Son miles los argentinos que eligen continuar sus vidas en otro país. Ya sea en busca de nuevos proyectos, para volver a empezar, estudiar o para conocer otras personas.
En ese contexto y aunque el idioma local no sea el español, varios argentinos eligieron Chicago como su nuevo hogar y rompieron con algunos mitos sobre los estadounidenses.
En diálogo con GENTE, Juliana Molinelli (26) contó cómo es vivir en el exterior junto a su marido, Thomas Whamond (29). Ellos se casaron por Civil en 2020, en medio de la pandemia, y decidieron emigrar juntos para cumplir sus sueños.
"Elegimos irnos a estudiar afuera por muchos motivos, pero principalmente porque vimos que era una experiencia que podía ayudarnos a crecer profesionalmente a cada uno en su área fuera de Argentina, así que aplicamos a varias universidades de distintas ciudades de Estados Unidos", contóJuliana y agregó:
"Finalmente, elegimos mudarnos a las afueras de la ciudad de Chicago (Hyde Park) por dos razones. Primero porque nos llamaba la atención vivir en una de las ciudades más grandes de Estados Unidos, en la que hay muchísimas opciones, y segundo porque Hyde Park es el barrio de la Universidad de Chicago y queríamos vivir la famosa vida de campus universitario americano".
Una mujer que también cambió su destino fue Josefina Giuffré, quien emigró en 1999. “No había motivos aparentes para dejar el país. Tenía buenos ingresos y vivía bien. Pero algo en el ambiente se sentía raro”, recordó en diálogo con La Nación.
Actualmente Josefina se casó y tuvo dos hijos en Estados Unidos. A pesar del idioma. “Traía conocimientos de inglés, pero no es lo mismo saber un idioma que vivirlo. Me ponía la tele todos los días y traté de no estar en contacto con nadie que me hablara en español por un tiempo. Fue toda una adaptación”, recordó.
Por último, cuando le preguntaron cómo es vivir en Chicago y por qué eligen vivir a miles de kilómetros de su tierra natal, rompieron con algunos mitos acerca de los norteamericanos. “Acá las oportunidades están si te movés, trabajás y te relacionás. ¡Las personas son excelentes! En el día a día, lejos de mi familia, pude comprobar la calidad humana del estadounidense, o al menos de la gente de mi región en Chicago. Desde el primer momento todos me ayudaron a alquilar, a organizarme con la documentación y a equiparme”, concluyó.