Décadas después de su muerte, Lady Di (1961-1997) continúa moldeando la imagen de la realeza. Su estilo y su personalidad únicos desafiaron los esquemas rígidos de la monarquía británica, redefiniendo el concepto de “princesa” y dejando una marca imborrable en las nuevas generaciones y en la familia Windsor.
Desde sus míticos vestidos de gala hasta sus casual looks con jeans o camisetas extra large con bikers, Diana Spencer rompió las barreras en un mundo lleno de tradiciones y ajustado a los protocolos. Y la influencia de su legado se extiende hasta el día de hoy.
Ícono inigualable de estilo, todos los diseñadores la amaban: desde Valentino a su adorado Gianni Versace. No sólo marco tendencia, inspiró más de veinte bolsos de distintas firmas y hoy sus “herederas” continúan la estela de sus pasos con explícitos guiños en su honor.
La clave insignia de Lady Di: La humanización de la realeza
Diana de Gales utilizó su estilo como un lenguaje propio. Trabajando con diseñadores como Catherine Walker, Christina Stambolian y Jacques Azagury, su guardarropa se convirtió en un puente entre el pueblo y el palacio. Fue pionera en abrazar la moda como una herramienta de comunicación, optando por colores y prendas que reflejaban su estado emocional o su mensaje al mundo.
Su célebre “vestido de la venganza” de color negro y firmado por Stambolian, que usó la misma noche que el Príncipe Carlos admitió su infidelidad humillándola públicamente, fue toda una declaración de principios, convirtiéndose en ícono instantáneo de “rebeldía”.
La princesa mostró que la realeza también podía ser vulnerable y que sus miembros no eran figuras intocables. Su estilo, siempre elegante y atemporal, rompió los moldes de una monarquía rígida, pero su personalidad, para muchos “inmanejable”, fue mucho más lejos. Habló en sets de televisión sobre sus problemas de salud mental y concientizó sobre los trastornos alimenticios.
Recordemos que hizo pública sobre su lucha contra la bulimia, describiéndola como una forma de lidiar con la presión y el estrés de su vida en la realeza. También abordó su batalla contra la depresión posparto y su sentimiento de aislamiento dentro de la familia real.
Su valentía al visibilizar estos temas, muy poco habitual dentro de los royals, ayudó a desestigmatizar los problemas de salud mental en su época. En ese sentido, los expertos en realeza acuerdan con que Kate Middleton también apeló a ese legado al abrazar su enfermedad y concientizar sobre la importancia de los análisis y la detección temprana del cáncer.
La influencia de Diana en Kate Middleton: un estilo atemporal que adopta la “futura reina”
Desde sus primeras apariciones públicas, Kate Middleton dejó en claro que la inspiración en su suegra es innegable a la hora de armar muchos de sus estilismos. Respetando el estilo clásico y refinado de la madre de su esposo, Kate toma el legado de Diana y lo adapta a una versión contemporánea sumándole su encanto y frescura distintivos.
Diseñadores como Alexander McQueen, Jenny Packham y Emilia Wickstead fueron cruciales para ayudar a Kate a construir una imagen que, aunque inspirada en Diana, tiene su propia voz. Y, por supuesto, los guiños que desplegó en su honor son infinitos.
Middleton replicó varios de los looks más icónicos de Diana, desde las tiaras de perlas y diamantes (conocida como “Lover's Knot”), los trajes monocromáticos y los abrigos a los vestidos a lunares que incluso también llevó su hija, la princesa Charlotte. Kate usó por primera vez en el hospital este estampado tras el nacimiento del príncipe George en un claro homenaje al que luciera Diana al presentar a William.
El "efecto" Meghan y la inspiración en el estilo casual de Diana
El impacto de Diana no termina en Kate. Meghan Markle, con su estilo contemporáneo y minimalista, ha llevado la influencia de Diana a una audiencia global, rompiendo protocolos con piezas de Givenchy y Stella McCartney que hacen eco de la simplicidad y rebeldía de la princesa.
Aunque diferente, el estilo de Meghan también es un reflejo del “estilo de resistencia” que fue sello de Diana. Por ejemplo, el modo descontracté de lucir una simple camisa blanca y un jean, tan característico y rupturista en una royal como Diana.
Además, Meghan llevó el famoso anillo de aguamarina de Diana en la recepción de su boda con el príncipe Harry. El gesto simbolizó una conexión especial, casi como si la princesa del pueblo pudiera estar presente en ese momento.
Por otro lado, la elección de Meghan de diseñadores como Givenchy y Stella McCartney también la conecta con Diana, quien muy frecuentemente buscaba talento británico y europeo para expresar su modo de ver el mundo. Una dirección que también tomó Meghan al lucir prendas de alta costura que rompen moldes y redefinir lo que una duquesa “puede” o “debe” hacer.
Princesa Charlotte, la mini IT girl Real
Entre las nuevas generaciones de miniroyals, la princesa Charlotte ya comienza a destacarse como un ícono infantil al vestir looks súper fashionistas y detalles que recuerdan a Diana. La hermana de George y Louis usa la moda de una forma casual, al igual que su abuela, mostrándose cercana y espontánea, características que ya la distinguen en un entorno de alta formalidad.
La pequeña se dejó ver en varias ocasiones con vestidos de estilo vintage, de estampados florales, colores vibrantes y hasta lunares, en un modo muy idéntico al de su abuela. ¿Otras cosas en común? Los sweaters y faldas escocesas que solía usar Diana y que fueron look para uno de sus retratos oficiales.
Amelia Windsor, la prima lejana de William y Harry
Amelia Windsor, prima lejana de William y Harry, es otro ejemplo de cómo el estilo de Diana trasciende generaciones: según los expertos en moda, su elección de looks bohemios y su osadía en la moda conectan directamente con el espíritu experimental de Diana.
Apasionada por el arte como Lady Di y con total frescura, la nieta del duque de Kent (primo de la reina Isabel II) se anima a bailar flamenco en las redes y se considera una verdadera influencer en Gran Bretaña. Junto a Eloisa de Orange, sobrina de Máxima Zorreguieta, es de las pocas royals que se dedican abiertamente a las redes sociales y tienen sus perfiles públicos.
Conocida por su estética vanguardista y su personalidad desinhibida, Amelia es una de las caras más destacadas de la familia real en el mundo de la moda. A diferencia de los Windsor más cercanos al trono, Amelia se anima a explorar y redefinir su estilo sin las restricciones de protocolo, representando una faceta moderna de la realeza.
Más allá de la moda, Amelia también comparte con Diana una inclinación por el compromiso social y la defensa de causas humanitarias. Es embajadora de varias organizaciones benéficas y, al igual que la princesa del pueblo, apeló a su notoriedad para generar conciencia sobre temas como la sostenibilidad y el bienestar animal.
Fotos: archivo Grupo Atlántida y Fotonoticias.