-¿Qué asiento te tocó?
-Qué asiento pedí, querrás decir...
-¿...?
-Pasillo. Fila derecha. Junto al ala... Un lugarcito que me regalo Dios hace treinta años y por cábala no pienso abandonar.
Carlos Páez sujeta su boarding pass y cierra la frase con un guiño de ojo. Él, que fue el sostén espiritual del grupo de sobrevivientes de los Andes allá arriba -cuando estaban a 3.500 metros de altura sobre el nivel del mar-, el que se encargó de rezar en voz alta y para todos sus compañeros el rosario entero durante cada uno de los 72 días que permanecieron en medio de la nada helada, hoy se reconoce un ingrato. "Soy creyente y por eso no puedo mentir: me acuerdo de Dios sólo cuando lo necesito. Sin embargo -admite-, y aunque todavía tengo mis ‘cordilleras’ en la vida, confieso que lo molesto bastante poco”, lanzaba el uruguayo.
Así comenzaba la cobertura en octubre de 2002 desde el emotivo y puntilloso tecleo periodístico de Mariana Montini, quien junto a su no menos talentoso y apasionado hermano, el fotógrafo Leandro Montini, cubrieron para GENTE un momento irrepetible para esta historia bautizada al mismo tiempo Tragedia de los Andes y Milagro de los Andes (porque paradójicamente del mismo lugar donde el destino acababa con varias vidas, brotaba una irrepetible epopeya inspirada en la amistad y la subsistencia humana):
Nos referimos al regreso de catorce de los dieciséis sobrevivientes a Chile para jugar aquel partido de rugby que nunca pudo suceder, ante los Old Boys de Santiago. Pero no sólo eso: también para volver a encontrarse con Sergio Catalán (el arriero que los rescató), Wilma Kock (la primera enfermera en atenderlos) y el padre Andrés Rojas (quien celebró aquella inolvidable misa de Navidad en 1972), y para volver a pisar la montaña de la que lograron retornar, no así como otros 29 tripulantes del avión que perecieron allí.
Una cobertura que, a 32 años de consumada y a 52 años acontecida la tragedia, Revista GENTE ahora revive en 22 fotos, muchas de ellas inéditas:
MOMENTOS QUE VAN A QUEDAR EN LO PROFUNDO DEL ALMA (Y DE LA HISTORIA)
VIMOS UNA MONTAÑA A TRES METROS DE LA DERECHA. ENSEGUIDA VINO EL GOLPE. EL ALA SE DESPRENDIÓ, CORTÓ LA COLA DEL AVIÓN Y CINCO PASAJEROS SALIERON VOLANDO ATADOS A SUS ASIENTOS" (COCHE INCIARTE, UNO DE LOS SOBREVIVIENTES)
LO PEOR DE LA VUELTA FUE TENER QUE ADMITIRLE AL MUNDO QUE HABíAMOS COMIDO CARNE HUMANA. FUE ALGO DURO. ALGUNOS NOS MIRABAN COMO SI FUÉSEMOS CANÍBALES" (CARLOS PÁEZ)
SOY DIRECTORA DE UNA FUNDACIÓN QUE LUCHA CONTRA EL MAL DE ALZHEIMER Y QUIERO QUE SEPAN QUE USTEDES ME CAMBIARON LA VIDA: DESDCE QUE LOS CONOCÍ YA NADA ME LIMITA" (LA ENFERMERA WIRA KOCK, QUIEN ANTES QUE NADIE CURÓ LAS HERIDAS DE LOS SOBREVIVIENTES)
Fotos: Archivo Grupo Atlántida