Muchos fantasean con la idea de conocer cómo son en la intimidad íconos como Madonna (66) y Angelina Jolie (49), fuentes eternas del deseo. Entonces, cuando se trata de ellas, las revelaciones personales siempre cobran un magnetismo especial y, por supuesto, otro tanto de morbo.
Si bien los ex novios de Veronica Ciccone han contado cómo fue ser sus compañeros (desde Sean Penn a quien se convirtió en padre de su hija, el entrenador cubano Carlón León), hace un tiempo se volvieron a hacer virales los dichos de la modelo china Jenny Shimizu (57), quien fue más allá, y aportó detalles acerca de la pasión que rigió el instinto de la reina del pop y también la de la exmujer de Brad Pitt.
¿Quién es Jenny Shimizu?
Jenny Shimizu fue un rostro icónico de la moda en los años 90, reconocida por su estilo andrógino que rompió moldes en la industria. Fue descubierta mientras trabajaba como mecánica y enseguida consiguió desfilar para marcas como Calvin Klein y Prada.
Sin embargo, su mayor notoriedad vino de la mano de sus romances con figuras como Angelina Jolie y Madonna, relaciones que marcaron su vida y que, según sus propias palabras, fueron “intensas, apasionadas y transformadoras”.
En una entrevista con The Daily Mail, Shimizu reflexionó sobre su vínculo con Madonna, a quien describió como “un torbellino de poder y vulnerabilidad”.
Madonna, según Shimizu: “Una maestra en el arte del amor”
Según Shimizu, estar con Madonna era como “entrar en una dimensión paralela donde la intensidad emocional se mezclaba con una energía arrolladora”. La modelo reveló que la Reina del Pop era meticulosa en cada aspecto de su vida, incluyendo las relaciones.
“Madonna siempre estaba en control. Podía ser cariñosa y al mismo tiempo mantener una distancia emocional que me volvía loca. Su mente estaba a años luz de cualquiera que haya conocido”, confesó Shimizu en una entrevista con Out Magazine.
En términos de intimidad, Shimizu aseguró que Madonna tenía un “lado espiritual” que la sorprendió. “Cada encuentro era como un ritual. La música, las velas, la atmósfera… Todo estaba diseñado para ser inolvidable. Pero lo más increíble era cómo te hacía sentir que el mundo desaparecía a su alrededor”, dijo.
Además, la modelo contó en el documental In Vogue: The 90s que Ciccone la hacía sentirse como una “prostituta de lujo” debido a la dinámica de la relación entre ambas. Según relató, la reina del pop la contactaba para tener encuentros en diferentes partes del mundo, algo a lo que le era difícil negarse. ¿Cómo definió su vínculo en tres palabras? “Interesante pero complicado”.
Madonna, por su parte, nunca confirmó ni desmintió estas declaraciones, pero en la biografía no autorizada Madonna: An Intimate Biography, escrita por J. Randy Taraborrelli, se menciona que “las relaciones de Madonna siempre fueron una mezcla de pasión y estrategia”, tal como precisó Shimizu.
El “triángulo” con Angelina Jolie
Shimizu también fue pareja de Angelina Jolie, con quien dijo haber compartido una relación llena de espontaneidad y adrenalina. En una entrevista con The Guardian, la modelo reveló: “Angelina era todo lo opuesto a Madonna. Con ella, la conexión era visceral, cruda. No había barreras ni estrategias. Solo éramos dos personas dejándose llevar”.
Shimizu asegura que Madonna y Jolie tenían similitudes. “Las dos eran intensas a su manera, pero mientras Madonna calculaba cada movimiento, Angelina se lanzaba al vacío sin red”, afirmó.
En una entrevista de 2003, Jolie admitió abiertamente su atracción por mujeres, diciendo que Shimizu fue una de las relaciones más importantes de su vida: “Ella me enseñó mucho sobre el amor, la libertad y ser auténtica”. Se conocieron en 1996 en el rodaje de la película Foxfire.
“Nunca se me cruzó por la cabeza que algún día iba a besar a una mujer, no era algo que estuviera buscando, simplemente me enamoré de ella”, confesó Angelina.
La reacción de Madonna ante las revelaciones íntimas
Madonna siempre ha sido celosa de su privacidad. Aunque ha hablado abiertamente de temas como su sexualidad y sus relaciones en distintas entrevistas a lo largo de su carrera, nunca se ha pronunciado directamente sobre su romance con Shimizu.
En una ocasión, al ser consultada por Vanity Fair sobre sus relaciones pasadas, respondió: “No me arrepiento de nada. Cada persona que ha pasado por mi vida me ha enseñado algo valioso, y eso es lo único que importa”.
Sin embargo, en 1996, Madonna declaró en The Advocate que su sexualidad era “fluida y cambiante”, lo que en su momento muchos interpretaron como un guiño a sus romances con mujeres como Shimizu.
Del legado de Shimizu en la cultura queer al arte de Madonna
Más allá de los nombres involucrados, Jenny Shimizu es un ícono queer que marcó una era. Su capacidad para hablar abiertamente de sus relaciones con mujeres como Madonna y Angelina Jolie ayudó a visibilizar las relaciones LGBTQ+ en un tiempo donde aún predominaba el estigma.
En su autobiografía, I Was a Boy, Shimizu escribe: “El amor no tiene reglas. Las etiquetas no me importan. Lo único que cuenta es la conexión entre dos personas”.
Según el sociólogo Michael Warner, autor de The Trouble with Normal, historias como las de Shimizu, Madonna y Jolie son esenciales para entender la evolución de las narrativas queer en los medios. Lo explicó así: “Cuando figuras públicas comparten sus experiencias, ayudan a normalizar lo que antes era considerado tabú. Madonna, en particular, siempre fue pionera en abrir caminos hacia la aceptación”.
Los romances de Madonna: de Sean Penn al modelo argentino, que protagonizó Rain
La vida sentimental de Madonna fue carne de cañón de tabloides durante décadas, y tan icónica como su carrera musical. Léase: un cóctel de matrimonios, infidelidades, divorcios escandalosos, rumores de romances lésbicos, y affaires con celebridades y desconocidos.
Desde los primeros pasos de su carrera hasta los reflectores de Hollywood, la Reina del Pop desconoció lo que es pasar desapercibida en el amor. Desde sus inicios con “amores musicales” a su más reciente relación con el boxeador Josh Popper (30) –con quien se reportó que cortó en mayo pasado–, repasamos sus más relatadas elecciones.
En los años 80, cuando Madonna apenas comenzaba a perfilarse como estrella, sus relaciones estuvieron ligadas a la música. Salió con Dan Gilroy, vocalista de The Breakfast Club, donde ella tocaba la batería; luego con Stephen Bray, compañero en el grupo Emmy; y más tarde con John “Jellybean” Benitez, el DJ que produjo sus primeros éxitos.
Pero todo cambió con Like a Virgin (1984). Con el éxito vino el primer gran romance mediático de Madonna: Sean Penn. Se conocieron durante el rodaje del video Material Girl y, según su hermano Christopher Ciccone, fue amor a primera vista. En 1985 y a los seis meses de relación, la pareja se casó en Malibú, en una boda explosiva.
Sin embargo, su relación fue un torbellino de peleas públicas, enfrentamientos con paparazzi y tensiones personales que los llevaron al divorcio en 1989. Penn fue contundente años después: “Fue un matrimonio miserable”.
Tras su separación, Madonna comenzó a salir con Warren Beatty, el eterno galán con quien protagonizó Dick Tracy. Aunque su relación fue breve, marcó un período en el que su vida sentimental se entremezcló con su carrera cinematográfica.
En los 90, con el lanzamiento de su libro Sex y el álbum Erotica, Madonna desató una ola de rumores. Se la vinculó con figuras como Vanilla Ice, John Kennedy Jr., Lenny Kravitz, Dennis Rodman y hasta Michael Jackson (1958-2009), con quien desfiló por la alfombra roja de los Oscar.
¿Las mujeres con las que se la vinculó? Además de Shimizu, con la comediante Sandra Bernhard, la supermodelo Naomi Campbell y Kathy, una vieja compañera de sus clases de ballet durante sus comienzos en New York. Esta última contó en 2006 cómo había sido la “iniciación” de Ciccone con las mujeres.
“Créeme, no teníamos ni idea de lo que era el sexo entre mujeres o de qué se trataba. Aprendimos. Recuerdo que Madonna compró una revista de lesbianas y leímos sobre todas las diferentes posiciones y lugares donde la mujer era sensible y simplemente experimentamos”, recordó la ex compañera de Madonna, que declaró “lo mucho” que se atraían sexualmente.
Del nuevo capítulo de su maternidad a encontrarse “sola pero fuerte”
Determinada a ser madre, Madonna planeó su embarazo con precisión. En 1996, le dio la bienvenida a su hija Lourdes María junto al entrenador cubano Carlos León. La maternidad trajo un aire de calma a su vida, pero no por mucho tiempo.
En 1998 conoció a Guy Ritchie, el cineasta británico con quien se casó en el año 2000 en un castillo escocés. Tuvieron un hijo, Rocco, y adoptaron al pequeño David Banda en 2006, formando la postal de una familia perfecta. Sin embargo, tras ocho años, su relación colapsó. En 2008, Madonna pidió el divorcio alegando “comportamiento irracional” de Ritchie, desatando una guerra mediática que incluyó acusaciones cruzadas y rumores de infidelidad.
A los 50 años, tras otro divorcio y un romance sin confirmar con Alex Rodríguez, Madonna confesó sentirse sola a pesar del éxito. “Todos me adoran, pero estoy sola”, le dijo al escritor Norman Mailer. Sin embargo, como ella misma afirmó, la música fue siempre su refugio: “Estoy muy triste por mi vida personal, pero mi vida profesional me sostiene”.
Hoy, más allá de alguna compañía ocasional, Madonna vive para sus seis hijos, Lourdes, Rocco, David, Mercy, Estere y Stella.
El modelo argentino que conquistó a Madonna: Daniel Rossi
Daniel Rossi, el modelo y actor argentino que fue pareja de Madonna en los años 90, es recordado por su historia con la Reina del Pop, pero ha preferido mantener un perfil bajo desde entonces.
En 2019, se reportó que vivía en Vicente López y tenía una hija adolescente. Aunque ya no está en el centro de atención mediática, Rossi ha contado que sigue recibiendo mensajes de fanáticos de Madonna que buscan detalles de su fugaz pero intensa relación.
Su vínculo con Madonna estuvo marcado por encuentros apasionados en Nueva York y la estricta confidencialidad impuesta por la diva pop. A pesar de esto, el romance generó roces en la vida personal de Rossi, ya que en ese momento mantenía una relación con la actriz Julieta Ortega, hija del por entonces gobernador de Tucumán, Palito Ortega.
En tiempos en los que Google aún no existía, a través de una búsqueda en la guía telefónica, un periodista de Clarín dio con el número de Rossi. En esa oportunidad contó que tenía “mucha buena onda” con Madonna y que la había visitado varias veces en su mansión.
En ese relato, el modelo que protagonizó el clip de Rain con la reina del pop, contó que una vez, los guardias de seguridad que la custodiaban actuaron con cierta envidia. Le cerraron el portón de acceso antes de que terminara de salir con su moto.
La hoja de metal le tocó un tobillo, lo que hizo que perdiera el control y terminara de bruces en el piso. Tras lastimarse de manera muy fea, fue la propia Madonna quien pagó los gastos médicos de Daniel y castigó a los responsables de semejante atropello.
Siempre intensa y sin restricciones, Madonna fue un faro de libertad y aceptación para muchos que se identificaban con sus movimientos y decisiones. Lejos de los tabúes y plantada ante las críticas, nunca le importó el qué dirán, si a sus novi@s les llevaba treinta años o más. Y defendió aquello que pregonó desde sus comienzos y también quedó grabado en Human Nature: “Express yourself, don’t repress yourself” (exprésate, no te reprimas).
En 1995, durante una entrevista con Barbara Walters, sentenció: “Si mi vida y mi arte inspiran a alguien a ser más auténtico, entonces he cumplido mi propósito”.
Fotos: archivo Grupo Atlántida y Fotonoticias.