Baratas, minimalistas y móviles, las microcasas están empezando a ser tendencia en Turquía. Ya despiertan especial interés en la industria del turismo, que busca ofrecer alojamiento individual a quienes buscan evitar los hoteles en plena pandemia.
Surgido unas décadas atrás en Estados Unidos, el movimiento de las "tiny houses" ganó notoriedad tras la crisis financiera de 2008. Recientemente apareció en Turquía, en donde se convirtió en furor.
Gizem Baburhan recuerda con emoción su primera estadía en una microcasa instalada en medio de unos viñedos del oeste de Turquía: "Esta vida minimalista nos ofreció una tranquilidad incomparable”.
“Espero que podamos convertirnos en propietarios de una microcasa y viajar con ella por el mundo entero”, subrayó Baburhan en diálogo con la agencia AFP.
Es muy raro que en un país en donde se prefieren las viviendas espaciosas y modernas estas casitas estén causando tal furor.
Los fabricantes de microcasas vieron cómo los pedidos aumentan desde el año pasado y tienen problemas para hacer frente a semejante demanda. "En 2020 nuestros pedidos se multiplicaron por 20 con respecto al año anterior", afirma Galip Olmez, dueño de YAKO Groups, que se lanzó al mercado en 2017.
La arquitecta Pelin Dustegor, que trabaja para la empresa Casa Lokomotif, explica que la mayor parte de los clientes vienen del sector del turismo y quieren proponer una oferta de "tipo camping".
Estas casitas, instaladas sobre ruedas, tienen la ventaja de poder ser estacionadas en terrenos, sin la necesidad de un permiso para construir, ya que en Turquía son consideradas vehículos.