Este lunes, a las 11 de la mañana (6 AM, en Argentina), se llevó a cabo el primer funeral de Estado en Gran Bretaña desde la muerte de Winston Churchill en 1965. Este resultó el clímax de un largo período de luto que reunió a miles de británicos para unirse a las conmemoraciones tras la muerte de Isabel II, la reina en los últimos 70 años. Se hicieron largas filas durante varias horas para verla y se llevaron a cabo eventos conmemorativos en pueblos, ciudades y villas de todo el país.
El rey Carlos III, el hijo y heredero de Isabel II, quien asumió el trono en medio de una ola de duelo nacional, estuvo acompañado por el resto de la familia real -la princesa Ana y los príncipes Andrés y Eduardo, y de sus hijos, Guillermo y Enrique- en la Abadía de Westminster para rendir homenaje a su madre.
Tras el servicio, la reina emprendió su viaje final mientras su ataúd era llevado al castillo de Windsor para que sos restos sean enterrados en privado. En ese sentido, se vio como las multitudes se congregaron en las calles de Londres para ver la procesión, y también el arribo de líderes de países de todas partes del mundo que viajaron a la capital británica para estar presentes.
Detalles del funeral real
Según la tradición, el carruaje de armas partió y dio inicio a su corto viaje desde New Palace Yard hasta la Abadía de Westminster. El rey, los miembros de la familia real y los miembros de las dos casas del monarca y el Príncipe de Gales siguieron los restos de la mornarca .
El servicio estuvo a cargo del reverendo David Hoyle, decano de Westminster, en la Abadía de Westminster, donde la primera ministra británica, Liz Truss, y Patricia Scotland, secretaria general de la Mancomunidad, hicieron las lecturas. En tanto, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, estuvo a cargo de dar el sermón.
Finalmente, el funeral de Estado fue concluido por el gaitero de la reina, quien tocó el Himno Nacional y un Lamento. Posteriormente, el ataúd fue transportado desde el salón hasta Wellington Arch, nuevamente con el rey Carlos III encabezando la procesión, en dirección a la Capilla de San Jorge, dentro de los terrenos del Castillo de Windsor, donde se llevará a cabo un servicio de entierro privado.
Así, la reina descansará con quien fuera su esposo durante 73 años, el difunto príncipe Felipe, en la Capilla Conmemorativa del Rey Jorge VI.