Ayer por la mañana, Ronnie Arias charló con Andy Kusnetzoff en el programa radial de Perros de la calle y habló acerca de lo que fue su experiencia de la Guerra de las Malvinas cuando un amorío que tuvo en su adolescencia debió ir a combatir.
"Es una historia de los que nos quedamos acá, es una historia de los que estábamos bajo bandera, soy soldado clase 62 Arias Horacio Jorge y un día 2 de abril me desperté como todos los días que me despertaba para ir a tomar el tren en la estación Libertador para llegar a Campo de Mayo", así fue como arrancó el duro relato el conductor radial.
"Era un lunes tan especial, me estaba esperando abajo con un café con leche en mi vieja que no me daba bola porque ya me había ido de mi casa a los 16 años. Asi que voy a estar Nazca, me tomo el 110, llego a la estación en Libertador cuando llega el tren se abren las puertas y adentro todo es como si fuera el Mundial 78..." continúa en seco, Arias.
"La gente está alucinada, los pibes gritan 'las Malvinas son argentinas', muestran el diario crónica que dice los argentinos tomamos las Islas Malvinas y recuperamos lo que es nuestro y adentro mío digo: Dios vamos una carnicería lo primero que pensé es que vamos a una carnicería", relata indignado, Ronnie.
La historia de Ronnie Arias con Felix, su amor adolescente
"La cuestión es que llegan los pibes nuevos que son clase 63 y esta es una historia paralela porque yo tengo un romance con un chico que viene de San Juan, se llama Félix y es un morocho hermoso, el más lindo de todo el batallón te juro por Dios y mira que conocí varios", indicó Ronnie sobre su amor adolescente.
"Cuando deciden quién se va para Malvinas y quién se queda, casi siempre los que mandaban eran a los soldados nuevos o sea casi siempre sin preparación... Nos ponen frente a frente y lo que preguntan es cuánto calzas y entonces había que ponerse los que calzaban 40 frente a los que calzaban 40, con tanta suerte o desgracia que la persona que me toca delante mío era Félix...".
El conductor explicó que los soldados nuevos tenían lo peor y lo que sobraba, de hecho, los borcegos de Felix estaban en muy mal estado, mientras que los de Ronnie eran térmicos que soportaban temperaturas extremas.
La última vez que vio a Felix fue cuando Ronnie decidió regalarle sus borcegos y vio como se subía con su mochila en el camión que lo llevaba al Palomar. De hecho, durante mucho tiempo no supo nada sobre Félix, hasta que un día estaba comiendo pizza en San Telmo y alguien se acerco para hablarle...
"Yo estuve en las islas con Félix, nosotros estuvimos presos en un pozo creo que los agarraron los ingleses y nos habíamos robado un cordero, nos la comimos cruda y nos encontró un sargento argentino que nos hizo que hagamos un pozo", le había dicho el muchacho que dijo que creen haberlo visto a Félix en una foto de los soldados que habían regresado a Malvinas.
"En mi cerebro de adolescente de 19 años la imagen que tengo de esos chicos es la imagen de las personas que estaban en los campos de concentración en la época de los nazis, esos ojos hundidos, flacos, destruidos y sin esperanza, los ojos muertos y la sensación que me quedó de Félix, era la de un muerto vivo caminando por la calle", recordó, Arias.
"Sé que es una historia de amor y también sé que es una historia que no nos tenemos que olvidar porque íbamos a vitorear a un hijo de puta, borracho que solo nos mandaba el matadero, no fue un mundial, no había nada que festejar, nos iban a sacrificar..." sentenció en su emocionante historia, Ronnie Arias.
