Se cumplió un año de uno de los crímenes más resonantes de la historia argentina reciente. Pasó en Villa Gesell el verano pasado, donde Fernando Báez Sosa había ido a disfrutar de sus vacaciones, pero encontró la muerte de una manera atroz a manos de un grupo de jugadores de rugby a la salida de un boliche.
De cara al juicio, cuya idea principal es que se realice este año, los ocho imputados esperan que se defina s futuro en la alcaldía Nº3 de Melchor Romero, cerca de La Plata. Deberán definir entre un juicio por jurados o con un tribunal. Al mismo tiempo, los detenidos esperan la sentencia del juez de Garantías, David Mancinelli, sobre el pedido que realizaron para cumplir con la prisión en forma domiciliaria.
Con estos pasos a seguir, ¿cómo sigue la cuestión? La investigación está terminada y no consta de pruebas pendientes. El 17 de noviembre de 2020 la fiscal Zambroni, que estuvo a cargo de la investigación, pidió que el caso pase a juicio oral. Las imputaciones para los ocho acusados son por el delito de homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas, que comprende la pena de prisión perpetua. También recaen sobre ellos los golpes a los amigos de Báez que estuvieron presentes la noche del crimen.
Según Diego Escoda, fiscal general de Dolores, y de acuerdo al informe y pedido de elevación a juicio, el asesinato estuvo planeado y hubo una división de roles para atacar a traición. “Lo que se sostiene es que hubo una pelea previa dentro del boliche, entre los amigos de la víctima, la víctima y estos muchachos. A raíz de este altercado, a los ocho imputados los sacan del lugar”, le comentó el funcionario a Infobae.
Una vez que estuvieron todos en la calle ejecutaron el plan. Los 8 rugbiers se dividieron: cinco de ellos (Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Blas Cinalli) fueron a buscar a Fernando. “Lo tomaron desprevenido y de espalda. Comenzaron a golpearlo en distintas partes del cuerpo y cuando se cayó al piso, aprovechándose aún más de esa situación de indefensión, procedieron a darle golpes, una patada que le provocó su deceso casi inmediato”, agregó el Fiscal.
A la par, los otros tres (Ayron Viollaz, Lucas Pertossi y Luciano Pertossi) hicieron una especie de cordón para que los amigos de Báez no lo pudieran auxiliar. Además, ellos también participaron de la golpiza.
Lo que viene de ahora en más es que la defensa de los acusados presente su postura. Tienen plazo hasta el 1º de febrero, cuando se retome la actividad después de la feria judicial, para pedir que vayan a juicio, el sobreseimiento o plantear la nulidad, como ya se hizo sin éxito durante la investigación.
Una vez terminado el plazo, el juez Mancinelli tiene cinco días para resolver la cuestión. Cabe destacar que cualquier determinación que tome puede ser revisada por la Cámara Penal de Dolores.
Según trascendió, la defensa elegiría el juicio por jurados. De llevarse de esta manera, Escoda comentó: “Se compone de doce miembros. Para que haya una condena se necesita que diez de ellos estén de acuerdo. Sin embargo, en los casos de prisión perpetua es necesario que haya unanimidad; si no, ya no es perpetua. A lo mejor la defensa apela a algún argumento de tipo emotivo –'que son chicos’– para evitar los agravantes”.
