Según K&K Promotions, la compañía habría violado la ley de marcas registradas.
Toy Story ha sido una de las franquicias más exitosas de Disney. Desde el estreno de la primera entrega en 1995, las películas de los juguetes que cobran vida cuando los humanos no los ven no han hecho más que sumar adeptos.
Tal es la relevancia de la saga que incluso Adidas se inspiró en los juguetes de Andy para una nueva línea de zapatillas. Sin embargo, más de un año después del estreno de la última entrega, la productora fue acusada de plagio.
La acusación se desprende del parecido de uno de los nuevos personajes con un intrépido motociclista. Duke Caboom, "el mejor acróbata de Canadá" estaría más que inspirado en Evel Knievel. El motorista de acrobacias fue furor en Estados Unidos entre los 70' y los 80' y llegó a presentarse ante multitudes de 60.000 personas.
Disney y Pixar, productoras de la franquicia, recibieron una demanda por violación a la Ley de Marcas Registradas. La demanda la realizó una compañía llamada K&K Promotions, que preside el hijo de Knievel. Para la empresa, Caboon es demasiado parecido al fallecido motorista, que en su momento también tuvo su propio muñeco de acción.
La última entrega de la saga de Toy Story cuenta la historia del rescate de Forky, el nuevo juguete de Bonnie. El tenedor de plástico convertido en juguete se pierde, y Woody, Buzz y sus amigos tienen que rescatarlo. Duke Caboon es uno de los nuevos juguetes que ayudarán a los ex juguetes de Andy a llevar a cabo su objetivo.
Según el tabloide norteamericano TMZ, K&K Promotions es la dueña de los derechos de autor y las marcas de Evel Knievel. Como tal, solicitó a Disney que pague una multa por daños derivados de la similitud del personaje con el difunto acróbata.
