A poco de cumplirse tres años desde que Isabel II despojara a su hijo Andrés de todos sus títulos militares debido a sus problemas judiciales por el caso Epstein, además de avanzar con la supresión de su asignación oficial, el duque de York sigue copando titulares dentro y fuera de Reino Unido, situación que incomoda a Buckingham.
De hecho, desde su ascenso al trono en mayo de 2023, Carlos III ha hecho de todo por desligarse de los escándalos de su hermano. Fue él quien tomó la determinación de retirarle la retribución económica como miembro en activo de la corona británica y meses después le pidió que abandonara la casa de Royal Lodge en la que había residido hasta entonces. Algo a lo que el duque de York se negó rotundamente y desato una disputa entre los hermanos.
Bajo ese marco, en víspera de Navidad y en medio del peor momento de Andrés de York, recluido en total soledad, una situación crítica que está sobrellevando con la única ayuda de sus dos hijas Eugenia y Beatriz de York, se filtró a la prensa británica la gran promesa incondicional que la difunta Isabel II le hizo hacer al rey Carlos en vida.
Contra todo pronóstico, los medio británicos aseguran que el príncipe Andrés habría recibido la invitación de su hermano mayor para pasar la Navidad en Sandringham junto al resto de la familia.
Así, luego de meses distanciados en los que el monarca llegó hasta a expulsarlo del Castillo de Windsor, Carlos III habría dado un paso hacia atrás después de haber hecho frente a uno de los años más complicados de su vida y se solidarizó con su hermano.
Ante tan sorpresiva noticia, que anticipa una Navidad unida en los Windsor, una fuente cercana al palacio reveló el motivo de la decisión del monarca de incorporar al polémico miembro de la Familia Real en tan importante evento: "Se comprometió con su madre, Isabel II, a cuidar de él, y piensa cumplirlo desde su faceta como hermano", explicó.
Así son los desolados días de Andrés de York lejos de la vida pública
Con el pasar de los años, Andrés de York fue cada vez más orillado al exilio público. Según la prensa inglesa, lleva una vida completamente ajena al foco mediático. Pasa gran parte de su tiempo en casa, una propiedad dentro del Castillo de Windsor donde disfruta de la naturaleza, pasea a caballo, pero en total soledad, sin visitas ni movimiento social.
Cabe mencionar que el duque supo ser la joya de la Familia Real británica, después de la reina Isabel II, era el segundo royal más querido de los Windsor, con altos índices de popularidad. Con una agenda desbordada, Andrés de York tenia una vida social muy activa, se codeaba con presidentes y estrellas de cine.
Hoy, solo recibe la visita de las princesas de York, Eugenia y Beatriz, que, pese a las críticas, se turnan para pasar tiempo con él y de llevarle a sus nietos, lo único que le hace feliz en estos momentos.