Dentro de la ficción son Olga y Sol, dos amigas bien opuestas que ocupan el 3º “B” del edificio de Aquí no hay quien viva, la comedia que sale los jueves a las 23:15 por Telefe. Allí, Paula Morales (26) interpreta a la linda Olga que, participando en un casting tras otro, sueña con convertirse en top model. Jorgelina Aruzzi (33), por su parte, se muestra bien a la inversa: totalmente despreocupada por su imagen, Sol no sólo está enamorada del portero del edificio, sino que acepta los trabajos más insólitos con tal de poder seguir pagando el alquiler. “Ando siempre desarreglada; soy medio machona. Me tocó ser la fea por oposición”, define Aruzzi. Aunque en la realidad la cosa resulta distinta, ya que surgen entre ambas más parecidos que contrastes. En pocos meses de trabajar juntas se hicieron amigas, comparten largas charlas en el camarín y siguen en contacto más allá de las grabaciones. Hasta organizan esta entrevista vía mensajito de texto.
–¿Es verdad que siguen tan pegadas incluso cuando no están actuando?
Paula: Aparte de que tenemos muchas escenas juntas, compartimos el camarín, almorzamos en la misma mesa... Y sí, siempre hay tema de conversación para nosotras. Siento que la conozco desde hace más tiempo.
Jorgelina: Todo se fue dando naturalmente, somos parecidas. Las dos somos amables y nos reímos mucho.
–Las imaginamos como si fueran compañeritas de escuela dando vueltas en el patio durante el recreo, déle cuchichear.
Paula: Nos movemos a dúo. Ella es polvorita. Se la pasa haciendo chistes todo el tiempo. Yo soy más tranquila.
Jorgelina: Pero me festejás las ocurrencias. Está bueno lo que se dio entre nosotras. Durante las grabaciones, a veces los baches son muy largos. Lo bueno es que en las horas fuera del estudio nosotras seguimos divirtiéndonos.
–¿Cómo aprovechan esa onda a la hora de actuar?
Jorgelina: Trabajamos desde lo natural. Nos beneficia que las situaciones son por lo general ridículas, y el guión hace el chiste por sí sólo.
Paula: Igual, nunca ensayamos demasiado los gags, para hacerlos más divertidos, porque en serio que nos tentamos de verdad.
–Ergo, usan el tiempo del camarín íntegramente para chusmear...
Jorgelina: Y, sí... ¿Para qué te vamos a mentir?
Paula: Somos compinches. Sabemos todo una de la otra, pero no nos la pasamos criticando, eh.
–¿Y cómo pensás tu carrera a partir de ahora, Paula? ¿Como modelo o como actriz?
Jorgelina: (Interrumpe) Disculpame, ¿a quién le preguntás? (risas).
Paula: Empecé como modelo publicitaria, pero me pasó igual que con Psicología: no estaba segura de dedicarme a eso. Para mí, lo principal es actuar o conducir. Si bien reconozco que nunca planeé trabajar en el medio, se fue dando solo, y ahora no lo cambiaría por nada.
Jorgelina: ¿Cómo no quererla? Es muy luminosa, es hermosa, es inteligente y es psi-có-lo-ga.
–Bueno, Aruzzi, vos la venís luchando desde hace tiempo...
–Es verdad. A los 16 me subí a un escenario por primera vez, fue en Pasiones olvidadas, en el Centro Cultural Parque Chacabuco, ¡junto a un compañero tuyo de GENTE, Pablo Procopio! Hasta entonces, el mundo del teatro era lejano para mí. Mi mamá es peluquera, mi papá era electricista. Me habían llevado alguna vez a ver algo, pero nada más. Nunca me imaginé ser actriz, aunque cuando lo decidí lo hice con muchas ganas.
–Jorgelina habla de su papá electricista. En tu caso, Paula, ¿no arrancar como animadora es por no subirte al nombre de Víctor Hugo, tu papá?
–Nunca quise usar su prestigio. De hecho, cuando aparecí en Los Roldán muchos ni sabían de quién era hija. Voy despacio, y siento que es bueno para mí ganarme el lugar que merezco independientemente del apellido.
–Hablemos de estrategias para conquistar…
Jorgelina: El humor y la sinceridad. Es lo que hay. Aunque tengo un amigo que me dice: “Sí, claro, pero el humor no calienta”.
–¿Ese amigo no es tu marido?
–No (risas).
Paula: A los hombres les gusta más la espontaneidad que la pose permanente. La típica chica que está tratando siempre de conquistar no es la que mayor éxito tiene.
Jorgelina: ¿Viste? Por eso yo los tengo muertos a todos (risas).
–¿Qué tienen de divas?
–Nada. Para mí, la diva real es la que se hace con respeto. El conocer cuál es tu lugar y no pedir nada fuera de lo normal en tu laburo, por ejemplo, contribuye. Con la ropa soy bien casual. No me gusta ser provocativa. Lo único que hago es salir, mínimo, con los ojos delineados. Odio ir a la peluquería y pasarme horas ahí sentada.
Paula: Yo soy igual. La seducción pasa por lo espontáneo. A mí me encantaría que me den la ropa que le dan a ella: cómoda y holgada. El vestuario súper sexy de mi personaje está bien para mi Olga, pero para mí no.
–¿Y en la vida personal? ¿Están en pareja?
Jorgelina: Yo sí... Soy “juntada” desde hace diez años.
Paula: Lo mismo en mi caso: “juntada” y con un bebé de un año y cinco meses.
–¿En tu caso, el bebé para cuándo, Jorgelina?
–Planes hay, obvio. Con mi marido decimos siempre “el año que viene”. Me encantaría, soy una tipa re-maternal. Sucede que para una actriz es difícil encontrar el momento.
Paula: Seguro. Yo trabajé hasta los nueve meses de embarazo como conductora en Tendencia, y me reincorporé enseguida después del nacimiento. Lo que sí hice fue organizarme y salir sólo un par de horas por semana. Por suerte, los abuelos dan una mano enorme a la hora de cuidar a Benicio.
Jorgelina: En realidad, pensándolo bien, yo quiero tener directamente un nieto (risas).
–¡Eureka, al fin una diferencia..! Para cerrar, reconozcan más detalles distintos entre ustedes. ¿Signos del Zodíaco?
Paula: Géminis... Pero no le doy importancia al horóscopo.
Jorgelina: Soy Libra, con ascendente en Virgo y Luna en Piscis. Invariablemente, cada año me hago una carta astral. Las predicciones nunca me pegan, pero sé que si hay un planeta cerca puede influir en algo. Como ves, yo sí le doy importancia al horóscopo. No obstante, si estoy un poco deprimida, más que acordarme de los astros, pienso en si estoy indispuesta.
Paula: ¿En serio? No te imagino deprimida...
Jorgelina: Son años de trabajarlo... ¿Viste, Pau? Seguimos conociéndonos.
Arte digital: Pablo Turiansky
Asistente de fotografía: Eugenia Balerdi
Maquillaje y peinado: Juan Manuel Cativa
Agradecimientos: Manifiesto, Rallys,
Natacha, Love Miuka, Complot y Las Oreiro
Comparten trabajo, camarín y largas horas de charla. Se hicieron inseparables. Por algo cuando las ven, dicen “ahí viene el dúo dinamita”.
“Llegó el momento de la verdad: ahora me toca a mí”, dice en broma y con tono de revancha Jorgelina, mientras bromea, como en toda la producción, con poses de modelo. En la comedia encarna a Sol, que carece de buen gusto a la hora de vestirse y arreglarse. “Mi personaje la trata de fea, pero ella termina teniendo más éxito que yo con los hombres”, admite Paula, hija de Víctor Hugo.
“Nunca quise usar el prestigio de papá. Voy despacio y siento que es bueno para mí ganarme el lugar que merezco, más allá del apellido” (Paula Morales)