Vuela Anita Martínez, puño crispado, lágrima ya lista, salta y festeja con Marcos Bicho Gómez y los dos se funden en un abrazo interminable, genial, repleto de cariño y de humor, ese maravilloso humor que llenó la pista del Bailando y lo transformó en teatro.
Los saluda Marcelo Tinelli, los felicitan Hernán Piquín y Cecilia Figaredo (magníficos subcampeones, virtuosos de la danza) y los celebran, en definitiva, todos los argentinos que a puro mensaje y tuit los llevaron a lo más alto. Porque ellos son, ni más ni menos, que los campeones del pueblo. Voto a voto, contra Peter Alfonso, luego Noelia Pompa y ahora el bicampeón Piquín, superaron todos los obstáculos. Y siempre con la mejor onda.
“Un día sin una sonrisa es un día perdido”, dirá el Bicho, citando a Carlitos Chaplin, resumiendo en esa frase todo un estilo de vida. Anita (39) y Marcos (51) –divertidos, humanos, sencillos, carismáticos– acaban de ganar en ShowMatch mucho más que el Bailando 2014. Se llevan, entre aplausos y pancartas, bajo el papel picado y las luces de neón, el amor de todos los televidentes que los hicieron sus favoritos.
¡Qué semana se vivió en Ideas del Sur! Desde la eliminación de Peter Alfonso –a priori, uno de los candidatos de fierro– y la grave lesión de Laura Fidalgo (rotura de ligamentos, que la marginó del certamen), la recta final puso a cuatro parejas de cara al título: además de Piquín-Figaredo y Gómez-Martínez, quedaron Jesica Cirio-Juan Carlos Acosta y Noelia Pompa-Facundo Mazzei.
Cada uno, con buenos argumentos para aspirar a la corona y una trayectoria sólida en el certamen, que avalaba sus sueños de título. Para Noelia –doble campeona defensora– la semana fue más difícil que nunca: los fuertes vientos que azotaron Buenos Aires el martes 9 destruyeron gran parte de su departamento en Las Cañitas. Así y todo, bailó fenomenalmente en la semifinal, pero el público se volcó por Anita y el Bicho (72%) y no hubo caso. “Pensé que nos íbamos nosotros”, confesó la comediante. Pero se quedaron. Y no pararon hasta el título.
BICHEROS DE CORAZON. Detrás del baile, está el sueño. Y para Anita, sobre todo, es más que especial. “Siempre fui muy bichera. Si fuera por mí, viviría en medio del campo, con mi huerta, granja y animales. Desde hace un tiempo me comprometí mucho con las causas que defienden los derechos de los animalitos. Y cuando conocí a Patricia (Alvarado) me identifiqué mucho con su lucha”, dice Martínez, en referencia a la directora del Refugio San Francisco de Asís. Este lugar, que alberga y cuida a más de 400 animales en su predio de Cañuelas, ahora tendrá su sala veterinaria gracias al triunfo de su dupla predilecta. Sueño cumplido.
“Anita es lo más. Siempre viene a darnos una mano. Incluso, después de las inundaciones que casi arrasan con todo en el predio; ella se llevó algunos perros del Refugio para cuidarlos en su casa. También logró que Pedigree nos proveyera de alimento para todo el 2015”, contó Patricia, quien lleva doce años en esta entidad que se financia con donaciones y el propio esfuerzo de sus integrantes. El domingo 14, un día antes de la gran final, Anita (38) y el Bicho (51) pasaron toda la tarde en el Refugio, repleto de chicos y grandes.
Hubo música, rifas, choripanes y mascotas por doquier, contenidas y amadas, algunos perritos sueltos entre la gente y otros en el canil donde tienen su hogar. Anita estaba sensible: hace pocos días falleció su perro, Simón, un galgo que rescató de las carreras ilegales (y que había sido envenenado con cianuro). Otro de los perritos que más recuerda es Aldo Bonzi, al que encontró en medio de la autopista. Ese compromiso lo pudo canalizar en el concurso más famoso de la tele. Y fue un boom.
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Los ganadores, dando y recibiendo cariño en el Refugio, de Cañuelas, donde viven unos 400 animales. Anita, súper bichera, es colaboradora habitual del lugar, donde ambos son ídolos absolutos.
Antes del duelo, los contendientes se saludaron con mucho respeto. Es que sobró buena onda entre ellos.
Toda la emoción de la finalísima, que marcó la friolera de 25 puntos de rating al filo de las dos de la mañana.
Tras los cuatro ritmos (hasta ahí, Bicho-Anita superaban 3-2 a Piquín-Figaredo), llegó el voto popular, cuya cifra fue 59.42%. El abrazo final lo dice todo: ¡campeones!
No hay orgullo más grande que un hijo. Y se nota en las caras iluminadas de Anita (con Lorenzo, de 6 años) y el Bicho (abrazando a Homero, de 7). Lorenzo tuvo particular protagonismo en el Bailando, en un ida y vuelta desopilante con Tinelli. “El día de la semifinal, Marcelo hizo un milagro: lo mantuvo quieto durante una hora”, se reía Anita.