día a día de satisfacción porque recibo mucho amor de la gente, y me gusta ayudar desde ahí, todo lo que muestro es para inspirar y que se sumen todos a este movimiento, mostrar que es posible.
Desde que me subí a la moto por primera vez supe que no me iba a bajar y cuando supe que mostrarme en este estilo de vida convocaba a las mujeres a desafiarse internamente, inmediatamente me puse a trabajar en una estructura sólida para dar recursos sobre eso viajé por todo Argentina enseñando a manejar.
Desarrolle rutas donde conectaba a mujeres gestoras culturales de diferentes provincias, arme el primer puesto de detección temprana de cáncer mamá en un peaje, hice eventos solidarios de motociclistas, cortometrajes turísticos y muchas activaciones más.
Vi que desde el motociclismo podía construir un montón, y con estructura más. Siempre digo esto: es un movimiento y si una masa de gente se moviliza a favor de bienes colaborativos y positivos para la sociedad, se puede ayudar un montón.
Volviendo a tu pregunta de mi estilo de vida, tengo tres trabajos, los cuales son fruto de mi creatividad y emprendedurismo. Por suerte todos los puedo manejar a distancia, me llevo muchos años diseñar mi vida, pero fui tras mis sueños y convicciones.
Siempre digo que emprender es un motor para mí, vivo generando cosas nuevas. Desde los 18 años fabrico cosméticos en Argentina y hoy tengo una empresa de aromatización y jabonería para restoranes y hoteles, viajo por el mundo buscando fragancias, que es algo que hace que mi proyecto siga creciendo, y si puede ser en moto mejor.
¿En qué sentís que inspiras a la mujer de hoy con mujeres al mando? ¿Y porque llama tanto la atención la moto?
Es un vehículo que sigue rompiendo esquemas, representa una actitud de rebeldía y aventura, donde las mujeres antes no se representaba. Hoy forma parte de actitudes nuevas de la vida y en espacios nuevos que va tomando la mujer. Todavía es un vehículo que llama mucho la atención con una mujer arriba.
¿Cuáles son las cualidades que debería tener una “mujer al mando”?
Salir de su zona de confort, querer superar sus miedos, aprender a manejar un vehículo que te solicita equilibrio, que significa trabajar en tu seguridad, aprender a andar en moto es mirar al futuro, porque ella va donde vos mirás, hacia delante.
Siempre digo que sumen otra movilidad en sus vidas y que la usen cuando quieran, pero que la aprendan, hasta cuando viajan con alguien de acompañantes. Es otra herramienta que tenés en tu mundo que te da autonomía. Una Mujer al Mando®va sin miedo ni prejuicios, mira hacia delante y da marcha a su motor interno que es su corazón. La mujer motociclista tiene un temperamento especial, y eso se nota.
¿En qué momento de tu existencia sentiste que ser motoquera iba a ser tu forma de vida?
La moto y “Mujeres al Mando” me permitió trascenderme a mí misma con la capacidad de ir más allá de mi propia identidad y ampliar mis límites personales. Esta actividad me implica una conexión con el mundo y los demás. Ahí supe que iba a ser mi estilo de vida, mi herramienta para poder mover en la tierra.
Para saber más sobre Belén Couso, sus distintas activaciones con “Mujeres al Mando” o sus diferentes proyectos, se puede visitar sus redes sociales y enterarse de todas las novedades.