El 10 de diciembre a las 11.56, “por Dios, la Patria y estos Santos Evangelios”, juró ante las dos cámaras del Congreso de la Nación y se convirtió en el 39º presidente constitucional de nuestro país. En su discurso habló de cerrar la grieta, del respeto a la diversidad y las minorías y fue tajante en su crítica a la Justicia Federal. Aquí, las mejores y más íntimas imágenes de una jornada histórica, y algunas de las opiniones de especialistas sobre los temas que deberá enfrentar el nuevo gobierno.
Cerrar la grieta
Alberto Fernández, como lo hizo en la misa del domingo 8 en Luján, se mostró muy correcto en el trato con el ahora expresidente Mauricio Macri. De él recibió los atributos de mando, la banda y el bastón que cinceló el orfebre Juan Carlos Pallarols. Por supuesto, la liturgia peronista no faltó en el recinto. Se cantó la marcha y Alberto y Cristina posaron con los dedos en V. Uno de los momentos más aplaudidos del discurso fue cuando señaló: “Tenemos que superar el muro del rencor y del odio entre argentinos. Tenemos que superar el muro del hambre que deja a millones de hombres y mujeres afuera de la mesa que nos es común. Y, finalmente, tenemos que superar el muro del despilfarro de nuestras energías productivas. Estos muros, y no nuestras ideas distintas, son los que nos dividen en este tiempo histórico”.
Urgencias y desafíos. Por Raúl Timerman. Analista y director del Grupo de Opinión Pública.
Alberto Fernández asume la Presidencia de la Nación consciente de la necesidad de enfrentar, al menos, dos urgencias fundamentales. Pero también tiene desafíos impostergables para proyectar el destino de todos los argentinos. Solucionar el problema del hambre es una de esas tareas urgentes. Para ese frente de batalla ha designado al licenciado Daniel Arroyo. Otro aspecto prioritario es el desastroso estado del sistema de salud. Programas de prevención desmantelados, centros de atención desfinanciados y un recurso humano mal remunerado resultan en un cuadro sanitario que evidencia estadísticas preocupantes y la reaparición de enfermedades que se creían erradicadas. Esa tarea la asumirá alguien que sabe cómo apagar incendios: Ginés González García. A diferencia de las urgencias, los desafíos requieren de políticas a mediano y largo plazo cuyos resultados no se podrán apreciar durante los primeros años de gobierno. El desafío inicial es contener la esperanza de los que votaron al Frente de Todos y a aquellos que no lo hicieron, pero necesitan confiar en un futuro mejor para el país. Sostener esta expectativa es fundamental para enfrentar el gran desafío que esta gestión tiene por delante: poner en marcha el país productivo y generar las fuentes de trabajo imprescindibles para recuperar la dignidad de un pueblogolpeado por la desocupación. Sólo así podrá Alberto Fernández alcanzar la gran meta de todo gobierno peronista, que es construir un gran país.
Argentina necesita exportar para generar dólares. Por Ariel Coremberg. Director del Centro de Estudios de la Productividad, profesor en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad San Andrés.
El gobierno está asumiendo con la misma herencia que el anterior: tres quiebras. En primer lugar, el dinero de la intermediación financiera en lugar de estar destinado al ahorro de los argentinos o al sector productivo está financiando al Estado. En segundo término, el Banco Central está quebrado pues otorgó todo su patrimonio al Estado, y, por último, el sistema previsional también está quebrado. La realidad es que Argentina está muy frágil porque no tiene crédito y los argentinos no creen en su moneda. Ese es el problema central. Seguimos con 21 ministros y una cartera de economía que está desagregada en más de siete manos. Veo un gabinete descoordinado. En realidad, nadie sabe lo que va a hacer Alberto: esto es la administración del silencio. Se ha planteado emitir para llevar dinero al bolsillo de la gente y generar una reactivación. El dilema de esa política es que puede generar un veranito de corto plazo. Para retornar al sendero del crecimiento el presidente debería asegurar con hechos, no con palabras, que se va a respetar el ahorro de los argentinos. Esto implica también moderar los impuestos, algo que termina repercutiendo en la capacidad de exportación del país. Argentina necesita exportar para obtener los dólares necesarios para pagar la deuda externa, las importaciones de la industria y el atesoramiento en dólares de los argentinos. La clave del futuro gobierno: generar confianza y bajar la presión impositiva para que el país vuelva a crecer.
Nuevos ejes en Seguridad. Por Martin Durán Especialista en seguridad.
El actual presidente Alberto Fernández deberá profundizar sobre varios temas de interés para los ciudadanos y, sin dudas, la seguridad es uno de los ejes más importantes. El Ministerio de seguridad de la Nación estará a cargo de Sabina Frederic, antropóloga e investigadora del CONICET, especialista en temas de Defensa. De ella se espera, entre otras cosas, que apueste a la capacitación de las Fuerzas de Seguridad. Será de suma importancia el resguardo de la información obtenida por la inteligencia nacional ya que tenemos como referencia varios casos que se volvieron mediáticos al salir a la luz (grabaciones privadas de teléfonos celulares, por ejemplo). Otro de los ejes es el fortalecimiento de las políticas en conjunto, en cuanto a las fuerzas intermedias y federales. La principal propuesta del nuevo gobierno es la creación de un Consejo Nacional de Seguridad, con participación de expertos de todas las áreas, con mirada federal y bajo un mando político civil. Es necesaria dicha creación para tener una seguridad acorde a la realidad que vivimos.
Desafíos en materia energética. Dr. Ing. Marcelo Gustavo Molina. Director del Instituto e Energía Eléctrica (IEE)
Existe una dependencia excesiva de los hidrocarburos en la matriz energética de Argentina, con una participación principal del gas natural, lo cual pone en foco la producción de este recurso y el autoabastecimiento. Por otra parte, la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero exige la utilización de fuentes de energías no contaminantes. Esto lleva a dos grandes desafíos. Vaca Muerta. Representa la posibilidad de recuperar el autoabastecimiento energético a partir de la disponibilidad de una reserva de hidrocarburos no convencionales. Sin embargo, involucra una escala de desarrollo fenomenal y la utilización de técnicas de perforación y estimulación hidráulica de pozos muy específi cas y no producidas en nuestro país. Energías Renovables. En los últimos años han aumentado su participación en la matriz energética como consecuencia de incentivos como el Plan RenovAr, alcanzando hoy el 7,6% según datos oficiales de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA). Sin embargo, no se alcanzó la meta de la Ley 27.191 (8% de participación de energía renovable en la matriz energética para fines de 2017). Existe un fuerte reclamo por reglas de juego claras y estables que permitan avanzar con las inversiones requeridas. Un alto nivel de integración causaría beneficios sociales, económicos y ambientales para el país. La prioridad debe estar en poner énfasis en el desarrollo de estas dos fuentes de energía para alcanzar la tan ansiada transición energética.
Por Hugo Martin. Informes: Florencia Rodríguez Petersen, Sergio Oviedo y Paula Labonia. Fotos: Matías Campaya, Alejandro Carra, Julio César Ruiz, Fabián Uset, Carlos González Senado de la Nación y Presidencia de la Nación.