Investigadores italianos han descubierto el funcionamiento de un mecanismo del ciclo celular que causa la maduración y proliferación de células tumorales, un hallazgo que abre la puerta a terapias específicas para combatir los cánceres causados por este mecanismo.
Así lo ha explicado el hospital pediátrico Bambino Gesú de Roma, en un comunicado en el que subraya que la ciclina D, una molécula esencial en la división de las células, se activa y desactiva gracias a otra proteína llamada Ambra1, que cuando no funciona desencadena un proceso que conduce a la rápida formación de muchos tipos de tumores.
El trabajo, elaborado por este hospital romano y la Universidad de Roma "Tor Vergata", junto a otros centros de investigación europeos y estadounidenses, ha sido publicado en la revista científica "Nature".
En ausencia o baja cantidad de Ambra1, la ciclina D no se destruye como debería y se acumula, lo que provoca que las células se dividan a velocidad incontrolada, se dañe el ADN y se formen masas tumorales.
Este proceso fue encontrado en diferentes tipos de cáncer, como el adenocarcinoma de pulmón, el sarcoma y el glioblastoma.
Los investigadores han identificado una propuesta de terapia que se centra en la inhibición del sistema de reparación de las células, lo que provocaría la autodestrucción de las células enfermas.
Las células cancerosas se reproducen a gran velocidad y esto causa errores en su ADN, pero el sistema de reparación de las células corrige estos errores a través de un sistema de enzimas.
Esta propuesta de terapia ya se utiliza en otros casos de cáncer, pero la investigación evidencia ahora que también podrá ser usada en pacientes con la combinación Ambra1 - ciclina D alterada.
Asimismo, el estudio describe la experimentación de una terapia para estos tumores basada en reequilibrar los niveles de Ambra1 y ciclina D, pero explica que no existen a día de hoy fármacos capaces de actuar directamente sobre las dos proteínas para restaurarlas en su cantidad correcta.
Esta investigación ha sido llevada a cabo por los investigadores del Bambino Gesú Francesco Cecconi, del Área de Investigación en Oncohematología, y Franco Locatelli, así como por el equipo de investigación de la "Tor Vergata" y con la colaboración del Danish Cancer Society Research, entre otros centros europeos y estadounidenses.
Fuente: EFE