En un mundo donde la exposición mediática de los conflictos familiares es cada vez más habitual y con la disputa de Wanda Nara (38) y Mauro Icardi (32) por la custodia de sus hijas –Francesca e Isabella, de 10 y 8 años– en el centro de la escena, la alienación parental se ha convertido en un fenómeno de preocupación creciente.
En diálogo con GENTE, Mel Gregorini, psicoterapeuta cognitivo-comportamental, aborda los efectos devastadores de esta problemática en la psiquis de los menores, en un contexto donde la paternidad y la maternidad se ven atravesadas por el ojo público, y aporta estrategias para la concientización y para lograr espacios seguros.
–¿Qué es la alienación parental y cómo se manifiesta en casos de alta exposición mediática?
–La alienación parental es un síndrome que describe la manipulación de uno de los padres sobre el hijo, generando en él ansiedad, angustia y dificultades para gestionar su mundo emocional. En los casos mediáticos, esto se agrava cuando los niños son expuestos y utilizados como herramientas de conflicto ante el público. No se les brinda el apoyo necesario, sino que se los involucra en disputas que deberían resolverse en ámbitos privados.
En el tema de la exposición mediática a veces se puede ver que se manipula al hijo o a los hijos sin que el padre o la madre den por sentado un ambiente en el que puedan expresarse en lo emocional y tener una reacción lo más adaptativa posible.

Las señales de un progenitor alienador y los niños como rehenes emocionales
Uno de los signos más claros de alienación parental es el distanciamiento progresivo del otro progenitor. "Puede comenzar de manera solapada, con comentarios o actitudes que aparentan ser socialmente aceptables, pero que con el tiempo se convierten en una manipulación evidente. Se observa cuando uno de los padres aísla al hijo de familiares, hermanos o amigos, creando una burbuja donde el otro progenitor queda excluido”, explica el psicoterapeuta.
Gregorini advierte que en estos escenarios "los niños son utilizados como botines de guerra, como instrumentos para castigar al otro. Detrás de los conflictos legales, económicos o sociales, está la intención de dañar al otro progenitor a través de lo que más duele: los hijos". Este tipo de manipulación no solo afecta el vínculo familiar, sino que genera consecuencias psicológicas severas.

Consecuencias psicológicas y emocionales en los niños
"El primer impacto en los menores es la incapacidad de gestionar su mundo emocional. La ansiedad y la angustia los invaden, generando episodios de llanto, rabia y desconfianza generalizada. En muchos casos, se desarrollan patologías como dificultades de inserción social, problemas escolares, déficit de atención e incluso trastornos de la alimentación”, continúa Gregorini.
El especialista explica que en este contexto, en los chicos comienzan a aparecer “un montón de patologías, tanto mentales como sociales, un montón de situaciones de la vida cotidiana que tienen el origen en esa problemática”.
El impacto de la exposición mediática en el caso Wanda-Mauro y la presión social
Cuando estos conflictos trascienden al ojo público, la situación se agrava. "Hoy en día, cualquier chico tiene acceso a dispositivos y redes sociales. Ver a sus padres envueltos en disputas mediáticas no sólo les genera estrés y ansiedad, sino que también afecta su desarrollo emocional. La presión social y la mirada externa potencian el daño, acelerando la alienación y dejando secuelas difíciles de revertir”, profundiza el terapeuta.
Gregorini reconoce que "cuando los niños están continuamente expuestos en los medios, su realidad se distorsiona. Dejan de ser sujetos protegidos para convertirse en el centro de un conflicto que los desborda. Esto impacta en su identidad, su autoestima y su capacidad de establecer vínculos saludables".
En relación al efecto que tiene en los menores que se ventilen este tipo de problemas, explica: “Hace que atraviesen un daño muy nocivo”. Y advierte, con preocupación: “Es muy difícil que los chicos que atraviesan esta problemática con uno de sus padres vuelvan a tener una vida equilibrada como la que tuvieron antes de la manipulación”.

La responsabilidad de los padres famosos
El experto pone el énfasis en la responsabilidad el adulto: “Hoy en día cualquier chico tiene al alcance de su mano un dispositivo -recalca este agravante-. Al tener un padre conocido o famoso, que ha trascendido, es mucho más delicado”. En ese sentido, subraya: “Hay un padre o una madre que están evidenciando algo todo el tiempo”.
Para el psicólogo, la responsabilidad de los padres en estos casos es absoluta: "Los niños no deben atravesar disputas que les corresponden solo a los adultos. Exponerlos, utilizarlos como moneda de cambio o perturbar su tranquilidad es una forma de maltrato emocional. Estas situaciones deben resolverse en la justicia o mediante mediaciones especializadas”.
Manipulación inconsciente y estrategias de alienación
En relación a los síntomas que los menores pueden presentar ante la alienación parental, menciona “fallas en el colegio, ansiedad, angustia, y hoy además se está viendo mucha repercusión con problemáticas de la alimentación”.
–¿Es posible que un padre alienador actúe inconscientemente, creyendo que protege a sus hijos?
–A veces es explícito y otras, no tan explícito. Ya hoy en día con este caso (el de Wanda y Mauro) se ve que es muy directa la agresión por medio de los hijos. Es claro que el desarrollo emocional de los menores va a quedar truncado. Y, como decimos los psicólogos, van a empezar a sentir esta sintomatología y a expresar lo que no pudo ponerse en palabras.
Existen casos en los que un padre alienador actúa sin plena conciencia de estar manipulando. "A veces el progenitor cree que está protegiendo al hijo de una situación nociva, cuando en realidad lo está alejando del otro progenitor sin justificación real. Algunas estrategias incluyen desvalorizar al otro padre, inventar historias o generar miedo en el niño con frases como 'tu papá no te quiere' o 'tu mamá te va a abandonar'.

Cuáles son las estrategias de manipulación
Consultado acerca de las estrategias que normalmente utiliza uno de los padres para tomar el control, Gregorini ejemplifica: “El hablar mal del otro, ironizar o hacer hincapié en dónde y con quién está, que es algo que se está viendo en este caso en particular”.
Según explica el terapeuta, esa crítica es totalmente destructiva y nociva, “tanto para ellos, que son los actores de esta novela, como para sus hijas”. Y profundiza que muchas veces estos padres “piensan que están ayudando o protegiendo, cuando en realidad alienan mucho más a los hijos de lo que suponen”.
El rol de la familia, los docentes y los terapeutas, y cómo funciona la manipulación parental
Frente a estos escenarios, los adultos cercanos al niño tienen un papel fundamental: "Familiares, docentes y terapeutas pueden ayudar brindando espacios seguros donde los chicos puedan expresar sus emociones sin miedo a represalias. Es crucial que los niños tengan un entorno que los contenga y les ayude a diferenciar su propia percepción de la realidad de la que intentan imponerles sus padres”.

Herramientas para proteger la salud mental infantil
Para evitar que los niños sufran las consecuencias de la alienación parental, Gregorini enfatiza la importancia de acompañarlos en el desarrollo de su propio criterio. "Trabajar en su autoestima, fomentar el pensamiento crítico y brindarles herramientas para expresar sus emociones es clave. La terapia psicológica, la expresión artística y el apoyo de adultos responsables pueden marcar la diferencia en la vida de un niño que está siendo manipulado”, puntualiza.
Y aporta: “Lo mejor es intervenir y poder generar un control sobre estos padres cuando están totalmente desestructurados, agresivos, y violentan la realidad emocional, psíquica y socioambiental del chico. Por eso que intervenga la justicia, que intervengan terapeutas, docentes, familiares es lo mejor”.
En relación a las investigaciones que se realizan hoy en día, “se habla de que son patologías del límite las que atraviesan estos padres que se sienten omnipotentes”. Y agrega: “Por lo general, a raíz de su narcisismo, no tienen consciencia del influjo negativo que generan sobre los menores”.
En un mundo donde los conflictos de pareja se ventilan en redes y medios de comunicación, la protección de la infancia debe ser prioridad. Para concluir, Gregorini sentencia: “La alienación parental es una problemática real que deja huellas profundas”.