En su gran regreso al cine con Corazón loco –film en el que interpreta a un bígamo “incomprendido”–, el más taquillero de la comedia se anima como nunca a revelar su intimidad.
A los 51, un Adrián Suar “consciente, reflexivo y disfrutador” habla de amor con GENTE y revela qué necesita de una mujer y qué espera hoy de la pareja y el sexo.
"De barrio. A mí me tira la piba de barrio. Es mi naturaleza y no tengo gobierno en ese aspecto. Son las mujeres que más me seducen. Y por “barrio” no me refiero a la simpleza, sino a otro modo de digerir la vida, a otro lenguaje, a mi mismo idioma. En el barrio está el buen gusto, la solidaridad, la calidez. Entiendo su dinámica, es mi tribu, mi ADN", dice el protagonista de Corazón loco acerca de las mujeres en las cuales centra su atención.
Y agrega: "Lo mismo me pasa con los varones. A mi par lo saco al toque. Me hablan dos minutos y me bastó para lograr empatía. Huelo el barrio, y cuando lo detecto en una chica, con ella me siento a tomar un café. Voy al frente como animal".
"El sexo es muy imporante en esta etapapa de mi vida", sostiene Suar dejando de lado en amor por un momento.
"Por eso, hoy prefiero poco sexo, pero bueno. Ya no me atrae en absoluto eso de “cambiar de foto” todos los días. Eso ya no va. Puedo estar, fácil, tres semanas sin tener absolutamente nada. Sé administrar, sé regular esa energía, que no te diría que es “sagrada” pero a la que hoy le doy muchísimo valor. Entonces, cada encuentro sexual resulta más lindo. Hay otro roce, se activan otras sensaciones. ¡Hay que escuchar más a los chinos: ellos tienen la posta! (risas)", explica.
"Estoy más atento, porque es fundamental con quién tenés sexo, quién te toca, quién te besa. Porque esa energía... no sé... A los 50 lo vivo así: el sexo debe tener cierta particularidad, debo experimentar una conexión especial. No digo “enamorarme un poquito”, no. Pero para llegar a eso debe haber algo especial que me motive a hacerlo. Y no es el único aspecto que administro en mi vida", revela el más taquillero de la comedia.
Fotos: Gentileza Gabriel Machado.