El caso de Emma Pilar Cataleya Peralta Díaz, la nena de dos meses que ingresó ya sin vida a un hospital de Mendoza tras haber sido estrangulada con las manos y hasta con un lazo, sumó un nuevo y aberrante capítulo.
Es que, el padre de la beba, Leonel Peralta, quien se encuentra detenido junto a su mujer Solange Díaz por el crimen de la criatura, en las últimas horas tuvo una fría reacción que mostró cuando ocurrieron los hechos, lo cual, dejó su situación judicial más complicada, según indicaron fuentes policiales.
“Se me murió la guacha pero bueno, ya está, qué le vamos a hacer”, habría expresado Peralta mientras observaba desde la puerta llorar a su pareja con la hija en brazos, con una mano apoyada sobre la reja.
Así lo aseguraron varios testigos que declararon en la causa y sus testimonios ayudaron también a reconstruir la violenta relación que mantenía la pareja.
Detalles del caso
Por su parte, Carlos Torres, el fiscal de la causa aseguró que “no hay discusión”, en cuanto a que se trató de un infanticidio. Si bien tiene imputados a los padres de la víctima, la tarea más difícil será determinar el grado de participación o no que tuvo cada uno en el hecho.
En ese marco, la mayoría de los testigos, que hasta el momento, son familiares de la madre y los antecedentes penales apuntan a un contexto de violencia de género que sufría la joven. De acuerdo a los medios locales, el padre de la víctima ya había sido condenado a seis meses de prisión por lesiones leves contra su pareja.
Asimismo, los investigadores esperan el resultado definitivo de la autopsia para avanzar en el expediente. Sin embargo, una forense adelantó que Emma tenía hematomas en los párpados, las mejillas, lesiones internas y externas en el cuello y un hematoma subdural en todo el hemisferio derecho del cráneo. “Las heridas pueden corresponder a estrangulamiento a lazo y un golpe contuso en la cabeza”, sugirió la profesional.