Se autodefine como una madre exigente. Mica Viciconte (35) mantiene un rígido plan de crianza para su hijo, que el 6 de mayo cumplió dos años. De los temores de madre primeriza a sobrellevar la experiencia, la pareja de Fabián Cubero (44) abre las puertas de su hogar en Nordelta para posar en exclusiva con Luca en la intimidad familiar.
Si bien el deseo de convertirse en madre estuvo latente desde siempre, reconoce que “estiraba” la fecha porque “no quería ser una mamá joven”. Aunque en un momento se dio cuenta de que “nunca era el tiempo indicado” y decidió lanzarse a esta aventura. “Un día lo charlamos y dijimos ‘ya fue’. Había que dar el paso. Cuando él llegó a nuestras vidas todo fue felicidad absoluta, es el mejor regalo”, agrega a Revista GENTE.
"Si vos me preguntás que nos brindó desde su llegada, básicamente puedo decir que amor. Es un amor súper genuino que terminó uniendo a esta familia ensamblada. Amor, alegrías, diversión, complicidad. La familia ensamblada es nuestra familia", comenta emocionada.
“Lo curioso es que terminó yendo en contra de lo que todos me decían. Hijo varón, siempre pegado a la mamá. Bueno, no es el caso. Es repapero. Juegan juntos, hacen cosas juntos y en algunos planes quedo afuera. Yo lo llevo a natación. Hasta que no sepa nadar no hay motivo para que deje la actividad. Es el único deporte que está obligado a hacer. Así me lo inculcaron a mí, más allá de ser guardavidas y profe de natación. Igual en este caso no va obligado: lo disfruta”, cuenta la panelista de Ariel en su salsa (Telefe) y dueña de DeConté, un emprendimiento de artículos de decoración.
-¿Qué actividades le gustan?
-De todo. Es un niño inquieto. En la semana no le doy ningún dispositivo electrónico. Sí, los sábados y domingos que le pongo una o dos horas la tele. Lo que pasa es que la ve un ratito y después quiere salir a jugar. Cuando llega del colegio se divierte con sus juguetes: tiene autitos, un camioncito, masas. Son actividades lúdicas. Él otro día lo llevé al canal y guardé en la cartera la tablet por si se ponía inquieto, pero ni la usó. No le gusta.
–Más allá de elegir mantenerlo lejos de los dispositivos electrónicos, ¿no ve a otros nenes con ellos y te pide?
-Me pasó que nos fuimos de viaje con una pareja amiga cuyo hijo es compañero de Luca en el colegio, y el nene usaba la tablet mientras estaba comiendo. Luca apenas lo vio se acercó y se pusieron juntos a mirar cosas. A esas situaciones me adapto, no pasa nada. No me importa si aprovecha esos momentos para usarlos porque tampoco lo puedo tener aislado. Aunque va a tener tiempo de usar el celular a más no poder, prefiero estirarle la exposición un tiempo más.
-¿Qué aspectos fuiste “soltando” con el paso del tiempo?
-Las primeras noches, luego de tener a Luca, yo no dormía. Iba cada dos minutos a ver si respiraba. Después todo fluye y es más tranquilo de lo que una piensa. Ahora por las noches ni lo escucho y si se despierta porque quiere algo, va con el padre.
-¿Qué tipo de madre sos?
-Estructurada. Los hábitos son fundamentales en chicos y también en grandes. Mi nene de lunes a viernes va al jardín de 8 a 16 y se duerme a las 20. Los fines de semana, a pesar de no asistir al cole, igual tiene que levantarse a desayunar, y como máximo puede tomar hasta dos horas de siesta y dormirse a la noche un ratito más tarde. Pero, justamente, al tener hábitos incorporados, a determinada hora te agarra la mano y pide que lo lleves a dormir.
-¿Y en qué cosas mejoraste a lo largo de estos dos años de crianza?
-Al principio era muy estricta con la comida. Mucho estrés al pedo porque no llegaba a nada. Ahora soy más flexible: come sano, pero si le das un helado se vuelve loco de la alegría. Entonces no lo privo de eso. Tampoco le doy dos por día. Es uno cada tanto. En la semana buscamos una alimentación saludable: nada de gaseosas, nada de excesos. Y los sábados y domingos están los permitidos, ya sea un chocolate o un cuartito de helado. Vía libre para relajar y pedir algo rico, unas hamburguesas con papas fritas o algún postre. Lo mismo rige para todos los habitantes de la casa.
-¿Esta estructura armada es muy tuya, no? ¿Fabián coincide?
-No. Somos dos personas totalmente diferentes. Si a él le parece que algo no está bueno lo charlamos, pero sabe que esta estructura al nene le funciona. Son cosas favorables para Luca. A veces Fabi me decía que le dé un chocolate, así que él ahora tiene voz y voto. En esto de que estoy más flexible le doy el espacio de permitirle que se lo dé y no enojarme. La única línea que sí o sí mantenemos es de no contradecirnos con las órdenes frente a él para no desautorizarnos. Con Fabi siempre se puede charlar todo, así que que nos venimos llevando bien en ese aspecto.
-¿Y cómo lo analizas a él en su faceta de papá de un varón?
-Mi ventaja fue conocerlo siendo padre. Nunca tuve dudas de como iba a ser. El riesgo lo tuvo él, ya que no sabía cómo iba a ser yo como mamá. Dedica tiempo de calidad, transmite el concepto de familia, es comprensivo y está presente. Como padre es excelente. Nunca me pasó la situación de no dar más por tener que trabajar todo el día y tener que cuidar a Luca. Él ayuda todo el tiempo, no me deja sola. Lo mejor que hice en mi vida es que Fabián sea el padre de mi hijo.
-¿Qué cosas de la personalidad Fabián tiene Luca?
-Son súper cariñosos los dos, así que creo que eso es de él. Muy divertidos, viven haciendo bromas y jugando y no paran. E hiperactivos, algo que también heredó del padre.
-¿Cómo es el día a día de Luca con sus hermanas?
-Ama a las hermanas (Indiana, Allegra y Sienna). Al tener familias separadas, espera ansioso a que lleguen ellas. Cuando entran se desesperan. A veces se levanta a la mañana y las busca. “¿Hemana?”, dice. Que se lleven bien es hermoso. Las veo así abrazándose y me enamora. Disfruto de verlo reír pasándola bien con ellas. Y ahí digo “algo bien hicimos”.
-¿Hacen actividades solos?
-Dentro del barrio hay una plaza y les doy el espacio de que se vayan solos, total estoy cerca. Que tomen un helado juntos, que se tiren por el tobogán, son recuerdos que están buenísimos.
Las confesiones amorosas de Mica Viciconte
Fuego y pasión, las claves de la historia de amor de Mica Viciconte y Fabián Cubero. “Con Fabián podemos tener momentos de intimidad porque Luca no duerme en la misma habitación. Eso es un plus muy grande”, manifiesta. Las salidas de pareja son prácticamente un infaltable en la relación.
“Tenemos planes solos como ir al cine, a comer o tomarnos una copa de vino en el living. Es una obligación que nos imponemos para que no nos coma la rutina. Es importante en una relación. Como pareja estamos perfectos”, afirma sin dudar.
-¿Y en la cama?
-Más aún. Somos muy pasionales. Yo tengo amigas que me dicen que están meses (sin tener sexo) y yo les digo que ahí algo no está funcionando. Por el tiempo que estamos, no llevo bien la cuenta, nosotros estamos muy bien. Soy mala con las fechas (ríe pícara).
-¿Hay peleas?
-Un hijo te une o te separa con esto de necesitar decidir sobre determinadas cuestiones, estar de acuerdo o no. Tenemos discusiones, pero siempre se resuelven charlando y diciendo lo que a uno le molesta, porque la relación es una sucesión de contratos que hay que firmar permanentemente para seguir.
-Teniendo en cuenta que sos una mujer de carácter, ¿los enojos cuánto duran?
-No te voy a mentir: antes mucho, pero con el tiempo fueron disminuyendo. Igual, apenas sucede una discusión, lo mejor es que ni te acerques porque soy un horno a 200 grados y te podes quemar. Al día siguiente quizá estoy accesible para hablar, jajaja.
La contundente postura de Mica Viciconte en el conflicto con Nicole Neumann
“Como padre, Fabián es exactamente igual que como sus hijas: tiene mucho amor, pero le juega en contra que es demasiado bueno y termina saliendo lastimado. Pero es la ley de la vida”, afirma. Y con esa frase deja abierta la puerta a hablar del eterno conflicto familiar con Nicole Neumann (44).
-¿Hay chances de una bandera blanca en el conflicto con Nicole?
-Vos podés ser cordial con personas que son cordiales y en donde hay respeto. Cuando eso no existió, no existe y nunca se logró, no voy a pretender nada. Si hay buena predisposición, bienvenido sea, pero no me interesa de ninguna manera tener trato con ella. Yo tengo mi vida. Me acuesto y en mi cama descanso en paz. Se qué hice y que no hice. No vendo nada para el afuera y soy súper transparente.
-Imaginando un escenario en el que esta situación de ser madre nuevamente le haya removido alguna fibra interna, decida empezar a poner fin a viejas rencillas y te llame para almorzar un domingo con Fabián, ¿aceptás?
-No. Directamente no. Sé quien es. No soy hipócrita, y no me interesa. No tengo tiempo ni ganas. Le dedico tiempo a las personas que quiero y de las que recibo afecto y amor. Es de conocimiento público que no tengo buena relación con ella. Así y todo tampoco voy a hablar mal de ella porque es la madre de las hermanas de mi hijo. Pero si me preguntas esto, te contesto que no. Simplemente es algo que no siento.
-¿Cómo sigue la situación judicial?
-No estoy muy al tanto. Le perdí un poco el hilo al tema. Después de siete u ocho años ya ni sabés por dónde anda la cosa.
-¿Internamente qué te pasa con un conflicto tan largo?
-Al principio me afectaba más, y ahora menos. Viste cuando tenías el álbum de chico y juntabas figuritas: bueno, esta es una figurita repetida. No me lo tomo con tanta profundidad como antes. Como te digo, ya ni me informo de lo legal. El tiempo va a… bueno. No va a acomodar nada. Para mí nunca va a terminar. Va a seguir toda la vida de esta forma.
-¿Te molesta que se te pregunte por ella?
-No, pero también hay que reconocer que nunca nada va a conformar a todos. Después de esta declaración van a decir “¿Por qué habla?”. Pero si me preguntás y no respondo soy una soberbia. Y así…
-Hace unos meses se habló de una foto tuya y de Fabián con Claudia Neumann, a la que se catalogó como una mojada de oreja por parte de ustedes cuando estallo nuevamente el conflicto de Nicole con su mamá.
-Yo ni subí esa foto, la publicó Claudia. Vino a ver a sus nietas. No le puedo cerrar la puerta de mi casa a alguien que viene a ver a sus nietas antes de irse de viaje. Fabián tiene decisión ahí. Se polemizó con que buscábamos roña, y a mí lo que menos me interesaba era eso. ¡Estaba recién parida! La primera persona que mi hijo conoció por fuera de nuestro núcleo fue a Claudia. Se dio así. Somos gente grande, pero ni tengo relación. No es que nos mandamos mensajitos. Vino, saludó y se fue. Ahí terminó el tema.
El encuentro cumbre con Flor Vigna y el llamativo consejo que le dio
A fines de octubre, Viciconte y Flor Vigna (30) volvieron a estar cara a cara. Un reencuentro verdaderamente histórico que sacudió, como en viejas épocas, a las redes. La panelista de Telefe asesoró a la artista de cara a la pelea que va a enfrentar con la influencer colombiana Manuela QM en el Estadio Vélez Sarfield el 19 de diciembre para el evento Párense de Manos II, donde se disputarán un cinturón de campeón.
“Como en Combate había un juego que era aquabox y yo siempre le ganaba, me pidió que le enseñe la técnica que aplicaba. Ya me había olvidado lo que era boxear y todo el entrenamiento. Al día siguiente me quedé dura. Tengo diez años más y se sienten. Uno se cree que sigue siendo pendejo, pero no. El cuerpo te lo hace sentir. Pasa que como soy un tanto deportista pude defenderme. Aunque dejé mi vida en esos entrenamientos”, revela.
“Fue un lindo reencuentro. Pensá que en ese momento nosotras teníamos una guerra... ¡Y era real! Éramos más chicas, inmaduras y no tomábamos conciencia de lo que pasaba. Las dos íbamos tras un sueño. Esa rivalidad nos sirvió porque logramos hacernos conocidas y perduramos en el medio…, algo que no es fácil. Sin darnos cuenta, al pelearnos, nos estábamos ayudando”, valora.
-Además de las peleas con ella, ¿qué se te viene a la mente de esa época?
-Que estuvimos cuatro años colgadas de una liana entregando el cuerpo y lesionándonos. Es válido y admirable, ¿no? Fuimos pioneras en las redes sociales, abriendo un abanico que no sabíamos que podía existir. Se formó mucho fandom por los equipos de cada una. Quieras o no, gracias a la gente somos grandes comunicadoras en las redes.
-¿Te hacés algún tipo de autocrítica de aquel momento?
-No me arrepiento de nada. Sí, hay cosas que no volvería a decir para no generar un ida y vuelta innecesario. Tengo mi carácter y me recaliento, y en esos momentos no era tan amorosa. Pero nunca falté el respeto o le pegué a alguien. Ahora pienso dos veces lo que digo. Antes era calentona y explotaba.
-Con toda el agua que pasó bajo el puente, ésta fue la primera vez que pueden estar tranquilas después de mucho tiempo... ¿De qué hablaron?
-Nos halagábamos todo el tiempo. Quieras o no, somos dos pibas que apostamos, en su momento, al amor con relaciones en donde había familias ensambladas como protagonistas. Ahí tenemos un punto en común. Hablamos de cuestiones que tienen que ver con que a las dos nos pasó lo mismo con las familias ensambladas, no voy a entrar en detalles… (en referencia a que la bailarina estaba en ese momento con Luciano Castro y tenía un conflicto con Sabrina Rojas. Ahí notó cierto punto en común con lo que le sucedió a ella con Fabián Cubero por su enfrentamiento con Nicole Neumann). Cuando tenés una relación que viene con la mochila de los hijos, las exmujeres o la madre…
-¿Le diste un consejo?
-Le recomendé que tenga paciencia. Bienvenida al club, a la vida. A la larga las cosas se acomodan. También le dije que para ella lo importante debía ser acostarse con la cabeza tranquila y que es problema de cada uno si tiene la cola sucia. Con valores y códigos tiene que dar el ejemplo.
Fotos: Diego García
Video: Cande Petech
Fotos y retoque digital: Darío Alvarellos
Producción y estilismo: Jazmín Ochoa
Agradecemos a : Anushka @anushkaelliot, Swa-mi @swamioficial, Helena Dakak @helenadakak, V-Raptor @vraptor.ok (indumentaria infantil), Luciano Marra @lucianomarraok y Olivia Tobal @makeup.oliviatobal