Al cumplirse cuatro años desde que se incendió la Catedral de Notre Dame en París, la misma volvió a ser noticia debido a una novedad en el caso. Al parecer, durante el incendio se liberaron grandes cantidades de plomo a la atmósfera, es decir contaminación, lo que podría haber significado un riesgo para la vida de los ciudadanos franceses.
La información a la que accedió AFP apunta a que la Justicia francesa se encuentra siguiendo las pistas de cerca. En 2021 apareció la primera denuncia, realizada por la asociación Henri Pézerat, el sindicato CGT y dos padres. Según apuntan, los rastros del incendio equivalen a "casi cuatro veces las emisiones anuales de plomo en la atmósfera de toda Francia".
Todos ellos juntos lograron que una jueza de instrucción tomara la posta de la causa y, si bien se descartaron en el momento riesgos vinculados a la contaminación atmosférica, lo que dejó preocupación en los vecinos franceses fue la presencia del metal pesado tóxico en el suelo, ya que pudo haber terminado en los zapatos y hasta ser ingerido por niños.
"Las autoridades competentes no tomaron ninguna precaución particular durante los tres meses siguientes al incendio", afirmaron en la presentación ante la Justicia, reclamándoles a la Agencia Regional de Salud, la prefectura de policía, la alcaldía de París y al ministerio de Cultura.
La situación no es desconocida para quienes se encargan de la obra y saben que respirar el polvo de ese metal pesado es peligroso para la salud. Por ello se estableció un protocolo especial para entrar y salir de allí: según el medio francés RFI, todos los que ingresen deben ponerse un overol, ropa interior descartable, botas y cascos. Y al salir, descontaminar todo el material, tomar una ducha integral y cambiar de ropa.
Cómo está hoy la Catedral de Notre Dame
Entretanto, los ojos están puestos ahora en lo que será la gran reapertura de la Catedral de Notre Dame, prevista para fines de 2024, el mismo año en que París recibirá a los Juegos Olímpicos. Lo confirmó Jean-Louis Georgelin, el supervisor de una reconstrucción que viene a buen ritmo.
La primera etapa fue focalizada en estabilizar la catedral para hacerla segura. Ahora se están encargando de recomponer la aguja de 96 metros, diseñada por el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc.
La intención de las autoridades de París es dejarla tal y como era antes del incendio: tendrá las bóvedas de piedra originales y el tejado volverá a ser de roble, como siempre lo fue.
Se espera que reciba de nuevo a sus casi 12 millones de visitantes anuales, además de las miles de misas, oficios y centenares de conciertos que siempre brindó allí.
Así fue el incendio de Notre Dame
El 15 de abril de 2019 se desató un incendio de gran magnitud en esta pieza histórica de la arquitectura gótica que data del 1163. Aparentemente las llamas comenzaron debido a un cortocircuito eléctrico o un cigarrillo mal apagado, y en pocos minutos se propagaron de manera impactante. El fuego provocó el derrumbe de la emblemática aguja, su reloj y parte de su bóveda.
Benjamin Mouton, el arquitecto que diseñó el sistema de incendios de la Catedral de Notre Dame, reconoció que hubo un error. Calculó que si la madera de roble de la estructura se encendía, ardería lentamente. Pero terminó sucediendo todo lo contrario.